¿Qué influyó más en
el electorado? ¿Las campañas publicitarias? ¿El contacto con la gente? ¿La
imagen de los candidatos? Esta ha sido una campaña muy corta. En un mes
debieron elegirse candidatos, definir los perfiles de campaña, organizar la
publicidad, los actos, imponer las ideas… Y, como si esto fuera poco, explicar
a la gente de qué se trataba esta votación. Esto es lo que hizo cada fuerza
política y lo que logró.
Este artículo fue publicado en El Nuevo Diario, edición 652 del 15 de abril de
1993.
Frente de la Esperanza: “Otro
empujoncito”
En gran medida el escobarismo dejó a la reforma de lado. Intentó
provincializar la elección. Frases como “dele
otro empujoncito” o “volveremos a
ganar” demuestran que la reforma estuvo casi ausente de la campaña. ¿Cómo
explicaban la reforma? Con una frase que Escobar repitió en cuanta intervención
tuvo: “es una reforma que conviene a la
gente porque le dará mayor protagonismo”. Es decir, el éxito del mensaje
dependía de la credibilidad del primer candidato. No intentó polemizar con el
NO sino con el FREJUPO, con lo que daba a entender al electorado que lo que se
votaba era otro “round” de una vieja
disputa.
Escobar casi no hizo publicidad gráfica. Se inclinó fundamentalmente por la
televisión y los parlantes callejeros y, al igual que hiciera el año pasado,
dio superlativa importancia al encuentro cara a cara con la gente.
Cruzada Renovadora: Solos contra todos
El objetivo de este partido fue claro desde el comienzo: polarizar con el
SÍ. ¿Qué lograba con esto? Englobar a los otros cuatro protagonistas en un
mismo “paquete”. Y lo logró en gran medida. Así, su primera candidata, la
diputada Nancy Avelín de Ginestar (una verdadera revelación por su solidez en
la defensa del discurso y su capacidad para respetar lo programado hasta las
últimas consecuencias) obtuvo sino el 50 por ciento, al menos un 30 por ciento
de los espacios periodísticos. Y esto no
es poco si consideramos que la Cruzada comenzó la campaña en el último lugar si
sirve como antecedente el resultado de octubre de 1993.
Naturalmente, agregó elementos políticos a la campaña. Dejó en gran medida
de lado la parte técnica y cuestionó toda la política del menemismo. Y no
trepidó en avanzar sobre lo que “podría”
pasar si aumentaba el poder de Menem. Así, hablaron de aumentos del 300 por
ciento en los medicamentos, jubilaciones aún más pequeñas, salud y educación
pagas. Mensajes que preocupan a gente sin mayor información y obligaron a los partidos del Sí a entrar en
la confrontación con este partido que aparecía como pequeño y pasaba a ser
protagonista.
El avelinismo hizo publicidad en todos los medios y, al igual que el
escobarismo, visitó casa por casa a miles de sanjuaninos, además de enviar al electorado
una profusa folletería.
Frente Justicislita: dilemas no
resuletos
Al peronismo se le presentaban dos frentes: por un lado, como
representantes oficiales del Partido Justicialista, debía respetar pautas
nacionales de campaña, esclarecer sobre la reforma y enfrentar directamente al
NO. Por el otro, evitar que Escobar provincializara la elección.
Pero además de este doble dilema, aparecía una tercera cuestión: el gobierno
provincial, al haber decidido Rojas no ser candidato y aparecer por sobre la
cuestión, permanecía ajeno a la campaña en su expresión publicitaria, al menos.
A diferencia con lo que ocurrió en 1993 en que sí se hizo hincapié en la acción
de gobierno, en esta oportunidad todo se centró en la reforma, con excepción de
pintadas que, sin hacer mención a la elección señalaban que “Rojas es trabajo” o “Rojas es orden”.
Partido Bloquista: sin espacio político
El Bloquismo se quedó sin espacio. Por un lado, no podía incorporarse al Sí
terminante ya que no era la reforma propuesta por el senador Bravo la que se
discutía. Por el otro, no podía sumarse a las huestes del NO ya que el senador
había votado favorablemente la reelección del presidente.
Y, como siempre ocurre, en un electorado
que aún vota optando, que aún no elige entre varias opciones, no entrar en los
términos de una polarización es grave.
Ante eso sólo quedaba una alternativa: basar
todo en el prestigio personal del jefe partidario y tratar de sintetizar el
mensaje. Con lo que ataron la suerte del partido a la relación de Bravo con la
gente. Y quedó como propuesta un insulso “NI”,
Para colmo de males, Leopoldo Bravo, ya con 75 años, no desarrolló la
intesísima actividad que caracterizó a otras de sus campañas.
Los resultados fueron magros, evidentemente.
Unión Cívica Radical: cómo ser creíbles
Difíciles los dilemas que debió enfrentar este partido.
Veamos:
-- Para buena parte del electorado, la reforma era un sí a la posible
reelección de Menem. ¿Cómo ser creíbles
si ellos eran el Sí, los “padres de la reforma” y al mismo tiempo opositores
del Menem?
-- La imagen partidaria era Raúl Alfonsín, un líder que no termina de
saldar sus cuentas con el electorado.
-- No disponían de fondos para una campaña publicitaria intensa.
-- Si bien la lista salió sin internas, buena
parte del partido “se sentó”.
Ante eso se optó por intentar explicar la posición lo mejor posible en los
debates televisivos (las actuaciones de Seguí y Capello fueron decorosas),
mientras se aparecería con una publicidad sin fuerza. ¡Al extremo que una chica con guardapolvos explicaba la posición por
señas…!
En la última semana y cuando se sabía del crecimiento de la Cruzada
Renovadora, aparece con una publicidad muy agresiva que englobaba a la Cruzada
y a Leopoldo Bravo. Según algunas encuestas, esa última semana hizo subir el
caudal en 4 o 5 mil votos pues diez días antes de los comicios ni siquiera figuraba en las compulsas.
LA ELECCIÓN EN RESUMEN
Jorge Escobar, Guillermo De Sanctis,
Jorge Del Bono y Tulio Del Bono
Los que apoyan la reforma
Los constituyentes del Frente de la Esperanza y del Frente Justicialista
apoyaran la reforma propuesta en base a lo acordado en el Pacto de Olivos y
según se refleja en la ley de necesidad de la reforma.
Los electos fueron Jorge Escobar,
Guillermo De Sanctis y Jorge Del Bono, por el frente de la Esperanza y Tulio Del Bono por el Frente
Justicialista.
Nancy Avelín de Ginestar,
Antonio Achem y Luis Varese.
Los que votarán por No
Los constituyentes de la Cruzada Renovadora no apoyarán ninguno de los
puntos acordados por el justicialismo y el radicalismo. Los electos fueron Nancy Avelín de Ginestar, Antonio Achem y
Luis Varese.
Sólo algunos cambios
El representante del bloquismo sostendrá la necesidad de anular el artículo
que dispone la votación en conjunto de los artículos. El bloquismo apoya la
reelección presidencial, la elección indirecta de senadores, la reducción de
mandatos y propone un sistema de enmiendas para futuras reformas.
El convencional electo es el doctor Leopoldo
Bravo.
POR DEPARTAMENTO
PJ PB CR FE UCR
Capital 9898 8492 21535 2090 3755
Santa Lucía 3223 2596 6213 7361 765
Chimbas 3895 2858 6832 8729 786
Rivadavia 4145 2840 9533 8487 1080
Zonda 400 489 245 371 118
Rawson 6683 4880 13381 15846 1738
9 de Julio 625 384 585 862 595
San Martín 696 873 909 1789 153
Angaco 889 750 892 1763 154
Albardón 1798 932 2564 3464 709
Ullum 572 292 271 489 124
Pocito 2511 1298 3899 6106 608
Sarmiento 1729 643 1933 3030 702
25 de Mayo 1472 399 1015 3197 423
Caucete 4363 1321 2325 5674 810
Valle Fértil 812 939 336 698 367
Jáchal 2558 1572 1701 4280 1162
Iglesia 884 953
263 857 119
Calingasta 1483 1041 490 1085 158
EL VOTO URBANO SE HA TRANSFORMADO EN UN VOTO REBELDE
(Y es el que decide)
El voto urbano se ha transformado en un voto rebelde. En un voto más de
oposición al poder –sea este nacional o provincial- que de apoyo. Esto lo
demuestran los resultados de los grandes conglomerados. Por ejemplo, el triunfo
de Chacho Alvarez en Capital Federal. O la victoria del general Bussi (desde
las antípodas ideológicas) sobre Palito Ortega, en Tucumán.
En San Juan el voto urbano fue el que le dio a Jorge Escobar el inmenso triunfo
del 3 de octubre en 1993. De los 120.000 votos que obtuvo, 83.181 fueron
aportados por los cinco departamentos (Capital, Rivadavia, Rawson, Chimbas y
Santa Lucía) que conforman el Gran San Juan.
En estas elecciones el voto rebelde –todo lo da a entender- se dividió. Una
parte (la más numerosa), le dijo “Así no” al gobierno nacional y votó a la
Cruzada Renovadora. Esto hizo que el partido de Avelín subiera de 15.327 votos
que obtuvo en el Gran San Juan en 1993 a los 57.774 de esta vuelta. Capital y
los departamentos que la rodean le dieron nada menos que el 76,73 por ciento de
los votos a la Cruzada.
Otra parte se mantuvo junto a Escobar que, de alguna forma, había intentado
provincializar la elección. Esta vez no fueron los poco más de 83.000 votos de
octubre sino 61.324, es decir el 64,62 por ciento del caudal total.
Que el voto urbano fue de oposición lo demuestra un simple hecho: si solo se
hubiera votado en los 14 departamentos que no integran el Gran San Juan, las
elecciones no sólo hubieran sido mucho más reñidas sino que la Cruzada habría
sido desplazada del segundo puesto por el peronismo, que en el interior de la
provincia obtuvo 20.882 votos, contra 17.428 de las huestes de Avelín.
VOTO URBANO GRAN SAN JUAN
(Capital, Rawson, Rivadavia, Santa Lucía y Chimbas
Frente de la Esperanza 61.324
Cruzada Renovadora 57.474
FREJUPO 27.474
Bloquismo 21.664
UCR 8.124
Si sólo se hubiera votado en el Gran San Juan, el Frente de la Esperanza
hubiera obtenido 3 constituyentes, la Cruzada Renovadora 3, el FREJUPO 1 y el
bloquismo 1, es decir que dada la importancia numérica de la zona, el resultado
sería similar a lo que realmente ocurrió en cuanto a la distribución de bancas.
VOTO DEL INTERIOR
(Resto de los departamentos)
Frente de la Esperanza 33.575
FREJUPO 20.882
Cruzada Renovadora 17.428
Bloquismo 11.915
UCR 6.202
Si sólo se hubiera votado en el interior, el Frente de la Esperanza habría
obtenido 3 constityentes, el FREJUPO 2, la Cruzada Renovadora 2 y el bloquismo
1.