La provincia de San Juan ha sido testigo de transformaciones y conquistas en la visibilización del rol de la mujer en cada momento histórico, así como en la búsqueda de espacios para su desarrollo y la escucha de sus voces. Sin embargo, esto no siempre fue así, como se refleja en la documentación custodiada en el Archivo General de la Provincia, donde la historia revela un proceso en la evolución del papel femenino.
El acceso de las mujeres a espacios en la sociedad fue un proceso largo, complejo y difícil, con victorias no siempre aseguradas; una lucha continua. En varios documentos se evidencia el importante rol desempeñado por la mujer en el ámbito familiar, cumpliendo diversas funciones en concordancia con los mandatos sociales, principalmente en su papel de madre y esposa, a menudo relegada detrás de su padre, esposo o hermanos. En el ámbito laboral, ocupaban principalmente cargos relacionados con la educación y la iglesia, y más tarde incursionaron en la salud, asociaciones, asistencia social y otras ocupaciones que fueron ganando gradualmente con el tiempo.
Un recorrido histórico sobre el rol de la mujer en San Juan revela que en la Fundación de San Juan en 1562 no se registraron nombres de mujeres presentes, ya que los roles más destacados que quedaron en la historia solo mencionan a hombres.
Durante siglos, esta situación persistió: un documento de 1734 menciona, en un Registro de Guías, la concesión de cierto poder legal a doña María de Astudillo para defender sus tierras de ataques aborígenes. También se observa la comercialización de una mujer esclava de tez negra, llamada Ana María. Otro documento del mismo siglo hace referencia al nacimiento de una infanta, hija del Rey de España, solicitando los honores correspondientes.
Un manuscrito particular insinúa la adquisición gradual de derechos por parte de la mujer, como el caso de doña Mariana Barrera, quien solicitó licencia para establecer una pulpería donde vender distintos productos. En el siglo XIX, específicamente en 1837, se registraron los terrenos propiedad de mujeres en la provincia.
En el ámbito educativo, destacan numerosas medidas gubernamentales y de quienes ocuparon cargos de instrucción entre 1865 y 1879, principalmente mujeres sanjuaninas. En 1865, se encuentra una nota del Ministerio de Gobierno dirigida al Visitador de Escuelas, solicitando la elección de "niñas pobres" para ser educadas gratuitamente en el Colegio Modelo de Señoritas, mostrando preocupación por la educación de futuras mujeres en la provincia.
Una lista de alumnas de 1867 detalla aquellas que no pudieron rendir exámenes por falta de recursos o "caprichos", indicando también si tenían padres vivos. Este tipo de documentos refleja la necesidad de comprender las razones de ausencia escolar y la preocupación por la tutela de las jóvenes huérfanas.
Otros documentos similares de esa época incluyen una carta de Bienvenida Sarmiento, hermana del destacado Domingo Faustino Sarmiento, dirigida al Jefe del Departamento General de Escuelas, solicitando más días de estudio para sus alumnas debido a la inasistencia. Bienvenida Sarmiento ocupó roles de autoridad en instituciones educativas, al igual que muchas mujeres en la provincia, desempeñando roles significativos en la educación.
En el siglo XX, a nivel nacional, se logró una de las grandes conquistas de las mujeres al ejercer su derecho al voto en 1949, con antecedentes evidentes en San Juan a través de la Constitución de 1927, que permitía a ciudadanos de ambos sexos mayores de 18 años y con domicilio en la provincia participar en elecciones.
El 8 de abril de 1928, las mujeres sanjuaninas ejercieron su derecho al voto, seguido por el Decreto Nº 40 que estableció la ubicación de las mesas receptoras femeninas para las elecciones. En 1934, el Comisionado Nacional facultó la conformación del Padrón de Mujeres y Extranjeros para la elección del 22 de junio, donde resultó electa por la comuna de Capital la Doctora Emar Acosta, la primera legisladora en América Latina. Las mujeres en el siglo XX también participaron en asociaciones como las "Damas Patricias", "Madres Católicas" o la Asociación de "Maestros de la Provincia", siempre comprometidas y al servicio de los demás. A través de la documentación, se percibe lentamente un cambio en el pensamiento y actitud en diferentes épocas, con la mujer emergiendo como protagonista y no solo como testigo, su participación en diversos ámbitos se materializó progresivamente.
Hoy más que nunca, se rinde homenaje a todas las mujeres, tanto aquellas que de forma voluntaria buscaron más espacios en la sociedad y derechos equitativos en la esfera pública y privada, ya sea desde una posición maternal, generando acciones desde lo público o trabajando incansablemente en silencio, demostrando una gran capacidad de adaptación y flexibilidad ante diversas circunstancias.