González Amaya, emprendedores incansables

José González Ruiz llegó a Buenos Aires, desde Málaga, en 1907. Fundó el 1 de enero de 1939 la Cochería San José, una empresa familiar.

José González Ruiz llegó a Buenos Aires, desde Málaga en, 1907. Según su sobrina nieta, Raquel Lucena de Rueda, "porque era de mucho andar". Instalado en San Juan y como era costumbre, mandó a buscar a su mujer e hijos. Así llegó Dolores Amaya, junto a los 7 hijos de los dos: José, Rafael, Adolfo, María, Carmen, Ana, y María Remedios, la madre de Raquel, que es quien relata esta historia.

Este espíritu aventurero lo impulsó a abrir un comercio en Rivadavia y Alem, luego de haberse establecido en Concepción. Raquel dice recordar aquel almacén "como en sueños", una casa que destruyó el terremoto.

El mayor de los hijos, José González Amaya, aquel que llegó a Argentina con 17 años, comenzó a trabajar de changador en el ferrocarril. Se ocupó de darle a sus hermanos estudios superiores. "El era autodidacta y era poeta. Tiene poesía publicada y usaba un seudónimo: El Barón de Torre Hermosa", recuerda.

Otro de los hijos, Adolfo, se casó y se fue a Buenos Aires. Desde allí propuso a los hermanos la creación de la primera empresa familiar: el Expreso Amaya. "Amaya y no González", dice Raquel, "simplemente porque decían que ya González había muchos", rememora.

"Después, con un capital juntado, Adolfo le propuso a José la cochería, que se fundó el 1 de enero de 1939". Así nació Cochería San José.

Al Expreso Amaya y a la Cochería San José se le sumó una experiencia de casi dos décadas en el negocio del aceite.

Hoy el negocio sigue siendo familiar. El último de los hermanos González Amaya vivo, José, siguió con la cochería hasta que falleció, a los 94 años, el 28 de mayo de 1984. Tomó el control, entonces, su esposa, María Victoriana Centella Rodríguez de González Amaya, que falleció, también a los 94 años, el 31 de julio de 2003. "A la muerte de María Victoriana, heredó el negocio mi hijo, Miguel Ángel Rueda, que también tiene AME, un servicio de emergencias médicas y el Cementerio Parque Privado San José", cuenta Raquel.

Raquel Lucena de Rueda, de 90 años, sobrina de José González Amaya, el malagueño emprendedor que llevó adelante toda una tradición familiar en San Juan, recuerda esos tiempos fundacionales con cariño.

Fuente: Diario de Cuyo