Se ha perdido una tonada
y no saben dónde está
la pusieron con captura
y la salen a rastrear.
La buscaban los bohemios
donde estaba Peñarol
si la cancha es un baldío
la memoria es un sifón.
Las ovejas de Espinosa
el césped están cortando,
mientras el Milonga silba
los labios de un nuevo tango,
mientras el Milonga silba
mil llantos de un mismo tango.
Si la pelota se ha ido
al fondo de lo Grarnajo
el tiempo se detenia
cayendo de gajo en gajo.
La esquina de la Velázquez
invitaba a festejar
la tarde sigue cayendo
la noche nunca vendrá.
Las ovejas de Espinosa
el césped están cortando,
mientras el Milonga silba
los labios de un nuevo tango,
mientras el Milonga silba
mil llantos de un mismo tango.
Daniel Giovenco y Juan Ortega
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