Los Barceló llegaron de Alicante, España, traídos por un enólogo francés a pedido de Francis Langlois, asentado en Pocito, quien necesitaba trabajadores experimentados para sus viñas.
El abuelo, Manuel Barceló Uñac, y la abuela, Asunción Uñac Richarte, fueron los únicos que no tenían casa en San Juan y se fueron a trabajar a Mendoza, cuando Asunción vio esa abundancia de frutales besó la tierra porque pensó que habían llegado “al paraíso”.
A Rafael no le gustaba trabajar en la tierra y a los 16 años se vino a San Juan donde su tío Joaquín Uñac era capataz de la bodega Langlois.
Aprendió el oficio de tonelero y ganaba mucho más que el jornalero de viña.
Los toneles eran la única forma de transportar el vino en tren hasta los centros de consumo del país, pero cuando volvían vacíos era necesario reacondicionarlos, ajustar duelas o cambiar tapas, y se pagaba por cada trabajo.
Don Rafael trabajaba y ahorraba y cuando había juntado lo suficiente se compró un gran lote en la Villa Aberastain donde en 1933 inició su aserradero, el primero de Pocito y uno de los más grandes de San Juan.
Para entonces se había casado con María Josefa Riera y tenían tres hijos: Rafael, Alicia y Mirta. En 1935 había terminado la casa familiar en el predio del aserradero y se mudaron ahí.
El aserradero tenía ocho sinfines, dos sierras de carro y dos circulares, dos cepilladoras; allí se hacían los envases para la uva que se dejaron de fabricar cuando salieron los envases de cartón.
El negocio crecía cada año y Barceló llegó a tener 32 empleados; su fin llegó cuando don Rafael falleció en un accidente de tránsito, en 1987.
Las donacionesRafael Barceló (padre) donó el terreno donde se construyó la pista del club Barceló, ubicada sobre calle Vidart antes de Aberastain, hoy Club Social y Deportivo Aberastain.
Luego donó una hectárea de tierra para la cancha del Club Sportivo Barceló sobre calle Lemos, que después cambió de nombre para llamarse Club Atlético Pocito.
Y cuando realizó el loteo de Villa Barceló, sobre calle 11 hasta calle Lemos, también donó un terreno para el puesto de salud que nunca fue construido y ese lote fue usurpado.
Mientras que el predio donado para la escuela está sobre calle 12, entre Mendoza y Ruta 40, es hoy la escuela Contralmirante Eleazar Videla, un sanjuanino nacido en 1881, que egresó de la Armada Argentina y fue designado Ministro de Marina por el Presidente Agustín P. Justo en 1934.
(Fuente: revista Destino San Juan)