En este día se conmemora un hecho de trascendental importancia para la historia de la salud. El 6 de julio de 1885 el doctor Louis Pasteur (1822-1895), químico y bacteriólogo francés, creador de la vacuna antirrábica, aplicó por primera vez en la historia este tratamiento a un niño mordido por un perro. A partir de ese momento numerosas investigaciones han sido realizadas para lograr perfeccionar los antígenos, logrando que la lucha contra la rabia pase de ser una sentencia de muerte a una enfermedad tratable con la inmunización.