El calor del verano

No hay duda que en verano estamos acostumbrados a recibir los rayos del sol, por cierto, a veces, agobiante. Sentimos la sensación de altas temperaturas en nuestro cuerpo y en los ambientes.

¿Y qué pasa con el calor en la lengua? El sustantivo calor es ambiguo, por lo tanto puede presentar tanto el artículo masculino como el femenino, sin que se dé un cambio en la palabra, y así pasa con otros sustantivos como: el sartén/la sartén, el azúcar/la azúcar, el maratón/la maratón, etc. En general son invariables, ya que, en esto casos, el género no influye en el cambio de significado.

En la práctica, podríamos decirlo de las dos formas. Ahora bien, nuestra lengua se apropia de esa temperatura, a través de la palabra calor!! Y ella tiene una serie de normas y nosotros no dudamos que hace calor, y sea masculino o femenino, el calor está.

Pero digamos el calor con artículo masculino. Si bien su uso femenino, era adecuado en el español medieval y clásico, y se consideraba correcto, no obstante, actualmente es inadecuado.
Por ello, lo invito amigo lector a usar el artículo masculino para referirnos al Sr. Calor. Diremos o escribiremos El Calor. Si bien en la Argentina su uso femenino se ha extendido, su forma adecuada, y de esta manera, quizá sintamos menos calor.

Por lo que, cuando las temperaturas del verano nos fastidien, diremos: Hace mucho calor o Tengo un calor insoportable.

(*) Aida Elisa González de Ortiz, directora del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas Manuel Alvar (INILFI) de la FFHA de la UNSJ.

Publicado en La Pericana, edición 144 que integra la edición de El Nuevo Diario del 22 de febrero de 2019

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El calor del verano. (Ilustración: Miguel Camporro)