El nombre "Tephrocactus" proviene del griego "tephra", que significa cenizas, debido al aspecto mate y sombrío de la epidermis de las especies.
En cuanto a su hábito, son matas ramificadas que pueden alcanzar hasta 30 cm de altura. Los artículos son frágiles y globulosos, con una altura de 5-8 cm y un poco menos de anchura.
Presentan tubérculos muy aparentes que forman una red de rombos más o menos regulares, con una epidermis grisácea o verde grisácea pálida. Las aréolas se encuentran en la cumbre de una pequeña protuberancia cónica cubierta de lana blanca a hialina, ocasionalmente morena en el centro.
Los gloquidios largos de aproximadamente 4-5 mm, son de color amarillento a pardo y están implantados en el centro de la aréola. Las aréolas superiores son notablemente más grandes (hasta 6 mm) y pueden llevar de 1 a 7 espinas poderosas, de 10 a 60 mm de longitud, rígidas a ligeramente flexibles, de color blanquecino a moreno, con la base y la punta (aguja) negruzca. No hay espinas secundarias.
Las flores tienen forma de rueda, de color blanco a rosa, con un diámetro de 50 a 60 mm. El pericarpio es en forma de cono derribado y grisáceo, midiendo 30 mm de altura y 20 mm de diámetro. Las aréolas del pericarpio contienen numerosos gloquidios, y las superiores tienen algunas espinas oscuras. Los tépalos son ampliamente espatulados, mucronatos, de color blanco o rosado, con el mucron rígido y moreno.
Los estambres son sensitivos, con filamentos blancos que llevan anteras amarillas. El estilo es claviforme y blanco, con un estigma en 8 lóbulos y de color blanquecino. Los frutos son dehiscentes irregularmente, a veces conservando algunas espinas.
En cuanto a su distribución, se encuentran en Argentina, específicamente en San Juan, La Rioja y Mendoza (Las Heras, Lujan de Cuyo, Lavalle, a altitudes de 700 a 1200m).