Las
comunidades erigen monumentos, palabra derivada de Monumentum que en latín se
aplica a los medios utilizados para la memoria y el recuerdo. Un monumento
mantiene vivo al pasado, porque lo memorado se considera valioso o
aleccionador. Se habla de comunidades, porque los monumentos hacen referencia a
hechos que se quieren patentizar públicamente.
El concepto de memorial es más complejo; como calco de la palabra inglesa,
también significa monumento conmemorativo. Sin embargo, en castellano se usa
también para referirse a otra situación: un memorial es un relato del hecho
motivo de pleito o causa. Cuando los monumentos presentan un aspecto controversial
corresponde utilizar la voz memorial. Un monumento tiene que ser visible y
alcanzar valor simbólico – hecho que genera su fuerza – pero cuando existen
distintas perspectivas sobre el hecho recordado, su significatividad lo vuelve
vulnerable a los daños provocados por quienes no estiman el hecho conmemorado
verdadero o digno de memoria. Varios de los monumentos ubicados en San Juan se
refieren a hechos o personajes cuyo valor es puesto en duda por algún grupo
social – por minúsculo que sea -.
El caso de la figura de Domingo Faustino
Sarmiento es ejemplar al respecto – dada su descalificación por el
nacionalismo -; la ausencia de un monumento a Nazario Benavidez o la ubicación del monumento a Del Carril, también poseen significados
en relación con el conflicto de interpretaciones del siglo XIX.
Los casos que aquí se tienen en cuenta se refieren a dos hechos mucho más
próximos a nuestro tiempo: la Conmemoración
del Levantamiento Judío en Varsovia – ubicado en un costado del Edificio de
la Antigua Estación San Martín - y el Reclamo
de Memoria, Verdad y Justicia – ubicado en un espacio lateral del Estadio
Abierto Aldo Cantoni -.
El primero es una obra de arte contundente. El memorial ha sido ideado por el
artista Mario Pérez y es,
posiblemente, la producción conmemorativa más expresiva, así también como una
de las más espléndidas creaciones de arte público de la Provincia. La
concepción general es adecuadísima y cada elemento se vuelve en sí mismo,
significativo. Para conseguir tal efecto, subyace a la producción la sólida
poética de Mario Pérez que orienta
con claridad la construcción. El monumento resulta conmovedor, menta a su vez
el dolor, la identidad de las víctimas, el horror de la represión, la
inhumanidad del exterminio, la valentía de los que enfrentaron a los
perseguidores y la prolongación del exterminio en genealogías sanjuaninas.
El otro memorial, es el recuerdo de los Detenidos y desaparecidos que
estuvieron en el Estadio Aldo Cantoni, durante la Dictadura Militar iniciada en
1976.
Se trata de una composición muy sobria, que no relata los hechos, sino los
menciona. Se considera un recordatorio que, a pesar de su adecuada concepción y
concreción es un espacio conmemorativo. Al igual que la situación anterior, se
estima que el debate sobre los acontecimientos no se ha cerrado, a pesar de los
juicios que han determinado el carácter delictivo del Terrorismo de Estado. Si
bien es un sitio reconocido en las Marchas que reclaman Memoria, Verdad y
Justicia, ocupa un pequeño lugar emplazado en una zona poco significativa –
dado el carácter de depósito del predio. Más allá de la diferencia estilística
en la forma y modo de recordar, ambos espacios hablan de un horror
indescriptible. Los dos memoriales deben ser conservados y preservados, porque
sobre todo son fuente de la creación de la conciencia histórica que junto con
el recuerdo de los hechos del pasado, permite juzgar el presente y abrir la
creación de proyectos de futuro.
Como se sabe, existen fuertes corrientes que niegan el Holocausto Judío y por
lo tanto se oponen a su conmemoración, por ello este hecho es motivo de
litigio, aunque en los países europeos, el negacionismo sea castigado como
delito.
Recientemente, se ha empezado públicamente a cuestionar la historia de la
dictadura, a pesar de los juicios realizados. La ausencia de atentados a los
monumentos devuelve una excelente imagen de la comunidad a la misma comunidad,
pero ella debe ser permanentemente construida y cultivada.
(*) Filósofo. Crítico de arte
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 53, d 7 de abril de 2017 y que
integró la edición 1762 de El Nuevo Diario.