Cada 22 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional del Agua, una fecha
para reflexionar acerca de la importancia de este recurso indispensable para
vivir.
El agua está definida como un líquido
transparente, incoloro e insípido. Es considerado el componente más abundante
de la superficie terrestre y el mayoritario de todos los organismos vivos.
Para la salud, la potabilidad constituye un
factor determinante teniendo en cuenta que el 70% de nuestro cuerpo está
compuesto por agua, un elemento indispensable para múltiples funciones del
organismo. Los profesionales afirman que las propiedades fisiológicas del agua
presente en el organismo son numerosas. Siendo el principal componente de todos
los fluidos corporales, entre los que se incluyen los jugos digestivos, la
sangre, la orina y la transpiración.
Hidratar el cuerpo es sumamente importante.
A lo largo del día se pierde líquido producto del funcionamiento y el desgaste
cotidiano, a través de la transpiración y de la orina. La mejor manera de
incorporar líquidos es mediante el agua que se bebe, 2 litros como mínimo, o
ingiriendo frutas y verduras, que también contienen agua. Un rol fundamental
para nuestra salud lo cumplen los riñones porque el pleno funcionamiento de los
mismos asegura la eliminación de los residuos.
El papel del agua en la prevención de
enfermedades también es sumamente destacable. Consumir agua segura disminuye el
riesgo de cálculos en los riñones y de algunos cánceres como el de mama, de
colon, tracto urinario, entre otros.
No siempre se cuenta con agua segura, pero
con técnicas sencillas se pueden lograr. Los profesionales aconsejan agregar
dos gotas de lavandina por litro de agua y dejar en reposo al menos por 30
minutos. Otra opción es hervirla durante tres minutos y dejar enfriar, siendo
útil para el consumo, o lavar frutas y verduras. También para el correcto
lavado de las manos y utensilios destinados para la preparación de alimentos.
Estas acciones preventivas contribuyen para preservar la salud y evitar
enfermedades.