((Recitado))
Carlitos con su gorra y su ternura
ha copado hace tiempo esta ciudad
detiene los obnibus y se trepa
y a pocas cuadras vuelve a bajar.
Y así los viajes lo ponen viejos
sembrando ensueños en multitud
reina en la gente en las esquinas
y en los ocasos prende una luz.
Trepa al candil de los colectivos
para sentirse dueño y señor
de las esquinas y de las plazas
y las muchachas le rien amor.
Dirige el tránsito y la ternura
y se curruca en el corazón
de la ciudad que vive y perfuma
con la llamita de su ilusión.
((Recitado))
Que extraña la ciudad sin su duende
que extraño su corazón sin fantasía.
El viento que camina por las plazas,
pregona en primavera sus sonrisas.
Adónde quedó tu sueño de ayer,
adónde conduce las calles sin vos,
qué sombra se nutre de la soledad,
si no hay quien dirijas las tardes de sol.
En donde se ancló humilde señor,
la barca vacía del viaje final,
qué pájaro lleva a tu estela de luz,
qué enorme baldío te refugiará.
Que dulce canción, salvó la ciudad
rondando un rincón, de perros y pan
en el esplendor, de algún carnaval
tu voz de gorrión, despierta San Juan.
De un cielo marrón, algún volantín
traerá la victoria de tu libertad.
Adónde quedó tu sueño de ayer,
adónde conduce las calles sin vos,
qué sombra se nutre de la soledad,
si no hay quien dirijas las tardes de sol.
Letra y Música: Raul de la Torre
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