La semana pasada Daniel Di Lorenzo, tercera generación familiar al frente de una peluquería que marcó a varias generaciones, preparó una gran fiesta celebrando los cien años de la familia en la provincia. Una buena oportunidad para recordar la historia de esa familia. Un trabajo preparado por Juan Carlos Bataller para la Fundación Bataller - Fotos coloreadas mediante IA por Miguel Camporro. Artículo publicado en La Pericana, edición 417 del 27 de octubre de 2024
En esta fotografía aparece Giuseppe Di Lorenzo
junto a un colaborador en el segundo local que tuvo, en Mendoza antes de Santa
Fe.
Los Di Lorenzo son reconocidos por su trabajo como
peluqueros. El primero de la familia que se dedicó a este rubro fue Giuseppe Di
Lorenzo, un inmigrante italiano que arribó en 1924. Su hijo Arquímedes Di
Lorenzo heredó su talento y revolucionó con su novedoso corte a navaja. La
tercera generación se completó con Daniel Di Lorenzo, hijo de Arquímedes, que
sigue con la tradición familiar.
El trabajo de los peluqueros, y la peluquería en sí misma, han cambiado con el
paso de los años. Sin embargo, hay ciertas características que algunos
locales aún conservan, como la confianza que puede haber entre cliente y
peluquero. Más de una vez los artistas del cabello se convierten en confesores
de quiénes se arreglan el pelo y es por eso que atesaron valiosos recuerdos. En
San Juan los Di Lorenzo llevan más de 90 años trabajando en este rubro y
atesorando cientos de anécdotas.
Todo comenzó con don Giuseppe, un italiano oriundo de Sicilia, nacido en
1894. El hombre llegó a Argentina acompañado por su mujer,
Concepción Psaila, y su pequeña hija Adelina, de dos años. Arribaron en
1924 y en ese entonces ya estaba radicado en San Juan el suegro de Giuseppe,
Carmelo Psaila. Los recién llegados se ubicaron en Buenos Aires y luego fueron
a visitar a Carmelo, que trabajaba como tonelero en la bodega López Peláez. La
idea era regresar a la capital del país, pero el hombre les pidió que se
quedaran acá y así lo hicieron.
En la provincia Giuseppe tuvo a sus otros tres hijos: Aída, Arquímedes
y Arturo y comenzó a trabajar como peluquero. Sus descendientes no
saben con certeza si aprendió el oficio en Italia o en Argentina pero si
recuerdan que la primera peluquería que abrió estaba ubicada en Mitre y Mendoza
y que más tarde se trasladó a Mendoza, antes de llegar a Santa Fe. Él no solo
era peluquero, también trabajaba como relojero, dentista, además tenía cuatro
taxis y una bomba de nafta.
Esta fotografía muestra el interior del
segundo local en el que funcionó la tradicional peluquería de la familia Di
Lorenzo, ubicado en calle Mendoza entre Mitre y Santa Fe. El negocio no era
sólo peluquería; Giuseppe Di Lorenzo, su fundador, era peluquero, relojero,
dentista, tenía cuatro taxis y bomba de nafta.
Los peluqueros en el Parque de Mayo después del
terremoto de 1944. El que aparece en el medio, con lentes es Giuseppe Di
Lorenzo. A su derecha están juntos los hermanos Luis y César Gardella y a su
izquierda Juan Bronzetti.
Para el terremoto en 1944, la
familia Di Lorenzo instaló su peluquería en el Parque de Mayo. Aparecen en la
foto, de izquierda a derecha: Concepción Psaila de Di Lorenzo, José Di Lorenzo,
Arquímedes Di Lorenzo y amigos.
Con el terremoto de 1944 Giuseppe perdió todo. Tras la catástrofe, junto a los
hermanos Luis y César Gardella y Juan Bronzetti, instaló una carpa en el Parque
de Mayo. Después se unió a los Gardella y juntos abrieron un local en
Libertador y Urquiza, donde estuvieron entre 1947 y 1955.
En esa época, ya comenzaba a incursionar como peluquero el tercer hijo de
Giuseppe, Arquímedes. Él hizo sus primeros cortes cuando tenía quince años en
el Hogar Club, donde se atendían los estudiantes universitarios. Luego de estar
allí se unió al hijo de Luis Gardella, Hugo e instalaron una peluquería en
Salta y Mitre.
En 1955 los Gardella y Di Lorenzo se dividen y cada uno se une a su padre. Ahí
fue cuando Don Giuseppe compró el local ubicado en Salta e Ignacio de la Roza,
el que mantienen hasta la actualidad.
La peluquería, en la primera mitad
del siglo, tenía un atractivo especial para los hombres. No se hacían modelados
ni cortes a navaja, que vinieron después. Pero la afeitada con paños calientes
o fomentos para ablandar la barba, a la que seguía el enjabonado con brocha y
la afeitada con navaja, constituía para algunos caballeros un rito diario. Esta
foto es de 1924 y aparece don José Di Lorenzo afeitando a un cliente en su
peluquería, que estaba ubicada en calle Mendoza entre Mitre y Santa Fe, donde
después estaría Casa González. (Foto publicada en el libro "El San Juan
que Ud. no conoció", de Juan Carlos Bataller; proporcionada por Arquímides
Di Lorenzo)
Aunque Giuseppe y Arquímedes se unieron, cada uno tenía su estilo y su
clientela. El padre ocupaba la esquina del negocio y, al lado, su hijo abrió un
salón más moderno y en los 60 comenzó a revolucionar con una nueva tendencia
para la época, el corte modelado a la navaja. Además, empezó a hacer
lavados de cabeza a caballeros, algo que resultaba atípico en ese tiempo.
Aparte de innovar, Arquímedes trabajaba varias horas, los turnos comenzaban a
las 8 de la mañana y se extendían hasta después de medianoche. En esa época,
como no había tanta oferta, un corte de pelo era algo costoso, a veces más caro
que pagar una consulta de médico.
Mientras crecía en su profesión Arquímedes formó su familia. Se casó con Marina
García, a quien conoció en una fiesta de carnaval en La Libanesa. Ellos fueron
padres de Marina, Daniel e Ivanna.
Arquímedes Di Lorenzo, su esposa Marina García,
Concepción Psaila, Giuseppe Di Lorenzo, Liliana Carboni y su esposo Arturo Di
Lorenzo.
Prácticamente desde 1970, después de que su padre sufriera un
accidente, Arquímedes quedó a cargo del negocio y en los ochenta se unieron a
él su hijo varón y su esposa.
Daniel Di Lorenzo tuvo su primer cliente a los nueve años, éste fue Raúl Bruna,
un vecino. Aunque su padre le prohibió cortar el pelo, mientras estudiaba en la
Boero, les arreglaba el cabello a sus compañeros a cambio de cigarrillos. Así,
fueron sus primeras incursiones. Cuando terminó el secundario, en 1982, se sumó
al negocio familiar. Justo había dejado de trabajar un colega de Arquímedes,
Agustín Calderón, que llevaba varios años en la peluquería.
Aparte del hijo de Arquímedes, también se sumó al local su esposa, Marina. Ella
empezó a cortar cuando su esposo viajaba y también atendía a algunas de sus
amigas. Se especializó en permanentes junto a Juanita Becerra y en 1985
consiguió una colaborada. Con ella, y con Daniel, empezó a crecer el sector de
damas.
Marina falleció en 2001. Desde entonces, los hombres quedaron a cargo del
local, hasta que Arquímedes murió en 2010. En los más de noventa años que tiene
la peluquería, ésta vio pasar diferentes personajes de la vida pública de San
Juan, entre ellos varios políticos, también deportistas. Ahí se cortaba el pelo
Jorge Estornell, que brindaba algunos de sus consejos a Arquímedes, también
Severino Di Stéfano, que era amigo de la familia, Santos Álvarez y alguna vez
allí se encontraron Leopoldo Bravo y Jorge Escobar.
Arquímedes junto a una figura del deporte, Santos
Álvarez, ex jugador y director técnico de la Selección de Hockey sobre patines.
Los hijos de Marina y Arquímedes:
» Marina, la mayor, tuvo tres hijos:
Cecilia Colombero, que es bioquímica y vive en Buenos Aires; Luis Colombero,
que es profesor de Educación Física y reside en Buenos Aires y Juan Pablo
Colombero, que es maestro.
» Daniel es el que sigue al frente
de la peluquería y tiene cuatro hijos: Nicolás, las mellizas Florencia y
Micaela, todos estudiantes universitarios y el menor es Giuseppe.
» Ivanna es contadora y tiene tres
hijos: Alejandro Toro, jugador de vóley; Candela Toro y Paula Toro, que están
en la escuela.
Fuente: Fundación Bataller
El joven de gorra que aparece en esta foto es el
peluquero DanielDi Lorenzo. Mientras que sentado, tapado con bata blanca y
listo para un corte de pelo, posaba su compañero Luis Dávila. La imagen tiene
treinta años y fue tomada cuando Daniel hacía el servicio militar en el Centro
de Incorporación y Formación de Conscriptos de Infantería de Marina, que estaba
ubicado en Berazategui, Buenos Aires. Ese no fue el único corte de pelo que
hizo, ya desde que se subió al tren para viajar al regimiento comenzó a
trabajar con las tijeras. Después de un año, cuando regresó del servicio,
estudió unos meses Administración de Empresas hasta que decidió que quería
seguir con la vocación de la familia. Daniel es hijo de Arquímides y nieto de
Don Giuseppe Di Lorenzo, que llegó a Argentina en la década de 1920 y fue quien
comenzó con el negocio. Aunque a su padre no le gustaba la idea de que
trabajara en el rubro, hizo su primer corte cuando tenía nueve años. Después,
mientras estudiaba en la escuela Boero les cortaba el pelo a sus compañeros a
cambio de cigarrillos. Con él, la familia llegó a la tercera generación de
peluqueros que dentro de poco cumplirá casi noventa años de trabajo en la
provincia.
Arquímedes Di Lorenzo junto a sus
hijos: Ivanna, Marina y Daniel.
Arquímedes Di Lorenzo junto a sus hermanos Aída Di
Lorenzo y Arturo Di Lorenzo.
Arquímedes Di Lorenzo, ya fallecido, heredó la
vocación de su padre, Giuseppe.
Segunda y tercera generación de peluqueros,
Arquímedes junto a su hijo Daniel Di Lorenzo.