Don
Bartolomé del Bono fue un gran empresario. Aunque provenía de un
hogar humilde fue un hombre afianzado en la cultura del trabajo y con una gran
capacidad para los negocios, además de amor por San Juan y la Argentina.
Una prueba de ello es
una ceremonia anual de la que participaban su esposa, Enriqueta Lanteri, sus cuatro hijos: Juan, Dora, Walter y Tulio y luego sus nietos y personal de sus
empresas.
La familia vivía en el
chalet que se comunicaba con la finca y todos los años se realizaban las
tradicionales plantaciones de olivos que movilizaban a familiares y
colaboradores y constituía un hecho formal y solemne.
Como puede observarse
en esta foto de los años 50, aparece también una bandera que hacía izar y se
entonaba el himno nacional. Luego cada participante plantaba un olivo.
(Foto
proporcionada por Eduardo Graffigna)
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 899
del 4 de abril de 2024