Este artículo preparado por Juan Carlos Bataller, fue publicado en El Nuevo Diario, edición 1343 del viernes 23 de mayo de 2008
Es difícil imaginar hoy cuando la televisión se adueñó de
los hogares, lo que significó el radioteatro en las décadas del 40 y el 50.
Digamos rápidamente y como introducción que el radioteatro significó en todo el
país un fenómeno popular increíble y que sus artistas llegaron a ser tan
famosos como hoy lo pueden ser los galanes o las figuritas que promociona la
televisión.
Si buscáramos un punto de inicio del radioteatro tenderíamos que remontarnos a
la década del 30 cuando surge ’30 “Chispazos de Tradición”, siendo los
portadores de la primicia Radio Belgrano, por aquel entonces Radio Nacional.
Comenzaba así un fenómeno pergeñado por un inmigrante de origen español, Andrés
González Pulido quien concibió la idea de formar un elenco radial que a diferencia
de desarrollar las obras en forma completa, las interpretara en forma
episódica.
La importancia que desde entonces adquirió el radioteatro fue verdaderamente
enorme.
La
gente identificaba a través de las voces a figuras que llegaron a ser muy
famosas, comenzando por alguien que luego tendría un lugar en la historia del
país: María Eva Duarte, luego Eva Perón.
En
los años dorados se consagrarían figuras como Susy Kent, María Concepción
César, Fernando Siro, Roberto Escalada, Chela Ruíz, Hilda Bernald, Tita
Merello, Luis Sandrini, etc.
La lista de novelas radiales es extensa. Quizás la de mayor vigencia fue “Los
Pérez García”, que recreaba la vida cotidiana de una familia típica de la
época, con las alegrías y problemas comunes.
Pero
no sólo las señoras se instalaban frente a la radio para escuchar su novela
preferida. Los niños, al salir de la escuela y ante la infaltable taza del leche
de la mediatarde escuchaban a Tarzanito, interpretado por Oscar Rovito,
“Sandokán” o “Batman y Robin”.
En San Juan el fenómeno tuvo características particulares.
Las radionovelas tuvieron un sello más costumbrista. “El medio radial según
cuenta la investigadora Carolina del Valle Olivares se fue nutriendo de grupos
que movidos por sus inquietudes artísticas, se fueron integrando a las
iniciativas teatrales emprendidas desde la radio. De estos primeros ensayos,
surgió en el recuerdo de los protagonistas, dos nombres que vale la pena
mencionar: don
Carmelo López Arregui y Enrique Villamar, considerados pioneros en esta
actividad en el medio local”.
Poco a poco, el radioteatro comenzó a profesionalizarse con el ingreso de
nuevos actores, en su mayoría aficionados y con la formación de nuevas compañías.
Fue muy importante el aporte de actores y directores foráneos, como Elcira
Olivera Garcés, Oscar Maciel, José Ubriaco Falcón, los hermanos Juan y Manuel
Menéndez, Federico y César Fábrega, conocido artísticamente como César Córdoba,
entre otros.
Los que serían famosos actores sanjuaninos surgen de un concurso organizado por
Radio Colón para integrar su elenco estable. Es así como llegan jóvenes que
serían a ser muy conocidos como Alberto Vallejos, Silvia Montes, Liliana
Dávila, Carlos Vila, José Luis Cicero, María Teresa Acosta, quienes se
convirtieron en los protagonistas de la primera ola de actores locales de esta
actividad.
Algunos actores lograron conformar sus propias compañías de radioteatro, como
el caso de Alberto Vallejos quien lograra la obra de mayor repercusión que se
interpretara en San Juan: “El León de Francia”, presentada en 1.952.
La imaginación de los oyentes se alimentaba desde la radio no sólo con los
argumentos y relatos de las novelas, sino que contaban además con una variedad de
efectos especiales, denominados “sonidos de sala”. Estos se realizaban en el
mismo estudio, o sea en vivo, a través de la utilización de diferentes elementos
que iban de lo más simple, como un papel celofán, hasta otros más elaborados
como la construcción de una puerta de utilería utilizada para “entrar” o
“salir” de escena.
La recreación de las escenas se lograban, además de los sonidos, con la
presencia infaltable de un personaje clave: el relator.
Al
comienzo del radioteatro las obras se basaban en los mitos generalmente
sanjuaninos, El Gaucho José Dolores, La Difunta Correa, Ceferino Namuncurá, Santos
Guayana, Martina Chapanay, etc., es decir las creencias populares, todos los
personajes lugareños. También se trataban temas de la vida cotidiana con sus
historias de amor y odio.
El fenómeno radioteatral está íntimamente relacionado a las giras teatrales que
realizaban las compañías al poco tiempo de iniciada la obra. En cierta manera,
constituía el “cierre” de aquello que el oyente había imaginado a través de la
radio.
Fuente: ● El radioteatro en San Juan – ensayo de la investigadora Carolina del Valle
Olivares ● www.sanjuanalmundo.com – portal de la Fundación Bataller
Publicado en El Nuevo Diario, edición 1343 del Viernes 23 de mayo de 2008
Esta
foto es del 13 de junio de 1947 y en ella aparece el gobernador Ruperto Godoy junto
a actores que lo homenajearon en el Teatro Estornell con la obra “El camino a
la Tablada”. En la misma aparecen también Rinaldo y Carlos Viviani y los
actores Santana, Julia Vega, Antonio García, Antonio Ramos Blanco, Antonio
Nicolás Harica, Raúl Quintana y Pedro Delgado
Esta foto de los años 50, nos muestra a un ícono del
radioteatro sanjuanino, Alberto Vallejos, acompañado de toda la compañía,
Leonor Moreno, Gloria Montes, Ernestina Romero, Oscar Donaire y Santos
Domingo Quinteros, entre otros.
Esta foto de los años 60, fue tomada en los estudios de LV5, Radio Sarmiento, y en ella podemos observar a Miguel Angel Avellá,
Armando Castro, Juan Carlos Vidable, Daniel Torres, Nora Bernal, Susy Miranda y a Oscar Donaire.
La obra “Martina Chapanay” la puso en escena la
compañía de César Córdoba.
En la foto aparecen Ernestina Romero,
quien hacía el papel de Martina y Alberto Vallejos. La obra fue un suceso
radiofónico y luego salió de gira.
Ernestina se casó con el actor Armando
Castro que hacía de padre de Martina