No hacía mucho que Cantoni había vuelto a San Juan y pronto su consultorio fue uno de los más visitados de la ciudad. Sus pacientes eran principalmente gente pobre o inmigrantes recientes.
Un día entró un matrimonio. El se llamaba Giuseppe y su esposa, Rosa..... Ella traía un bebé en brazos. Vivían sobre calle Catamarca, pasando Santa Fe, a pocos metros del consultorio.
—¿Come vano le cose, Giuseppe...?
—Bene, bene...Il bambino sta benísimo...
Federico tomó en sus manos al bebé que tenía su brazo entablillado por una quebradura.
—A ver Roque como está el bracito... –dijo Cantoni como si hablara con el bebé.
—¿Cómo lo ve, doctor?—
—Mirá, Rosa, te voy a decir algo y acordate siempre: este chico tuyo va a ser campeón de boxeo.
El bebé era Roque Gallerano, quién luego sería dirigente bloquista para encolumnarse finalmente con el peronismo, partido a través del cual fue ministro. Don Roque, en su juventud, fue campeón de boxeo.
(Contado por Roque Gallerano)
Extraída del libro “El lado humano del poder, anécdotas de la política sanjuanina”, de Juan Carlos Bataller, publicado en marzo de 2006