Abdala Nacif y Josefina Weiss se conocieron en Buenos Aires. Él libanés, ella francesa, llegaron a San Juan a fines del siglo XIX. Algunos de sus hijos fueron coleccionistas y fundaron un museo, ahora llamado Hermanos Nacif Weiss. Además, han sido propietarios de la conocida Quebrada Nacif Weiss, que lleva el apellido de la familia. Sus nietos y bisnietos se han radicado en diferentes puntos del país y el mundo. Muchos de ellos son destacados profesionales.
Uno de los primeros Nacif que llegó al país fue Abdala Miguel, hijo de Abdala Nacif y Takle Nacusi, un hombre oriundo del Metn, del Líbano. Arribó junto a un primo al puerto de Buenos Aires a fines de 1870. En Capital Federal instaló un negocio de exportación e importación sobre calle Florida 1, donde comercializaba productos de su tierra.
Poco después de haber llegado, Abdala hizo negocios con unos hermanos de apellido Weiss, una familia oriunda de la región de Alsacia en Francia. Gracias a ese intercambio se estableció un vínculo de amistad y conoció a la hermana de los jóvenes, María Josefina Weiss, de quien se enamoró. Como muchos franceses, que tienen una larga tradición en la pintura, ella tenía una vocación especial para las artes plásticas.
Josefina y Abdala se casaron en la Iglesia del Socorro de Buenos Aires. Vivieron sobre calle Reconquista y en esa provincia tuvieron tres hijos: Marta, Amado y Víctor.
Abdala había logrado acumular un capital gracias a su actividad comercial y eso le permitió acceder a una propiedad en esta provincia. Llegó junto a su esposa Josefina e hijos y se instalaron en Angaco Sur, que hoy es San Martín. Allí se dedicó a la producción de uva y a su industrialización, ya que tuvo una bodega.
En la provincia nacieron otros hijos del matrimonio: Teresa, Fortunato, José, Margarita, Enrique, María Luisa, Josefina (Chatita) y Guillermo. Padre e hijos administraron la propiedad y la bodega familiar hasta que la crisis de 1929 golpeó su economía. Perdieron sus bienes y en 1933 murió Abdala.
Con mucho esfuerzo, realizando las más diversas actividades, los hermanos varones trabajaron para mantener a la familia. Después de un tiempo pudieron adquirir otra propiedad cuando comenzaba la década de 1940, en San Martín. Eran grandes extensiones de tierra enclavas en el Pie de Palo, sobre calle Independencia, dedicadas al cultivo de viñedos, la cría de ganado y la explotación minera.
La tranquilidad no duró mucho. Después del terremoto de 1944, Fortunato, José, Teresa, Chatita, Enrique y Guillermo junto a su madre decidieron trasladarse a Mendoza por un tiempo, como muchas familias sanjuaninas. Las mujeres vivían ahí en forma permanente mientras que los varones viajaban a San Juan para seguir atendiendo la propiedad.
A mediados de los cincuenta, la familia ya estaba de vuelta en San Juan. Hacía tiempo habían empezado a interesarse por el mundo de los objetos y la historia. Como contaban con varios elementos y querían organizarlos y exhibirlos, construyeron el “Museo Ceferino Namuncurá”. Le pusieron ese nombre porque era una tradición de la familia la devoción a Ceferino y el permanente vínculo con los salesianos. De los doce hermanos fueron José, Fortunato, Teresa y Chatita los que crearon y se ocuparon del museo.
Levantaron la obra dentro de la propiedad familiar, donde también estaba emplazado el cerro en el que todos los años los alumnos del Coro Aquiles Pedrolini visitaban al santo indígena y colocaban piedras en la cima en su honor. Por eso, en ese lugar, los hermanos junto a los Colegios Don Bosco de San Juan y San Martin, levantaron un monumento. Pasados unos años, decidieron ceder ese espacio a la Parroquia de San Martín, un lugar que en la actualidad es el centro de turismo conocido como Ceferino Namuncurá.
En 1959 la familia perdió a su madre María Josefina Weiss y en 1964 murió su hijo Enrique. La institución continuó creciendo hasta que en los setenta la situación cambió. José tenía diabetes y eso le produjo una progresiva ceguera. Preocupados por la continuidad de la obra, decidieron donarla a la Universidad Católica de Cuyo. En 1974 se concretó el traspaso y la universidad denominó al museo Hermanos Nacif Weiss, en honor a sus fundadores.
Los hijos mayores del matrimonio Nacif Weiss, Amado y Víctor estudiaron medicina en Buenos Aires y allá se radicaron. El resto se quedó en San Juan:
» Enrique se casó con una mendocina, Marta Godoy. Él falleció en 1964 y su esposa, que tenía 33 años, se dedicó a administrar los bienes de la familia y a educar a los nueve hijos que tuvieron.
» Margarita se casó con Guillermo Soria. Fueron padres de Federico, quien desapareció en la última dictadura militar y Alberto, que trabajó en Diario de Cuyo.
»Guillermo fue pintor, en especial retratista, un talento que heredó de su madre, Josefina. Se casó con Teresita Rodríguez Castro, con quien tuvo tres hijos: Teresita, docente; Cecilia, abogada y Guillermo, administra las propiedades de la familia.
»María Luisa se casó con Rogelio Olguín. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Rogelio, ingeniero que vive en Mar del Plata; María Irene, experta en yoga y vive en Buenos Aires; Guillermo, tiene una inmobiliaria y Eduardo, es psicólogo y vive en Mar del Plata.
»Teresa, Fortunato, José y Chatita, los fundadores del museo, no se casaron ni tuvieron hijos. Aparte de administrar la propiedad de la familia, los dos hermanos hombres fueron empleados del Poder Judicial.
Los hermanos perdieron contacto con la mayor, Marta. Saben que se casó con un Nacif y que una de sus hijas es religiosa y vive en la Casa de Betania, ella se llama Marta Nacif Nacif.
De los hermanos Nacif Weiss, Enrique fue el que tuvo más hijos, nueve en total:
» Enrique es músico, docente y vive en Buenos aires. Es padre de Enrique, que trabaja en la ONU en Austria; Josefina, es abogada y trabaja en derechos humanos en la Cancillería y Federico, es sociólogo y trabaja en el CONICET. Los menores, Enriqueta y Pedro, son estudiantes universitarios.
» Luis se dedica a la minería, es padre de Andrea, a quien todos conocen como Pipi y es humorista; Natalia, esteticista; María Paz, nutricionista; Florencia, estudiante universitaria; Lourdes y Tobías, que van a la escuela.
» Julio, falleció. Se casó con María Inés Bocca, con quien tuvo cuatro hijos: Julio, es médico; Victoria, especialista en marketing y vive en Buenos Aires; Mercedes, nutricionista e Inés, odontóloga.
» Marta vive en Buenos Aires y es madre de Jimena Domínguez, docente; Nicolás Domínguez, artista plástico; Emiliano Domínguez, es empleado estatal en San Juan y Julieta Domínguez, es estudiante universitaria.
» Cristina se casó con Ruperto Godoy, actualmente senador nacional. Son padres de: Eva Cristina, que es abogada; Alejandra, que es psicóloga y Ruperto José Emanuel, que es abogado.
» Guillermo Antonio es ingeniero, tiene empresas constructoras y vive en Mendoza. Es padre de José Pablo, licenciado en Economía y vive en Denver; Fernando, licenciado en Economía y administra los negocios en Buenos Aires; Luciana, licenciada en Economía y vive en Australia e Ignacio, que va a la escuela secundaria.
» María Josefina es jueza de cámara y está casada con Jorge Fernando Rivera Prudencio, presidente del EPRE.
» Sofía vive en Buenos Aires, es música y madre de Simón Varela, cineasta, y Bernabé Varela, estudiante universitario.
» Graciela se dedica a los negocios familiares. Está casada con Raúl Alonso y son padres de María Del Huerto Alonso y Raúl Alonso, que son estudiantes universitarios y de Lucas Alonso, trabaja en el negocio familiar.