Durante la gobernación de Domingo Morón dictó un edicto policial que fue muy comentado en su momento.
Eran tiempos en que se esperaba una pueblada de los sectores obreros, asfixiados por la situación económica imperante.
Ante ello, Morón dictó un edicto prohibiendo “el acceso a la ciudad a los grupos de más de tres personas que calzaran alpargatas”.
También prohibió el uso del poncho.
No era la vestimenta precisamente lo que temía Morón sino que le organizaran una revolución. Y que trajeran las armas bajo el poncho.
Pero cuando se le preguntó cuáles eran los argumentos para dictar el edicto, respondió con total convicción:
—Porque las alpargatas y el poncho son ofensivos para la cultura de la Capital.
Extraída del libro “El lado humano del poder, anécdotas de la política sanjuanina”, de Juan Carlos Bataller, publicado en marzo de 2006