El 5 de septiembre de 1930 se inaugura LV1 con la presencia del interventor Modestino Pizarro.
Con la presencia del entonces interventor de San Juan, Modestino Pizarro, el 5 de septiembre de 1.930 la familia Graffigna inauguró una emisora que comenzó su actividad con un nombre muy distinto al que hoy lleva: LT6 La Broadcasting del Vino.
La idea había comenzado a gestarse años antes, concretamente en 1926 cuando don Benedicto Graffigna compró un radioteléfono para comunicarse con las propiedades que la familia tenía en Pocito, 9 de Julio y Tinogasta (Catamarca).
En 1927, y decididos ya a iniciar su carrera radial, los Graffigna comenzaron a experimentar transmitiendo 2 ó 3 horas por día, hasta que en 1.930 el general Luis Dellepiane otorgó una concesión precaria a la Sociedad Anónima Santiago Graffigna Limitada
Se llegó así al día de la inauguración.
El país vivía horas difíciles. Era un “secreto a voces” que el gobierno de Hipólito Yrigoyen estaba a punto de caer. El primer golpe militar estaba en marcha y la provincia había sido intervenida por Yrigoyen quien había enviado a un hábil político, el mundano Modestito Pizarro para “radicalizar San Juan” hasta entonces dominada electoralmente por el cantonismo.
La radiodifusión no tenía en aquellos años la fuerza que llegaría a alcanzar como medio de comunicación. Pocos eran los sanjuaninos que contaban con receptores y las pequeñas antenas de la emisora le permitían un modesto alcance en un medio donde predominaba lo rural y por ello la población estaba muy dispersa.
La emisora, que al tiempo comenzó a llamarse Radio Graffigna, fue creciendo y en 1942, trasladó sus estudios a la calle Mendoza, al subsuelo del edificio que construyó don Bartolomé Del Bono.
Pero además, ese mismo año, los Graffigna inauguraron una nueva planta trasmisora con una nueva antena. De origen alemán, la antena estaba instalada en la localidad bonaerense de Monte Grande y en realidad eran 9 antenas de 75 metros cada una que receptaban la hora de Greenwich, que se emitía desde Inglaterra.
Cuentan que “leyendo el diario La Prensa, Alberto Graffigna descubrió que estas antenas iban a ser dinamitadas y se puso en campaña para adquirir tres, con la idea de superponerlas y armar una sola. Luego de arduas gestiones, el general Pistarini se comprometió a cederlas si la empresa sanjuanina estaba dispuesta a desarmarla y encargarse del traslado”.
Los medios gráficos de aquellos años, en especial el diario Tribuna, cuentan que “la llegada a la provincia fue todo un espectáculo: el tren Buenos Aires al Pacífico arribó a la playa de la bodega Colón y allí fue descargada la mole de 64 toneladas de hierro y 216 metros de altura y se convirtió hasta hoy, en la construcción más alta que se realizó en el Valle de Tulum. Lo fue también en su tiempo la máxima altura para estación radiofónica en Sudamérica. El 20 de diciembre de 1942, la antena fue inaugurada y la madrina fue Beatriz Graffigna.
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