El poncho sanjuanino




El Poncho Sanjuanino, una prenda que ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos en San Juan y la Patria, ha desempeñado un papel fundamental en la historia de Argentina. Desde su utilización como escudo por los patriotas argentinos que lucharon junto al Gral. José de San Martín en el cruce de Los Andes en 1817, hasta las sangrientas batallas de Angaco y Rodeo del Medio en 1841, este icónico poncho ha estado en el centro de la acción.
Pero su importancia no se limita solo a los eventos militares. El Poncho Sanjuanino ha sido una constante en el telar de Doña Paula Albarracín de Sarmiento y ha recibido reconocimiento en exposiciones nacionales e internacionales, como la Exposición Nacional de Córdoba en 1871 y la Exposición de París en 1867. Incluso en la actualidad, sigue siendo una prenda codiciada por visitantes de todo el país y del extranjero.

Los gauchos, por su parte, lo utilizaron como un escudo enrollado en el brazo durante las peleas a cuchillo, como una cama improvisada en los caminos y como protección contra el sol en el verano. Además, sirvió como mantel en las comidas campestres y como mesa para jugar al truco. También ha dejado su huella en los modismos idiomáticos de la región, como "alzar el poncho" (huir, escapar) o "andar con el poncho a la rastra" (provocar pelea).


Con la revalorización e institucionalización legal del Poncho Sanjuanino, se busca que San Juan y el mundo entero reconozcan su diseño, su pasado y su relevancia como una prenda autóctona que identifica a la provincia. La norma legal establece las características que debe tener un poncho tradicional, incluyendo sus dimensiones, colores y detalles como los flecos y la franja beige claro.

Estas especificaciones surgieron tras una investigación sobre el origen del poncho en la provincia, que también reveló su importancia en la historia argentina. En 2009, San Juan aprobó una ley para institucionalizar el Poncho Sanjuanino, buscando legitimar la técnica del tejido al telar como parte del patrimonio intangible de la región y reconocer la identidad cultural que esta prenda representa para los sanjuaninos, diferenciándose de los ponchos de otras regiones.



La norma legal establece que la prenda tradicional tiene que ajustarse a la descripción siguiente: rectangular, con 2,40 metros de largo por 2 de ancho, con un ojal de una medida mínima de 32 centímetros y máxima de 38. El color debe ser «marrón vicuña» o «marrón guanaco», aunque puede haber una variación en su tonalidad según el tipo de lana o el grosor de su hilado. El poncho tradicional tiene flecos de 5 centímetros de largo que ribetean todo su perímetro, y en forma paralela al ojal, a ambos lados del mismo y a una distancia de 25 centímetros, una franja de 5 centímetros de ancho, beige claro, que se extiende a través de todo el largo del poncho.
Estas características surgieron como conclusión de una investigación específica sobre el origen del poncho en la provincia, a través de la cual se descubrió además el protagonismo de esta prenda sanjuanina en la historia argentina.




La ley contempla la implementación de programas de difusión y promoción del Poncho Sanjuanino entre agrupaciones gauchas, academias folclóricas, entidades tradicionalistas y en la comunidad en general. Como así también se fomentó el uso en escuelas y otras instituciones públicas para lograr su imposición como una prenda común en diferentes celebraciones.
Desde el Gobierno promueven su uso en fiestas patrias. De ahí surge la iniciativa de la Universidad Nacional de San Juan de acoplarse a otras instituciones provinciales, en función de fomentar esta prenda como identidad. En la UNSJ los miembros de los cuerpos de bandera de las cinco facultades y los tres institutos preuniversitarios usan el Poncho Sanjuanino para los actos, además las autoridades universitarias lo adoptaron como obsequio protocolar.

Viejo poncho sanjuanino (Canción)
Autor: Buenaventura Luna


Viejo poncho Sanjuanino 
a mi destino ligau. 
¡Cuántas veces me has tapau 
a lo largo del camino....! 

Viejo poncho sanjuanino 
que en mis andanzas de arriero 
juiste el fiel aparcero 
de mis dichas y dolores 
y amparo de mis amores 
con la chinita que quiero. 
Viejo poncho sanjuaníno 
refugio de mi osamenta 
cuando azota la tormenta 
el alto poniente andino.

Andariego y peregrino
viejo poncho como yo.
¡Cuantas veces te cortó
la daga del entrevero
y cuantas el aguacero
sobre tus pliegues lloró!

Te tienen por montonero 
viejo poncho sanjuanino
pero antes sos argentino
tradicional, guerrillero…
Vos venís de un entrevero
hecho a tambor y clarín,
vos conociste al confín
romántico del Perú;
iya te llevaba en Maipú
Don José de San Martin
La historia de mi pasau
en tu vejez se resume;
a mi el tiempo me consume
y a vos te tiene olvidau.
Viejo poncho que ha rodau
unido siempre a mi suerte…
¡Cuando mi osamenta inerte
descanse al fin de la vida
estarás, pilcha querida,
cubriéndome hasta la muerte!


Fuente: Publicado en La Pericana, edición 388 del 7 de abril de 2024

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Poncho sanjuanino
poncho sanjuanino