DEL BONO: La huella de una familia

Los Del Bono llegaron a San Juan atraídos por el surgimiento de la vitivinicultura. De origen trabajador, se convirtieron en uno de los apellidos tradicionales de la provincia a fuerza de empeño, esfuerzo e ingenio para los negocios.



Juan Bautista, el padre, llegó casi de casualidad a San Juan y terminó forjando una de las principales empresas de viñedos en la provincia. Bartolomé, el hijo mayor, multiplicó los logros del primero y hasta se dio el lujo de fundar un club de fútbol. La calle Del Bono, en Desamparados, no se sabe a cual de ellos recuerda. Como sea, podría decirse que es un homenaje al trabajo, a la actitud empresaria y, sobre todo, a la visión de negocios.

 

De muestra, un botón: Esa calle, el barrio que atraviesa y que lleva el mismo nombre y toda esa acomodada zona -donde ahora se construye un hotel 5 estrellas y ya existía el Shopping- formaban parte de los viñedos de la familia. Es como si, aun tantos años después, las tierras tocadas por los Del Bono siguieran generando negocios.

 

Juan Bautista llegó a Buenos Aires en 1873. Venía de Italia, junto a su esposa María Briano. Llegaron al país seducidos por los comentarios favorables de los italianos que ya habían "cruzado el charco".

 

A poco de llegar, Juan hizo contacto con Vicente Cereseto, también italiano, quien en San Juan tenía una de principales bodegas argentinas. Cereseto contrató a Del Bono para que trabajara en su empresa y así fue como, en 1877, llegó a la provincia. Dos años antes de partir hacia San Juan había nacido Bartolomé, el primer hijo del matrimonio.

 

Del Bono era bueno en lo que hacía y cobraba un jornal elevado para la época, lo que le permitió sumar algunos ahorros.

 

Bartolomé incursionó en el ejército pero luego le interesó la carpintería, lo que lo llevó a Mendoza a perfeccionarse. De regreso y con 23 años le propuso a su padre que se asociaran para independizarse de Cereseto.

 

Bartolomé se convirtió en el líder de la bodega y con su visión única decidió fundar en Buenos Aires la Asociación Vitivinícola Argentina.

 

Con el tiempo el padre, más viejo y enfermo, le vendió su parte a sus hijos y fue el surgimiento de la sociedad "Bartolomé y Carlos Del Bono".

 

La unión no funcionó y Bartolomé, demostrando otra vez su capacidad en los negocios, decidió incursionar en la olivicultura donde se convirtió en un pionero en la provincia.

 

Al compás de sus actividades laborales se dedicó a la política y llegó a diputado provincial en 1907. También fue director del Banco Italo Argentino, que fundó junto a otros empresarios italianos, en 1919.

 

El 28 de enero de 1926 fundó el club que lleva el nombre de su familia, tras donarle a sus empleados los terrenos con la única condición que le pusieran a la institución el nombre de su padre.

 

Falleció a los 73 años, seis años después que su esposa, muerte que no pudo superar.

 

 

Fuente: Diario de Cuyo. 13 de junio de 2007

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Sobre la calle Del Bono