Aproximadamente en el año 2000a.C. llegaron al territorio sanjuanino, provenientes
del Perú, grupos humanos que, a diferencia de sus antecesores, se instalaron en
un lugar fijo. Ubicados fundamentalmente en los valles de Iglesia y Calingasta.
Estas culturas, además de cazar y recolectar, se iniciaron en la cría de
animales y el cultivo de vegetales.
Los integrantes de la Cultura Ansilta habitaron, desde el
año 2000 a.C., en la cordillera de ese nombre, en el actual departamento Calingasta.
Si bien la base de su alimentación era la carne que obtenían de la caza de guanacos,
además de los frutos y raíces que recolectaban, fueron los primeros en
desarrollar una forma primitiva de agricultura.
Cultivaban
la quinoa, con cuyas semillas es posible fabricar una harina comestible.
También plantaron zapallo, maíz, poroto y calabaza.
El
pastoreo de las llamas -que usaban como medio de transporte-fue el comienzo de
la actividad ganadera.
Los
vestigios de este grupo llegan hasta el año 500 d.C., y se cree que sus
miembros se fusionaron con las culturas posteriors.
Surgieron
alrededor del año 320 a.C. y habitaron la localidad de Angualasto, Iglesia,
hasta aproximadamente el año 580 d.C. Mejoraron la agricultura: cultivaron
nuevas variedades de maíz y zapallo y perfeccionaron las técnicas de riego.
Hacían objetos de
cerámica decorados para uso doméstico, herramientas de piedra y figuras de
animales de barro. También desarrollaron la cestería.
Proveniente
también del noroeste, sobre los grupos que habitaban en los valles de Iglesia, Calingasta
y Ullum-Zonda se instaló la Cultura Aguada entre los años 730 d.C. y 1200d.C.
Cazaban en el Valle San Guillermo y confeccionaban una cerámica de
excelente calidad por su terminación, colorido y decoración.
Aproximadamente
entre el 1150 y el 1460 d. C. los valles de Iglesia y Jáchal fueron ocupados
por la Cultura Angualasto.
Eran
principalmente agricultores y ganaderos de la llama.
Elaboraban
tejidos multicolores: camisetas, ponchos y fajas. Cazaban guanacos
y otros animales y recolectaban frutos de algarrobo y huevos de ñandú.
También
trabajaron la madera, el cuero, la lana y las piedras semipreciosas. Desarrollaron
la cerámica y fabricaron cestos decorados.
Entre
los años 900 y 1400d. C. se instaló en los valles calingastinos la Cultura Calingasta.
Eran principalmente agricultores y ganaderos de la llama, aunque también
cazaban y recolectaban.
Entre
los restos se han encontrado vasijas de cerámica, calabazas pirograbadas y
cestos fabricados con técnica en espiral. Con el tiempo esta cultura extendió su hábitat hasta los valles del río San Juan.
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