Pablo Tabachnik es reconocido en San Juan y Argentina por su talento en el tenis de mesa. Esta es la historia de su familia, que comienza con la llegada de sus bisabuelos polacos a Argentina, a principios del siglo XX.
Los padres, tíos, primos y el hermano de Pablo son los únicos Tabachnik en la provincia. A sus tíos abuelos les cambiaron el apellido, a algunos los registraron como Tabachuik y a otros como Tabanik pero la forma de escritura original era Tabachnik.
El viaje de Polonia a San Juan
Jacobo Tabachnik fue el primero de esta familia en llegar a Argentina. Él y algunos familiares huyeron de Polonia antes de que comenzara la Primera Guerra Mundial. Primero intentó entrar a Inglaterra, donde se radicaron algunos de sus hermanos, pero le negaron el ingreso. Luego fue a Estados Unidos y tampoco pudo entrar,le dijeron que lo rechazaban por problemas de visión, aunque él vivió hasta después de los ochenta años y jamás tuvo que utilizar anteojos.
Finalmente, después de tan largo viaje, llegó a Buenos Aires y se instaló allí. Sus descendientes no saben con certeza si fue ahí donde conoció a su mujer, Catalina Millaner, que también era de origen polaco. No está claro si se conocían de antes o no pero contrajeron matrimonio, probablemente a raíz de algún arreglo como solían hacer en esa época las familias, sobre todo dentro de la comunidad judía. Poco después de instalarse, en 1913, tuvieron a su primer hijo: Aarón, que fue el abuelo de Pablo Tabachnik. Después nacieron Manuel, Samuel, Dora y Rebeca, que es la única viva de los hermanos y reside en Buenos Aires. A todos ellos los inscribieron con variaciones en el apellido.
Hace unos veintidós años Pablo y su padre, Roberto Tabachnik, se
enteraron de algo que desconocían sobre su apellido. Estaban en España, donde
el joven participaba en un torneo iberoamericano. La entrenadora del
seleccionado español de mujeres, que era rusa, les dijo que Tabachnik es el
nombre de un pueblo ubicado entre Polonia y Rusia y que se llama así porque sus
habitantes, históricamente, se dedicaron al armado de cigarrillos.
De oficio y por herencia, carpinteros
Jacobo era carpintero. Se formó en el oficio desde pequeño, como solían
hacerlo los europeos. Empezaban limpiando, luego recogiendo la viruta, hasta
hacerse cargo de las tareas más delicadas. Él siempre trabajó en ese ámbito.
Cuando sus cinco hijos aún eran chicos, Jacobo y Catalina se vinieron a San Juan, a través del contacto con algún paisano. El terremoto del 44 les destruyó la vivienda, se fueron a Buenos Aires durante uno o dos años y regresaron al oeste argentino.
En la provincia, el inmigrante polaco armó su taller. Por ahí pasaron muchos sanjuaninos que aprendieron el oficio. Además, llegó a ser un local muy conocido por el apellido de su dueño, Tabachnik. Los tres hijos hombres de Jacobo aprendieron el trabajo de carpintero y cada uno tuvo su especialidad. Aarón, con quien continúa esta historia, fue un destacado lustrador. Era considerado todo un sabio en el manejo de las sustancias para lograr la mejor calidade incluso sabía cómo teñir los muebles para imitar ciertos tipos de maderas.
De los otros hermanos varones, Samuel, disfrutaba mucho de estar con la
gente y se fue junto a un circo que visitó la provincia. Viajó por el mundo, a
bordo de diferentes barcos, hasta que se radicó en Estados Unidos. Regresó a la
provincia, se casó con una sanjuanina y luego volvió al norte, donde falleció.
Mientras que Manuel siguió trabajando en el taller y todos lo conocían como un
artista de la madera.
Los Tabachnik Gluzman
Aarón Tabachnik se casó con una mujer de su colectividad, Margarita
Gluzman, que era rumana. Margarita llegó al país con cinco años. Venía de un
pueblo ubicado entre Rumania y Rusia, su madre había muerto así que vino con su
padre y dos hermanos.
Margarita y Aarón tuvieron tres hijos: Mario, Roberto y Lidia. Ella impulsó a su marido a que diera pasos jugados dentro del rubro en el que trabajaba y él puso su energía para lograr el progreso económico de su familia. Ella lo animó a que, aparte de trabajar en la fabricación de muebles, vendiera madera y a que abriera una ferretería. Instalaron el negocio en calle Sarmiento, a metros de Brasil y con el tiempo el hijo de inmigrantes se convirtió en un referente, entre otras cosas, de la venta de álamo.
Cuando Aarón falleció, su hijo Mario heredó el negocio familiar, en el
que aún trabajan, aunque en otro domicilio. Él tuvo dos hijos: Andrea
Tabachnik, fallecida, y Gabriel Tabachnik, que trabaja en la
empresa familiar. Lidia, la otra hermana, vive en Buenos Aires y tiene dos
hijas: Yael Dubner y Lissi Dubner.Por último,
Roberto, es abogado y tuvodos hijos: Gustavo Tabachnik y Pablo
Tabachnik. Ambos son abogados, compiten en tenis sobre mesa y Pablo ha
llegado a participar en importantes competiciones obteniendo varias
distinciones.
La pasión por el ping pong
Pablo Tabachnik, hijo de Roberto y María de las Mercedes Monje, comenzó a practicar tenis de mesa como un hobbie en el negocio de su abuelo, junto a los empleados del local y con amigos del barrio. Después comenzó a tomar clases con Ricardo Berardi en el Club Estudiantil y luego, junto a su hermano Gustavo, siguieron entrenando en el Club Sporting Estrella con Enrique Soler. Eso fue en 1888 y al año siguiente Pablo jugó su primer campeonato argentino.
El sanjuanino fue Campeón Argentino Sub 14 (1991) y Sub 17 (1993), luego
marcó récord al convertirse en Campeón Argentino Mayor dieciséis veces entre
los años 1994 y 2013. A nivel internacional también llegó a varios podios. Fue
Campeón Sudamericano Individual Sub 17 (1993) y Campeón Latinoamericano
Individual Sub 17 (1994). En los reconocidos Juegos Panamericanos ganó la
Medalla de Plata (1995, 1999,2007, 2011) y de Bronce (2003). Además, junto a la
Selección Argentina, participó en los Juegos Olímpicos de Sydney (2000), en
Atenas (2004) y en Beijing (2008), ha jugado seis panamericanos y participó del
séptimo en Toronto. Desde los catorce años ha participado en más de una
oportunidad en los mundiales, el primero fue en Suecia y el último, en 2013, en
Francia.