Autor: Antonio de la Torre
Árbol:
Otra vez a tu sombra,
acariciando tu corteza donde el tiempo tatúa su milagro.
Parra:
Otra vez tacteando tus ubres olorosas,
cargadas de verano.
Camino:
Volveremos a buscar horizontes,
bajo este sol de nácar que alucina a los álamos.
Acequia, la andariega:
-como aquellas mujeres que nada me negaron
eres de buena y tienes el alma mansa y honda–.
Vengo a buscar ternura en tu pródigo labio.
Pájaro:
Ya no tengo como tú el canto fresco:
el corazón cansado y la inquietud rendida
aman el soledoso ventanal del silencio.
Vengo de los caminos arqueados de cansancio
sobre los promontorios de la Vida y la Muerte,
de donde se retorna profundo, solitario...
Fuente: http://www.antoniodelatorre.com.ar