Su nombre original fue y sigue siendo gobernador David Chávez, pero nunca nadie lo reconoció como tal. Resulta que los dueños originales de las tierras donde se construyó el barrio fueron los Campodónico.
Todo allí se pensó para reconocer a los grandes de la música, desde el nombre de las calles hasta incluso el dibujo que ellas trazan, que, coincidentemente, se asemeja al instrumento musical denominado triángulo. Así uno puede transitar dentro del barrio por calle Federico Chopin, por Guiseppe Verdi, Beethoven, Franz Schubert o por Franz Liszt, a lo que se suman varios artistas locales que viven hoy en el vecindario.
Se trata del barrio santaluceño conocido como Campodónico. Y, aunque su nombre original fue y sigue siendo gobernador David Chávez, nunca nadie lo reconoció como tal. Resulta que los dueños originales de las tierras donde se construyó el barrio fueron los Campodónico, una de las familias más grandes y reconocidas en la provincia por sus viñas, bodega e industrias.
Según cuentan los vecinos, el barrio original se comenzó a construir tras el terremoto de 1944, en 1949. Para 1952, el Campodónico estaba terminado pero aún no tenía luz ni agua, por lo que muchos de los vecinos no se fueron a vivir allí hasta los ''60. En ese tiempo, estaba forestado con plátanos, que en el ''77 cambiaron por la arboleda actual compuesta por moras. Esa misma década vino la primera remodelación de la única plazoleta del barrio, la pavimentación y las cunetas.
Una imagen más moderna del lugar llegó entre el 2000 y el 2008, cuando se inauguró un portal de entrada, se puso un cartel con el mapa del barrio, señalizadores, hermoseó el boulevard, y se construyó una gruta en la plazoleta, a la que se llamó Santa Cecilia, la patrona de la música.
Según cuenta un trabajo de investigación que realizó para el barrio la historiadora Mabel Cercos, don Angel D''Anna, uno de los vecinos más conocidos de la zona por su fábrica de soda, recuerda que, cuando llegó al barrio, "las casas sobre Avenida Libertador eran las que tenían agua y les daban a los vecinos de las casas internas del barrio. No existían las medianeras, se dividían por ligustrinas".
Su hija, Myriam D''Anna y otras dos vecinas, Silvia Tello y Josefina Valenzuela, contaron que sus casas, por haber estado desocupadas luego de su construcción, habían sido víctimas de una década de vandalismos que casi las destruyen.
Los vecinos en sus relatos recuerdan las primeras reuniones, la colaboración de todos llevando sillas, mesas, manteles, platos, para juntarse y compartir entre los vecinos. Y ese folclore no se perdió con el paso de los años: el barrio Campodónico aún festeja todas las fechas patrias, a las que suma el Día de la Madre, del Niño, del Padre, del Amigo, de la Mujer, fin de año, etc. Todo acompañado con la danza, la música y las comidas caseras hechas por los mismos vecinos, por lo que hasta la comuna ha declarado sus eventos de interés cultural e histórico.
Fuente: Diario de Cuyo