Gente de San Juan
Anselmo Rojo ( 1799-1869)
Anselmo Rojo, militar, dirigente del partido unitario y gobernador de Tucumán (9 de abril de 1856-14 de setiembre de 1856) y dos veces de Salta (28 de octubre de 1860-30 de julio de 1861; 19 de marzo de 1862-8 de mayo de 1862), nació en San Juan el 21 de abril de 1799.
Hijo de Tadeo Rojo y de Gertrudis Frías, completó los estudios secundarios en el Colegio de la Patria de su provincia, pero debió interrumpir los superiores, que había iniciado Universidad de Córdoba, para atender los intereses de su padre en Buenos Aires.
De regreso a San Juan, se incorporó a las milicias provinciales. Combatió en la guerra civil que se desató en las provincias de Cuyo, estando presente en las batallas de Jocolí (2 de agosto de 1820) y Punta del Médano (31 de agosto de 1821).
Luego se sumó a las tropas que, comandadas por José María Pérez de Urdininea, partieron hacia el Alto Perú. Con esa división participó, en el marco de la campaña emprendida por el gobernador salteño José Antonio Álvarez de Arenales, en el encuentro armado de Tumusla (1 de abril de 1825) en la provincia de Chichas, que acabó con la vida del general realista Pedro Antonio Olañeta y clausuró el capítulo de las guerras por la independencia sudamericana.
Ni bien José María Paz invadió Córdoba, se puso a sus órdenes. Tras el combate de San Roque (22 de abril de 1829), donde Juan Bautista Bustos fue derrotado a orillas del Río Primero, luchó en La Tablada (22 y 23 de junio de 1829) y Oncativo (25 de febrero de 1830), donde Paz venció a Facundo Quiroga y asumió el Supremo Poder Militar Provisorio de la Liga Unitaria o Liga del Interior.
En 1831 y bajo el mando del general José Videla Castillo, asistió al combate de Rodeo del Chacón (22 de marzo). Derrotado, marchó a Tucumán con los vencidos.
Sus tropas, dirigidas esta vez por Gregorio Aráoz de Lamadrid, volvieron a sufrir otro revés en la sangrienta batalla de la Ciudadela (4 de noviembre).
Después de estas acciones, Rojo se exiló voluntariamente en Bolivia. Establecido en la provincia de Cinti, hizo amistad con otros emigrados como Wenceslao Paunero, Indalecio Chenaut y Segundo Roca.
No obstante, cuando la Confederación Argentina rompió relaciones con la Confederación Perú – boliviana, se puso a disposición del Gobierno de Buenos Aires y del general Alejandro Heredia. Tras la guerra, se casó con la sobrina del general Rudecindo Alvarado, radicándose en Salta y apoyando la integración de esa provincia a la Coalición del Norte.
Sus diferencias con Rosas y el fracaso de la Coalición lo llevaron una vez más a Bolivia. En Tupiza conspiró y organizó invasiones fracasadas a las provincias de Salta y Tucumán, e intentó ponerse en contacto con Domingo Faustino Sarmiento, expatriado en Chile. Incluso difundió el libro Facundo, Civilización o Barbarie, en el cual Sarmiento trataba duramente a Quiroga, un enemigo de Rojo que lo había empujado a su primer exilio.
Desaparecido Rosas, regresó a Salta a fines de 1853 y fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército provincial de Santiago del Estero, dirigido por Antonino Taboada. El presbítero José María del Campo lo designó Jefe del Ejército tucumano y luego Ministro de Gobierno. Electo Gobernador de Tucumán en marzo de 1856, debió reprimir la revolución de los hermanos Posse. Ascendido a general, se alejó de la gobernación en setiembre de ese año.
En octubre de 1860 fue proclamado Gobernador de Salta. Con el apoyo de la poderosa familia Uriburu, se dedicó a imponer por la fuerza el liberalismo en el interior del país. Si bien en su provincia fue suplantado en menos de un año, primero, por el autonomista Moisés Oliva, y después por el federal José María Todd, Marcos Paz lo repuso en el cargo en marzo de 1862, cumpliendo expresas órdenes de Mitre.
Empero, dos meses después renunció y asumió en Buenos Aires como senador nacional. Tras una
misión a la convulsionada Catamarca, que no obtuvo buenos resultados, participó en la represión del segundo alzamiento del caudillo riojano Ángel Vicente Peñaloza como Jefe de las Fuerzas Nacionales.
En febrero de 1864 fue nombrado comandante en jefe de la División del Ejército de las provincias del Noroeste.
Al año siguiente, Mitre le encargó la leva de las tropas que se dirigirían a la Guerra del Paraguay, tarea que cumplió con eficiencia a costa de reprimir a los supuestos voluntarios.
En 1867 le dejó el cargo a Taboada y se instaló en Buenos Aires, incorporándose al Senado. Lo primero que hizo fue pedir una licencia por enfermedad en una banca que nunca había llegado a ocupar de manera efectiva.
Volvió a Tucumán, donde falleció el 20 de marzo de 1869.
Fuente:
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Archivos y colecciones de procedencia privada
Comisiones especiales y de homenajes
PROGRAMA DE DESCRIPCIÓN NORMALIZADA
Sección Documentación Donada y Adquirida (Sala VII)
Volumen 3. Tomo II
Este fondo fue adquirido por la Comisión de Recuperación del Patrimonio Histórico Nacional a comienzos de la década de 1960.
Ver artículo:
-- Los Rojo, una dinastía de próceres sanjuaninos. Colaboración de Antonio Díaz Ariza
