En el “Catálogo de pasajeros a Indias” figura como Diego Callejo Ronquillo, vecino de Arévalo, provincia de Ávila, Castilla La Vieja, hijo de Juan Callejo y de María Ronquillo. Viajó con destino al Perú en 1554 y entró a Chile en 1557.
Era licenciado en Leyes y acompañó al capitán Don Juan Jufré al traslado de la ciudad de Mendoza a su nuevo asiento, bajo el nombre de Ciudad de la Resurrección, en 1562.
Estuvo asimismo en la fundación de San Juan de la Frontera, el 13 de junio de ese mismo año. Se le adjudicó el solar de la esquina S. E. de la manzana ubicada en el lado Oeste de la Plaza Mayor de la villa.
Los historiadores atribuyen al licenciado Ronquillo la condición de persona culta y distinguida. Habría sido el primer teniente de corregidor de la ciudad, autor de una “Relación de los secos de Chile” y fiel compañero del capitán Don Juan Jufré.
Se lo menciona también como autor de la relación intitulada “De las cosas que los indios hicieron”, publicada por Don Pascual Gayangos, en el “Memorial Histórico Español” y en el apéndice de la “Historia de Chile”, de Góngora Marmolejo.
Estos datos otorgarían al licenciado RonquiIlo, quien probablemente era hombre de toga, el ser el primero en la historia sanjuanina dado a las letras y, quizás, al derecho.
De la descendencia de Ronquillo sólo se supone que tuvo un hijo, llamado también Diego Ronquillo, nacido en San Juan de la Frontera en 1591, posiblemente hijo natural del licenciado. Ronquillo volvió a España, a fines del siglo XVII. Antes de viajar, habría traspasado a favor de Luis Tenorio, una estancia de su propiedad. Probablemente Ronquillo sólo vino a Indias en busca de medios para mantener su posición social, acrecentarla y mantener su prestigio.
Poco se sabe de Francisco Gómez Durán, salvo que integró el grupo del capitán Juan Jufré. Algunas especulaciones lo señalan como vecino de Sevilla. Habría viajado en 1556, siendo soltero, a Perú. Se desconoce en qué año viajó a Chile, pero sí que cruzó la cordillera hacia Cuyo entre 1561 y 1562. Tenía el oficio de platero y lo ejerció en San Juan de la Frontera hasta dos años después de su fundación. Desde 1565 en adelante vivió en Chile, o sea que había abandonado Cuyo, quizá en busca de un porvenir mejor. Tuvo, luego de casarse con una india, un hijo llamado Domingo Durán, carpintero.
Con tierras en Chile y San Juan
Nicolás López de Aguirre habría nacido en España en 1530 o 1536. Llegó a Chile entre los años de 1549 a 1550 y estuvo en Santiago desde 1557 hasta 1560. Luego de obtener un solar en Santiago en 1558, partió en la expedición del capitán Don Juan Jufré a Cuyo y figuró entre los vecinos fundadores de San Juan de la Frontera. Según la historia se avecindó en la nueva villa, aunque hay registros de su paso por Villarrica, en Chile, en 1564 y por Santiago ese año y en el siguiente. López de Aguirre era uno de los yernos de Juan Martín Gil, otro de los vecinos fundadores. También estaba emparentado con el alférez real Don Juan Eugenio de Mallea, el segundo jefe de la expedición. Resultaba, por estas circunstancias, vinculado a una patriarcal familia por matrimonio, pues su suegro, en razón de las alianzas de hijos y nietos, debía ser persona prominente, de prestigio y gran predicamento.El nombre de su esposa es desconocido y tampoco se sabe si dejó descendencia, aunque se presume que tenía herederos en Lima en 1538. El matrimonio entre la hija de Juan Martín Gil y López de Aguirre debió celebrarse antes de 1564. Este fundador ya había fallecido en 1588.
Todos los miembros de la expedición eran hombres de armas; así lo exigía la conquista. Una vez fundada la villa, la mayoría de los que integraron el grupo inicial terminaron ocupando, inmediatamente o poco tiempo después algún cargo civil de gobierno: regidor del cabildo, corregidor, alcalde ordinario, justicia mayor o alcaide de cárcel, entre otros.
Videla Morón, Mario: Los postergados de la gloria, publicado en San Juan en el IV Centenario, Editorial Cactus, 1962