El padre Ricardo Báez Laspiur fue sin dudas un cura distinto. Dueño de
una gran personalidad y multifacético en su accionar, no se limitó a propagar
la fé sino que su accionar incursionó en los más diversos temas, sin por ello
dejar de lado la sotana.
Un claro ejemplo fue su
designación como intendente de Iglesia. Y acá nada tuvo que ver el nombre del
departamento.
Gobernaba el país la
llamada “Revolución Libertadora” y el sacerdote Báez Laspiur fue destinado como
párroco al departamento Iglesia en 1955.
A cargo de la
gobernación estaba el general Marino Bartolomé Carreras quien al advertir el
accionar con la comunidad del joven cura solicitó al arzobispo el permiso para
designarl su intendente. La iglesia aceptó el pedido y durante dos años el
sacerdote fue intendente.
Algún viejo memorioso
quizás recuerde que no sólo construyó capillas, sino que también hizo el camino
de Rodeo a Colanguil, el camino de Tudcum a Angualasto, llevó la luz eléctrica
por primera vez a todo el departamento y creó las Cooperativas de Productores
Semilleros.
En la foto hoy
histórica, se ve al sacerdote intendente llegando a la inauguración de una obra
acompañado por el entonces interventor Careras.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 880 del 5 de marzo de 2024