En Marayes, departamento Caucete, un monolito con forma piramidal pone a
San Juan en los caminos de una historia de pasión y muerte. El monumento
recuerda el lugar donde el 26 de agosto de 1931 se estrelló el avión que
piloteaba Myriam Stefford, una
actriz suiza casada con un millonario cordobés. En una época en la que casi no
había aviadoras, intentó unir catorce provincias argentinas en un biplaza. Un
desperfecto precipitó el avión en tierra sanjuanina.
Ante la muerte de su esposa, la pena de Raúl Barón Biza fue tan grande que construyó para ella el mausoleo más imponente de todo el país. Además, la construcción ha sido considerada por algunos como el segundo monumento al amor más grande en todo el mundo, después del Taj Mahal.
En realidad, Raúl construyó dos monumentos: un monolito en el lugar
donde cayó el avión, en los campos de Marayes, y una gran tumba en la localidad
de Alta Gracia, en Córdoba. Para la edificación de esta última Barón contrató
más de 100 obreros, que trabajaron bajo la orden del ingeniero Fausto Newton.
Durante un año, entre 1935 y 1936, levantaron un mausoleo de 82 metros de
altura, más alto que el obelisco de Buenos Aires. La construcción tiene la
forma de un ala de avión, está hecha de hormigón armado con hierro y simboliza
la eternidad.
Fuente: Nuevo Mundo, edición 781 del 30 de agosto de 2023