Se la recuerda como una de las guerras más sangrientas de la historia americana. Luego de una serie de incidentes que venían desde 1863, Paraguay invadió en 1865 el territorio correnti-no, tras la negativa Argentina a dejar que las tropas de ese país transiten nuestro territorio para enfrentar a los brasileños. El 1 de mayo de ese año, un tratado firmado entre Brasil y la república Oriental de Paraguay fue suscripta por representantes argentinos. Allí se declaraba que "la paz, seguridad y bienestar de sus respectivas naciones era imposible mientras existiese ese gobierno en Paraguay". Quedaba conformada así la Triple Alianza que enfrentó a los paraguayos de Solano López.
La guerra duró cinco años y ocasionó numerosas pérdidas en ambos bandos. Fue un conflicto duramente criticado por prominentes unitarios y federales de la época.
San Juan participó con un batallón integrados por voluntarios y reclutados obligatoriamente por lo que se denominaba "la leva". Hay discrepancia respecto de la cantidad de hombres que formaron el batallón. Mientras algunos autores hablan de 250 soldados, otros se refieren a 400.
El comandante de ese batallón fue el coronel Rómulo Giuffra, quien murió en el combate de Boquerón.
En San Juan hay descendientes directos de integrantes de ese batallón. Algunos participaron del acto realizado el 18 de julio de 1906, cuando fue inaugurado en el cementerio de la Capital el monumento que recuerda a los soldados sanjuaninos de esa guerra. Exactamente cien años después, la comisión de Patrimonio Cultural convocó a los descendientes de esos soldados y a la convocatoria respondieron conocidos comprovincianos que destacaron orgullosos el pasado heróico de sus ancestros. Entre ellos se pudieron contar a la esposa del Gobernador, Rosa Palacio Figueroa, bisnieta de Lucerino Figueroa, la secretaria de Relaciones Institucionales, Elena Pelletier y el ex subjefe de Policía, Comisario General Carlos Baéz, descendientes directos de Jacinto Báez, Hebe Almeyda de Gargiulo, que tiene parentezco por parte de madre y de padre con los guerreros Juan Quiroga y José Almeyda, más la secretaria de cultura Zulmaa Invernizzi, tataranieta de Bernardo Aubone y Tobar. También integrante del I Agustín Gnecco encabezó el homenaje a los guerreros del Paraguay hace cien años. Ahora su descendiente, María Julia Gnecco, preside el Consejo Cultural que organizó este homenaje.