En la provincia de San Juan, las reliquias de San Antonio de Padua, el venerado santo patrono de diversas causas, han llegado en dos ocasiones. La primera vez, en el año 2009, lamentablemente fueron objeto de robo. Sin embargo, gracias a la diligencia de la familia Rissetto, quienes también facilitaron la llegada de la primera reliquia, esta pérdida pudo ser subsanada de manera excepcional en 2017.
Para los católicos devotos, las reliquias, que comprenden partes del cuerpo de los santos y objetos asociados, son objeto de profunda veneración. En la actualidad, la preciada reliquia se encuentra resguardada en la Parroquia de San Antonio, en Media Agua, dentro de una caja dorada y protegida por medidas de seguridad.
En San Juan, la devoción por San Antonio de Padua congrega a miles de fieles cada año en la parroquia ubicada en la villa cabecera del departamento Sarmiento, formando parte esencial de la Ruta de la Fe en la provincia. El robo de la reliquia en 2009 causó conmoción no solo en Sarmiento, sino en toda la región.
Las primeras reliquias del santo llegaron a San Juan en 1987, gracias a la gestión de la familia Rissetto, quienes obtuvieron tejidos de la cara del Santo durante un viaje a Italia. Sin embargo, el doloroso robo en 2009 dejó un vacío en la comunidad sarmientina.
La esperanza de recuperar la conexión sagrada con San Antonio se mantuvo viva gracias a los esfuerzos de María Rissetto, quien tras años de gestiones logró que la iglesia de Padua aprobara el envío de una nueva reliquia. Finalmente, el 12 de marzo de 2017, la nueva reliquia fue recibida con gran júbilo en una iglesia ahora equipada con medidas de seguridad reforzadas.
San Antonio de Padua, reconocido por su predicación, su conocimiento de las Escrituras y su caridad hacia los necesitados, es venerado con fervor en la provincia de San Juan y en todo el mundo católico. Su fiesta, el 13 de junio, conmemora su vida y obra.