Domingo Oro (1800-1879)

 El político, funcionario y periodista Domingo de Oro nació en San Juan el 3 de octubre de 1800. Hijo de Magdalena Zavalla y de José Antonio de Oro, hermano de Justo Santa María de Oro, cursó sus primeros estudios en su ciudad natal y luego pasó al Colegio de San Carlos en Buenos Aires.

Desde muy joven se inició en la vida política. Apoyó, junto con el Cabildo de San Juan, la revuelta de oficiales subalternos y sargentos del 9 de enero de 1820, protagonizada por el Batallón Nº 1 de Cazadores de los Andes encabezado por el capitán Mariano Mendizábal pero, tras la intervención del Gobierno de Mendoza, intentó mediar entre San Martín y las fuerzas sublevadas.

Ante los avances del general chileno José Miguel Carrera, se trasladó a Córdoba con el objetivo de organizar la resistencia.

Luego marchó a Buenos Aires y se vinculó con Pedro José Agrelo. Ambos viajaron a Entre Ríos para ponerse a las órdenes del gobernador Lucio N. Mansilla (1821-1824). Como oficial 1º de la Secretaría de Gobierno, contribuyó a la redacción de la primera constitución provisional, se encargó del “Correo Ministerial del Paraná” y colaboró en la firma del Tratado del Cuadrilátero (25 de enero de 1822). Más tarde, fue ministro del nuevo jefe provincial, el coronel Juan León Solá (1824-1826).

El gobernador Juan Gregorio de Las Heras lo llamó a Buenos Aires para designarlo secretario de la misión de Carlos María de Alvear y José Miguel Díaz Vélez al Alto Perú, que terminó con la pérdida de esas provincias, incluida Tarija, que pasaron a formar parte de Bolivia.

En su carácter de secretario de la Embajada argentina en Lima, participó en el Congreso Interamericano reunido por Simón Bolívar en Panamá, sin la autorización del Gobierno porteño, que había decidido no enviar a ningún representante. Se desempeñó como Ministro de Hacienda durante la efímera presidencia de Bernardino Rivadavia.

En 1826 fue electo, en representación de su provincia, como diputado ante el Congreso General Constituyente. Colaboró en el periódico “El Porteño”, opositor a Manuel Dorrego

 Tras viajar por Corrientes y Santa Fe, conoció al gobernador Estanislao López, con quien entabló una relación de amistad, incorporándose a su Ejército en calidad de secretario militar. Después del fusilamiento de Navarro, el caudillo santafesino lo envió a entrevistarse con Juan Galo de Lavalle para evitar el enfrentamiento armado. Pero las negociaciones no obtuvieron ningún resultado positivo y nuevamente se reactivó la guerra civil.

Oro se desempeñó como secretario en campaña de López hasta la batalla de Puente de Márquez (26 de abril de 1829). A continuación, partió junto al padre José Ignacio Amenábar para acordar con el general José María Paz un tratado preliminar de paz.

Regresó a Buenos Aires y fue secretario del ministro de guerra, Juan Ramón Balcarce, al que acompañó en su campaña contra la Liga del Interior. Como enviado del exministro devenido en Gobernador, estuvo en la Campaña al Desierto dirigida por Juan Manuel de Rosas.


El nuevo titular del ejecutivo bonaerense, Juan José Viamonte, le encomendó la firma de tratados interprovinciales.

Pero fracasó y, enfrentado con Rosas y los federales de su provincia natal, debió escapar a

Chile en 1833. Se dedicó al periodismo y participó en la organización de la Comisión Argentina de Emigrados, presidida por el general Las Heras e integrada, entre otros, por su pariente Domingo Faustino Sarmiento. En Valparaíso publicó el folleto titulado “El tirano de los pueblos argentinos” (1840). En Copiapó se dedicó al negocio minero. Para 1845 estaba encargado del diario “La Época” y de la redacción de “La Gaceta Oficial”.

Su residencia en el país transandino fue prolongada, y Oro la alternó con algunas estadías en Bolivia.

Allí también se puso al frente de las actividades de los emigrados contra el régimen de Rosas. Contribuyó a despachar varias expediciones, entre ellas, dos dirigidas por el caudillo federal Ángel Vicente Peñaloza, el Chacho.

Después de la caída de Rosas en 1852 regresó a Buenos Aires, apoyando la secesión de ese Estado. Más tarde, se fue a Entre Ríos y se acercó al gobernador Justo José de Urquiza, con quien un tiempo más tarde se enemistó a causa del asesinato de Nazario Benavídez. En 1858, el presidente Santiago Derqui lo comisionó para estudiar las condiciones de la minería en Mendoza, San Luis, Córdoba, San Juan y la Rioja, encomendándole la preparación de un proyecto de código en esa materia.


En San Juan adhirió a la revolución que terminó con la vida del gobernador Juan Antonio Virasoro. Se encontraba trabajando en Mendoza, cuando el 20 de marzo de 1861 se produjo el terremoto que destruyó la ciudad.

Oro quedo sepultado entre los escombros por varias horas y quedó inválido.


En 1862 fue nombrado diputado de minas de San Juan. Viajó a Patagones, Chaco, Formosa y Asunción del Paraguay, seguramente intentando la explotación de alguna industria. Falleció en la casa de su hijo Antonio en Baradero (provincia de Buenos Aires), el 26 de diciembre de 1879. Sus restos fueron inhumados en el cementerio local y su tumba fue declarada monumento nacional en 1950.

Fuente:
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Archivos y colecciones de procedencia privada

Comisiones especiales y de homenajes

PROGRAMA DE DESCRIPCIÓN NORMALIZADA

Sección Documentación Donada y Adquirida (Sala VII)

Volumen 3. Tomo II
Este fondo fue adquirido por la Comisión de Recuperación del Patrimonio Histórico Nacional a comienzos de la década de 1960.

GALERIA MULTIMEDIA
Domingo Oro, nació en San Juan el 3 de octubre de 1800 y falleció el 26 de diciembre de 1879
Domingo Oro, imagen publicada en bibliotecanacionaldigital.gob.cl