Todos los diarios del país reflejaron la noticia,
lo que habla de la importancia del personaje. “A los 91 años murió un grande del tango, Alberto Podestá”, publicó
La Nación. Fue el 9 de diciembre de 2015.
Podestá se llamaba según el documento, Alejandro Washington Alé y había nacido
en San Juan el 22 de setiembre de 1924.
Era uno de los últimos sobrevivientes de la época
dorada. Cantó con los mejores directores y las orquestas más refinadas y
populares del tango como Miguel Caló, Carlos Di Sarli, Pedro Laurentz, Enrique
Francini y Armando Pontier. Con esas formaciones grabó los éxitos más
resonantes de esos años como "Alma de bohemio", "Al compás del
corazón", "El bazar de los juguetes", "Percal",
"Nido gaucho" y "La capilla blanca", entre muchos otros.
Ayudado
por su abuela, tuvo que trabajar desde niño –fue chocolatinero en un cine- ya
que su padre falleció muy joven dejando cinco hijos. Podestá se hizo en la
escuela de la vida pues solamente estudió hasta sexto grado. Pero esos años
fueron suficientes para que demostrara sus dotes de futuro cantor y llegara a
participar en un programa radial de su escuela.
Luego
de actuar en LV5 Radio Los Andes (hoy Sarmiento) sus condiciones fueron
advertidas por artistas populares que llegaban a San Juan.
En
1939 apoyado por Hugo del Carril, junto a uno de sus hermanos, se instaló en
Buenos Aires donde conoció al músico Roberto Caló, quien lo integró en su
orquesta.
Gracias
a una propuesta del representante de Carlos di Sarli, este lo contrató y le
definió su nombre artístico por el que es conocido, Alberto Podestá,
reemplazando al que utilizaba hasta ese entonces: Juan Carlos Morel.
A
lo largo de su carrera, Podestá grabó en Colombia, en Venezuela, en Uruguay, en
Chile y en Argentina. Registró aproximadamente 500 grabaciones.
Fue
nombrado Académico de Honor por la Academia Nacional del Tango de la
Argentina. y en 2007 fue declarado
Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Aquel
humilde cantor nacido en San Juan figura hoy en todas las enciclopedias de
tango.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición
1012 del 17 de septiembre de 2024