La Villa Olímpica y la noche, el secreto mejor guardado

• Notas Curiosas
• 09/08/2012
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En Londres, se repartieron 150 mil preservativos para los atletas; Lochte afirmó: "El 70 por ciento de la gente tiene sexo aquí adentro".

En los Juegos de Sydney 2000, fueron 70.000 y, en Pekín, 120.000. Ahora, en Londres calculan que 150.000 . No hablamos de espectadores, de récords ni de medallas. Esta cifra, que aumenta de un Juego a otro, representa la cantidad de preservativos que se repartieron en la Villa Olímpica. Si bien la mayoría de los deportistas evita hablar del asunto, por lo bajo son muchos los que reconocen qué es lo que ocurre cuando anochece en la ciudad de los atletas. 

Milorad Cavic, rival que le peleó palmo a palmo a Phelps una medalla en 2008, confesó sobre la Villa londinense: "Parece Ibiza, con música a todo volumen hasta pasada la medianoche. A veces me pregunto qué hacemos aquí". Miles de deportistas, entre 20 y 30 años, promedio, conviven desde hace varios días en un desfile de cuerpos esbeltos, espaldas trabajadas y curvas pronunciadas. La tentación está al acecho. Una de las figuras olímpicas de Estados Unidos, el nadador Ryan Lochte, calculó que "el 70 por ciento de la gente tiene sexo en la Villa". 

Hace pocos días, Luciana Aymar mostró su disgusto por un supuesto romance con Juan Mónaco que trascendió en la prensa argentina. En los Juegos de Sydney 2000, el suizo Roger Federer se puso de novio en la Villa con quien ahora es la madre de sus hijas y, actualmente, en la delegación argentina hay dos parejas de novios, que compiten distintas disciplinas. 

Resulta difícil que durante los días de competencia los deportistas cuenten abiertamente qué ven o qué se hace en la Villa. "Yo fui dos Juegos y nunca estuve con nadie, pero se ven algunas cosas", comenta un atleta argentino que prefiere mantener el anonimato. Otro contó que en Pekín vio cómo entraban y salían mochilas con alcohol del departamento. En una entrevista, hace unos tres años, Mariana Rossi -ex zaguera de las Leonas- decía sobre la Villa en los Juegos de 2008: "Era increíble; Disney era poco... Lo tenías a Rafael Nadal, a Kobe Bryant ahí en el comedor. En el edificio argentino había computadoras para todos, PlayStation, plasmas, todo. Para mí, fue como un viaje de egresados. Yo fui a divertirme, jugué tranquila, pero cuando empezó el torneo nos pusimos serias".

Algunos rompen el silencio años después. Basta con escuchar el relato del tirador americano Josh Lakatos, que en Sydney se quedó con las llaves de un edificio contiguo al suyo y acabó por administrarlo para las parejas necesitadas. "Al final, terminé por dirigir un burdel en la Villa. Nunca he vuelto a ver en mi vida tanto libertinaje", reveló años después. También en los Juegos de Australia, el estadounidense Breaux Greer, lanzador de jabalina, confesó haber tenido relaciones con dos atletas a la vez. 

En una entrevista a ESPN, la campeona de fútbol femenino en Pekín 2008, Hope Solo, habló sin tapujos: "Hay mucho sexo. He visto a gente haciéndolo al aire libre, en el césped, entre edificios". Refuerza esta afirmación el judoca peruano de 23 años, Juan Miguel Postigos, con algo de humor: "Hay ganas de intercambiar culturas", dice. Al ser Perú una delegación de pocos atletas, le toca compartir el edificio con Armenia y Eslovenia. 

Son pocos los que cuentan cómo es la vida puertas adentro y muchos, los que afuera, imaginan cómo es pasar una noche en la Villa Olímpica, la ciudad donde duermen diez mil atletas de todo el mundo. 

Condones australianos.

El comité organizador de los Juegos de Londres quiere evitar que los "condones canguro" se repartan por la villa olímpica, después de que una ciclista australiana revelara a través de twitter la existencia de un container con preservativos australianos. "Haha, los rumores son ciertos. Villa olímpica", tuitéo la ciclista de BMX Caroline Buchanan junto a una foto en la que se ve el depósito con los preservativos y la leyenda "Condones Canguro".

Una portavoz del comité organizador señaló que los deportistas pueden llevar a la villa sus productos, pero sólo para su uso personal: "Por ello trataremos de que no se repartan esos preservativos a otros atletas".