PEDRO PERONA: Rescatado por los vecinos

Una calle de Rawson lo recuerda, pero no hay documentos oficiales que cuenten su historia. En realidad se conocen muy pocos datos de este hombre. Sólo hay unas cuantas imágenes que perduran en la memoria de algunos vecinos.

La historia del Perona oculto detrás de la calle que lo recuerda en Rawson es un ovillo enmarañado. En los libros de historia y los archivos municipales o provinciales no figura una sóla línea. Fueron los vecinos quienes revelearon desde el nombre de pila -Pedro- hasta el motivo por el que se lo recuerda allí.

"Alto y con pinta de gringo", lo describió Reynaldo Pérez, de 87 años, y agregó "era el dueño de los terrenos ubicados en esta zona, que empezaban unos doscientos metros al Sur de la esquina de Mendoza y Doctor Ortega". El hombre y su esposa, Margarita Yubel (82 años) se cuentan entre los vecinos más antiguos del lugar.

"Pedro Perona era procurador o martillero y creo que era sanjuanino. Su esposa había heredado los terrenos que ambos tenían aquí", contó Reynaldo, quien vive allí desde 1949.

"Buen mozo", describió por su cuenta Margarita, mientras otra mujer del vecinadario recordó que el hombre en cuestión "vivía con su esposa en una casa ubicada donde actualmente está el cine Luxor, en calle Mendoza, a 20 metros de lo que hoy es la calle Perona".

Hilda Giuliani, vecina de otra zona de la Perona, aportó más datos: "En los años 40 yo solía ver a Perona, ya viejito, y a su esposa sentados al sol. Yo tendría unos 7 años entonces".

La mujer contó que los Perona no tenían hijos y que "de un día para otro" vendieron la casa, se mudaron y nunca más se supo de ellos. "No tenían mucho contacto con los pocos vecinos que había entonces y cuando se fueron, tendrían alrededor de 70 años", aseguró.

Pero Hilda, que fue a vivir allí después del terremoto de 1944, encendió la polémica vecinal con otra declaración: "Los Perona no tenían propiedades en esta zona, sí eran una de las familias más antiguas del lugar, pero estos terrenos no les pertenecían. Lo sé porque estas tierras eran de mi padre, Amado Giuliani".

Micrófono y periodista volvieron a la primera fuente, al primer vecino: "Perona sí tenía tierras en este lugar; estaban al Sur de la calle que hoy se llama Perona; las propiedades de los Giuliani estaban hacia el otro lado, hacia el Norte", enfatizó Reynaldo Pérez respaldado en los 60 años que lleva como vecino del lugar y agregó: "Yo mismo le compré este terreno a él. Era un hombre bueno. Acá tenía platadas arvejas y cebollas", recordó. Y ahí mismo a su esposa se le encendió la memoria: "Fueron los mismos vecinos, por costumbre, quienes empezaron a nombrar esta calle, que entonces era sólo un callejón antiguo de la propiedad, como Perona".

Y los vecinos también fueron quienes integraron una especie de unión vecinal, sin sede fija, y por sus propios medios gestionaron el asfalto de la calle cuyo nombre le quitaba el sueño a más de un curioso.