Marisa Balmaceda Krause de Borcosque (1913-1999) fue una escultora y pintora argentina cuya obra dejó una huella imborrable en San Juan y en la cultura argentina. Nacida en Buenos Aires el 13 de marzo de 1913, se destacó por su talento y dedicación al arte figurativo naturalista, que plasmó tanto en esculturas como en murales de gran valor estético y simbólico.
Entre sus obras más destacadas se encuentra la icónica "Niña de Sarmiento", ubicada en el Parque de Mayo de la ciudad de San Juan. Esta escultura es un homenaje a los ideales de educación y progreso que Domingo Faustino Sarmiento promovió, reflejando la pureza y la concentración de una niña, como símbolo de esperanza en el futuro. La pieza, realizada con maestría, se ha convertido en un emblema del parque y de la riqueza cultural sanjuanina.
Además de esta obra, Balmaceda Krause también creó el busto de Sarmiento, ubicado en el mismo parque, el mural Pastoral en el jardín de la Casa Natal de Sarmiento, y la escultura Concentración en el Jardín de los Poetas de la Quebrada de Zonda. Cada una de estas piezas es testimonio de su sensibilidad artística y su capacidad para transmitir valores universales a través de su obra.
El legado de Marisa Balmaceda Krause es motivo de orgullo para San Juan y para toda Argentina, representando el compromiso de una artista con su tiempo y su comunidad. Su obra continúa siendo una fuente de inspiración, y su historia, un ejemplo del poder del arte para preservar y enaltecer la identidad cultural.