La prolongada sequía hizo bajar las aguas del dique de
Ullum y sobre finales de 1996, el espejo se había achicado considerablemente.
Fue así como reaparecieron en la superficie viejas construcciones, entre ellas
la antigua bodega de los Graffigna en Ullum, las casas de la cercanía, viejas
calles con sus arboledas y hasta algunos enseres, que durante años
permanecieron sepultados bajo las aguas. Ante la escasa cantidad de tormentas
de nieve en la Cordillera, el agua comenzó a faltar en la provincia y esa
escasez que obligó a echar mano al embalse, ya era visible en el lago en mayo
de 2009.Entre los resurgimientos se advirtieron las ruinas de la antigua bodega
Las Lomas, perteneciente a la familia Graffigna, entre ellas, las bocas de las
viejas piletas en las que se conservaba el vino.
Las piletas de la bodega
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo,
edición 855 del 18 de diciembre de 2023