12 de noviembre de 2009 se institucionaliza el Poncho sanjuanino
El Poncho Sanjuanino, una prenda que ha sido testigo de innumerables
acontecimientos históricos en San Juan y la Patria, ha desempeñado un papel
fundamental en la historia de Argentina. Desde su utilización como escudo por
los patriotas argentinos que lucharon junto al Gral. José de San Martín en el
cruce de Los Andes en 1817, hasta las sangrientas batallas de Angaco y Rodeo
del Medio en 1841, este icónico poncho ha estado en el centro de la acción.
Pero su importancia no se limita solo a los
eventos militares. El Poncho Sanjuanino ha sido una constante en el telar de
Doña Paula Albarracín de Sarmiento y ha recibido reconocimiento en exposiciones
nacionales e internacionales, como la Exposición Nacional de Córdoba en 1871 y
la Exposición de París en 1867. Incluso en la actualidad, sigue siendo una
prenda codiciada por visitantes de todo el país y del extranjero.
Los gauchos, por su parte, lo utilizaron como un
escudo enrollado en el brazo durante las peleas a cuchillo, como una cama
improvisada en los caminos y como protección contra el sol en el verano.
Además, sirvió como mantel en las comidas campestres y como mesa para jugar al
truco. También ha dejado su huella en los modismos idiomáticos de la región,
como "alzar el poncho" (huir, escapar) o "andar con el poncho a
la rastra" (provocar pelea).
Con la revalorización e institucionalización
legal del Poncho Sanjuanino, se busca que San Juan y el mundo entero reconozcan
su diseño, su pasado y su relevancia como una prenda autóctona que identifica a
la provincia. La norma legal establece las características que debe tener un
poncho tradicional, incluyendo sus dimensiones, colores y detalles como los
flecos y la franja beige claro.
Estas especificaciones surgieron tras una
investigación sobre el origen del poncho en la provincia, que también reveló su
importancia en la historia argentina. En 2009, San Juan aprobó una ley para
institucionalizar el Poncho Sanjuanino, buscando legitimar la técnica del
tejido al telar como parte del patrimonio intangible de la región y reconocer
la identidad cultural que esta prenda representa para los sanjuaninos,
diferenciándose de los ponchos de otras regiones.
La norma legal
establece que la prenda tradicional tiene que ajustarse a la descripción
siguiente: rectangular, con 2,40 metros de largo por 2 de ancho, con un ojal de
una medida mínima de 32 centímetros y máxima de 38. El color debe ser «marrón
vicuña» o «marrón guanaco», aunque puede haber una variación en su tonalidad
según el tipo de lana o el grosor de su hilado. El poncho tradicional tiene
flecos de 5 centímetros de largo que ribetean todo su perímetro, y en forma
paralela al ojal, a ambos lados del mismo y a una distancia de 25 centímetros,
una franja de 5 centímetros de ancho, beige claro, que se extiende a través de
todo el largo del poncho.
Estas
características surgieron como conclusión de una investigación específica sobre
el origen del poncho en la provincia, a través de la cual se descubrió además
el protagonismo de esta prenda sanjuanina en la historia argentina.
La ley contempla la
implementación de programas de difusión y promoción del Poncho Sanjuanino entre
agrupaciones gauchas, academias folclóricas, entidades tradicionalistas y en la
comunidad en general. Como así también se fomentó el uso en escuelas y otras
instituciones públicas para lograr su imposición como una prenda común en
diferentes celebraciones.
Desde el Gobierno
promueven su uso en fiestas patrias. De ahí surge la iniciativa de la
Universidad Nacional de San Juan de acoplarse a otras instituciones
provinciales, en función de fomentar esta prenda como identidad. En la UNSJ los
miembros de los cuerpos de bandera de las cinco facultades y los tres
institutos preuniversitarios usan el Poncho Sanjuanino para los actos, además
las autoridades universitarias lo adoptaron como obsequio protocolar.
Viejo poncho sanjuanino (Canción)
Autor: Buenaventura Luna
Viejo
poncho Sanjuanino
a mi destino ligau.
¡Cuántas veces me has tapau
a lo largo del camino....!
Viejo poncho sanjuanino
que en mis andanzas de arriero
juiste el fiel aparcero
de mis dichas y dolores
y amparo de mis amores
con la chinita que quiero.
Viejo poncho sanjuaníno
refugio de mi osamenta
cuando azota la tormenta
el alto poniente andino.
Andariego y peregrino
viejo poncho como yo.
¡Cuantas veces te cortó
la daga del entrevero
y cuantas el aguacero
sobre tus pliegues lloró!
Te tienen por montonero
viejo poncho sanjuanino
pero antes sos argentino
tradicional, guerrillero…
Vos venís de un entrevero
hecho a tambor y clarín,
vos conociste al confín
romántico del Perú;
iya te llevaba en Maipú
Don José de San Martin
La historia de mi pasau
en tu vejez se resume;
a mi el tiempo me consume
y a vos te tiene olvidau.
Viejo poncho que ha rodau
unido siempre a mi suerte…
¡Cuando mi osamenta inerte
descanse al fin de la vida
estarás, pilcha querida,
cubriéndome hasta la muerte!
Fuente: Publicado en La Pericana,
edición 388 del 7 de abril de 2024