Apellidos de la letra N
Nieto Martín: una familia con una gran vocación por la enseñanza y la fe
Continuamos publicando la historia de la llegada a San Juan de inmigrantes que formaron familias que hoy son protagonistas de la vida provinciana.
Los Nieto son una familia numerosa, y en la provincia han llegado a destacarse en diferentes ámbitos, en el comercio, la religión, la política pero por sobre todo en la educación. Desde la abuela María Rodríguez, que se casó con el primer Nieto que llegó a San Juan, tienen una importante tradición en la docencia. Ana María Nieto fue ministra de Educación, su hermana es supervisora de Nivel Inicial en Neuquén y una plaza de Valle Fértil homenajea a sus padres, José Nieto y Ana María Martín, que compartieron la vocación por la enseñanza.
Desde Cruz del Eje a San Juan
Los primeros Nieto que llegaron al país se instalaron en Córdoba, hace al menos tres siglos. Allí, en la ciudad de Cruz del Eje, nació Santiago Eulogio Nieto Medina, en 1892. Sus descendientes desconocen qué tipo de instrucción formal recibió pero cuentan que tenía facilidad para escribir y que incluso preparaba discursos para otras personas. Fue empleado administrativo y luego vivió un tiempo en Mendoza.
Desde la provincia vecina arribó a San Juan. No saben precisamente cuál fue la razón de su viaje, pero uno de los relatos familiares dice que era perseguido por los lencinistas. Acá, conoció a María Rodríguez Romero. María, que nació en 1889, estudió en el Colegio El Tránsito y luego en el secundario “Escuela Normal Maestras de San Juan”, donde recibió el título de maestra normal. Ella marcó una tradición familiar en la docencia. Fue directora de la Escuela de las Hermanas del Buen Pastor, actual Sagrada Familia y trabajó en la Escuela Rivadavia.
Santiago y María se casaron en 1919 y tuvieron dos hijos, José Severiano y Florencia Elena, que llegó cuando la familia se fue a vivir un tiempo a Mendoza. Allí el padre trabajó como jefe del Registro Civil y después regresaron a San Juan para quedarse definitivamente. Siguiendo los pasos de su madre, José y Florencia se recibieron de maestros normales.
Un amor en la Dirección General de Escuelas
José tuvo una importante labor como docente. En 1939 fue enviado a fundar una escuela en Baldes del Rosario, Valle Fértil, fue inspector de Educación Religiosa, miembro del Honorable Consejo de Educación y se jubiló en la Escuela Leandro Alem. Esa vocación por la enseñanza la compartió con su esposa, Ana María Martín. Ella era hija de españoles. Su padre, José Martín, había vendido su fortuna para venir a Sudamérica y su madre, Ana González, fue modista de alta costura.
Después de recibirse en la Escuela Normal Sarmiento, Ana trabajó como docente de labores y tejido en la Escuela Nacional 56, como profesora de educación física en el Colegio Santa Rosa de Lima y se jubiló en la Escuela Complementaria Manuel Belgrano.
José y Ana María se conocieron en una situación muy particular. Probablemente se habían visto en los pasillos de la Normal Sarmiento. Sin embargo, se hablaron por primera vez en la sala de espera de la Dirección General de Escuelas. Esperaban hablar con el secretario para lograr una designación.
Después de una larga espera les tocó entrar. José le propuso a Ana María que ingresaran juntos y que lo dejara hablar a él primero. Él dijo que necesitaban el trabajo porque pensaban casarse y ella se quedó estupefacta ante semejante declaración. El funcionario dijo que lo iba a considerar y los jóvenes salieron. Aunque ella se enojó por ese episodio, los dos consiguieron trabajar en escuelas y se pusieron de novios. Por el trabajo que ambos hicieron en el ámbito de la educación, la Plaza de Baldes del Rosario lleva el nombre de los dos, desde 2008.
La familia Nieto Martín
José Nieto y Ana María Martín se casaron en 1945. Tuvieron once hijos y tres fallecieron: Santiago José, en un accidente doméstico; Octavio, después de nacer y Alberto José, que fue desaparecido en la dictadura militar.
Desde el abuelo, Santiago Nieto, la familia comparte la fe católica. Por medio de diferentes grupos, Acción Católica Argentina, Juventud Obrera, Movimiento Familiar Cristiano, Asociación Padres Seminaristas; participan activamente en la iglesia. Por esa misma razón, José y Ana les pusieron a sus hijos los nombres María, José y a la menor Jesús.
* La mayor es Ana María, que fue locutora en Radio Colón y Canal 8, fue profesora de filosofía en nivel secundario y en las dos universidades de la provincia, también secretaria y ministra de Educación. Es autora de varios libros, entre otros “Ley de educación Nacional: oportunidad y desafíos”. Está casada con Alberto García Salort, tienen tres hijos: Pablo, que es abogado, integró el Consejo de la Magistratura y llegó a ocupar una banca en la Cámara de Diputados; Adriana, que llegó a ser Subsecretaria General de la Gobernación y Ana Laura, que es psicóloga y directora de la carrera en la Universidad Católica de Cuyo.
* María Cristina trabajó en la Dirección de Protección al menor y como secretaria en la Facultad de Ciencias Médicas de la UCC.
* María Silvia fue docente en la primaria y se casó con Jorge Accolti, con quien tuvo cinco hijos: Alejandra, que es maestra; Cecilia, que es farmacéutica; María Eugenia, que es docente; Beatriz, que es empresaria y Jorge Gabriel, que es trabajador de la salud.
*José Ricardo es el fundador y único propietario de la heladería Portho Gelatto. Está casado con Camen Della Sala y tiene cuatro hijos: Ana Carina, que es docente de Artes; María Elizabeth, que es licenciada en Administración de Empresas; Santiago, que es empresario y Fernando, que es licenciado en Administración de empresas y empresario.
* José María es sacerdote. Fue asignado a iglesias en Jáchal, Rodeo, Valle Fértil, Cuba y Los Berros.
* Néstor José es visitador médico y tuvo la iniciativa de crear la Escuela de Formación de Visitadores Médicos. Tiene cuatro hijos: Natalia, que es kinesióloga; Romina, que estudia Abogacía; Ana Lorena, que es estudiante de Letras y Diego José Nieto Manini, que estudia Administración de Empresas.
* José Daniel es empleado administrativo del Hospital Rawson y de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCC. Se casó con Sandra González y tiene tres hijos: Matías José, que trabaja en una minera; María Gabriela, que es psicóloga y Facundo, que es licenciado en enfermería.
* Teresita de Jesús es maestra de nivel inicial y llegó a ser supervisora de Nivel Inicial en Neuquén. Tiene tres hijos: David, que es profesor de educación física; Emanuel, que estudia Enología y Javier Riveros Nieto, que está en el secundario.
El siguiente artículo fue publicado en El Nuevo diario el viernes 6 de mayo de 2005
Al maestro con cariño
En Balde del Rosario, Valle Fértil se realizó la I Fiesta Departamental “Del Queso y del Quesillo” organizada por el Club San Isidro y la Unión Vecinal de Baldes del Rosario, auspiciada por el Ente Autárquico Parque Provincial Ischigualasto y declarada de interés Departamental por la Municipalidad de Valle Fértil.
La fiesta del Queso y del quesillo se origina porque para los lugareños “el corral es el escenario de la vida”. La leche de vacas y cabras se convierte en cuajada, quesillo y queso, actividad principal de los pobladores del Balde.
Balde del Rosario, llamado así en honor a La Patroncita Nuestra Sra. Del Rosario, es un pueblo 50 kilómetros distante de San Agustín de Valle Fértil y casi 300 de nuestra Capital, que en la actualidad cuenta con 1000 habitantes.
Los vecinos a través de sus instituciones prepararon un nutrido programa de actos consistente entre otras actividades en una muestra artesanal y charla a productores ganaderos de la zona; programa que culminó en la tarde del sábado 23 con un sentido homenaje de la comunidad al primer docente de Balde del Rosario, don José Severiano Nieto y al pionero del fútbol de esa zona Don Santos Andrés Marrelli.
El homenaje consistió en la inauguración de dos monolitos, construídos por un vecino, Alejandro Villafañe, en la plaza del pueblo. La emotiva bendición de las placas estuvo a cargo del padre José María Nieto, hijo de Don José.
Hizo uso de la palabra para explicar el sentido del homenaje el presidente del Club San Isidro y Secretario de la Unión Vecinal Baldes del Rosario, Juan Morales, quien junto al director de Turismo, Rafael Muñoz y el concejal Luis Vega, descubrieron la placa.
Aunque había agradecido en nombre de los hijos Néstor Nieto, don José pidió el micrófono para decir:
“toda la vida, Balde del Rosario estuvo en mi corazón. Veo complacido que la labor iniciada hace tanto tiempo fructificó en estas nuevas generaciones que con entusiasmo han tomado la posta para procurar el bien de su querido pueblo. Siempre pido a Dios por ustedes y les agradezco enormemente este regalo que me llega como caricia de Dios en esta edad”.
A continuación don José Nieto hizo entrega de una bandera de Ceremonias como donación para la escuela que hoy se llama “José I. Fernández Maradona”, tiene EGB1, 2 y 3, cuenta con agua potable y energía fotovoltaica. Por ausencia de la directora y de la maestra, la recibió la presidenta de la cooperadora, Mónica O. de Villafañe quien prometió entregarla a las autoridades escolares.
El viejo maestro confesó en voz baja: “Me da tanta pena por la gente… ¿cómo no se quedan en la Primera Fiesta del Pueblo? ”
Posteriormente se descubrió la placa en homenaje a Santos A. Marrelli —pionero del fútbol— y se entregaron menciones a los ex jugadores del Club Sportivo San Isidro.
Cerró el acto el presidente del Concejo Deliberante, Luis Vega.
Después de arriar la Bandera se invitó a los presentes a pasar a las instalaciones del club a visitar la Muestra Fotográfica “El ayer y el hoy en Balde del Rosario” (fotos de la historia del pueblo: de “la escuela que nos vio nacer”, del Club, de la capilla y procesiones bajo el título “la religión: una herencia de nuestros antepasados”
Después comenzó el festival folklórico iniciado con una excelente dramatización de la leyenda e historia de Balde del Rosario coordinada por la profesora María Luisa Costa y la participación de artistas locales y el Dúo Mixtura.
Estuvieron presentes autoridades departamentales, entre ellos el concejal Luis Vega, el presidente de la Cámara de Turismo del departamento, José Rivas, el director de Turismo, Rafael Muñoz y el secretario de Cultura de la provincia, profesor Eduardo Peñafort.
El porqué del homenaje
Don José Nieto, apenas cumplidos los 20 años fue designado por Don Aristóbulo García (padre del futuro Gobernador de San Juan, el doctor Américo García) quien estaba a cargo de la Inspección Nacional de Escuelas como Director Interino de la Escuela Nacional 160.
En esos tiempos no existía el camino que unía a San Agustín de Valle Fértil con Balde del Rosario. Un camionero, Isaac Kerman lo trasladó por la huella hasta el caserío llevando en el camión los bancos, el pizarrón y los útiles para la escuela y los niños. Un vecino de apellido Espinoza le cedió un rancho semiderruído para que lo acondicionara y lo utilizara para aula y vivienda. Otro vecino, Ontiveros, le prestó una mula macho para que se trasladara.
La fecha oficial de inauguración de la escuela fue el 19 de abril de 1940. Hubo que buscar alumnos en Balde, Rincón, San Antonio, Baldecitos, Buena Esperanza y otros pobladores de cualquier edad de asentamientos aledaños. Los Ontiveros, Villafañe, Vega, Herrera, Pizarro, Díaz fueron de sus primeros alumnos
El 25 de mayo de 1940 en una vieja vitrola sonaron por primera vez las estrofas del Himno Nacional Argentino mientras los hermanos Cruz y Martín Villafañe izaban la enseña patria. El maestro, más joven que algunos de sus alumnos dirigió sus primeras palabras a una comunidad con la que construiría lazos de amistad y servicio que permanecieron en el tiempo y a través de generaciones. Los autores del homenaje son precisamente los hijos y nietos de aquellos primeros alumnos, que escucharon de boca de sus mayores lo que hizo el maestro Nieto en Balde: la Cruz Roja Infantil, el equipo de fútbol, acompañar a reconocer el lugar –llegaron hasta Ischigualasto- como lo documentó Emilio Romero en su investigación; enseñar religión; y sobre todo lo que siguió haciendo por ellos cuando se vino de allí.
Es una relación de más de sesenta años, durante los cuales, todo habitante de Balde que debió trasladarse a la ciudad a hacer trámites, o a internarse en el Hospital Rawson, avisaba al Maestro, porque sabía que lo iría a visitar, a llevarle una ayuda dentro de sus magras posibilidades, o simplemente a dar compañía y consuelo. Cada dos o tres años el Maestro ha vuelto a su pueblo en Semana Santa a compartir la Pascua, dar catequesis, traer pedidos y mandas para diligenciar, la última vez ya tenía 75 años y ahora con sus 85 a cuestas recorrió sufrido los 300 kilómetros, porque no se puede subestimar a la gente ni despreciar su cariño.
