Apellidos de la letra R
Riquelme. El sevillano que se refugió en Argentina y fue un destacado empresario
Pedro Riquelme fue el primero de su familia que dejó Sevilla y vino a Argentina. Su madre lo mandó a este país para protegerlo de la situación que vivían con el régimen franquista. En San Juan, fue dueño de una de las droguerías más grandes que tuvo la provincia. Su hijo Juan Carlos fue contador, se desenvolvió en varias áreas de la administración pública y uno de sus nietos, Sebastián, preside el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
Un bohemio, defensor de los más vulnerables
Pedro Riquelme nació en Sevilla. Fue el mayor de los tres hijos que tuvieron Pedro Riquelme Barrera y María de los Ángeles Candón. Su padre tenía una empresa de fabricación de zapatos y campos de olivo y era hijo del médico Pedro Riquelme Lomón.
Pedro Riquelme padre, nacido en 1887, en Morón de la Frontera (Sevilla), era un bohemio, amante de la lectura. Junto a su mujer, María de los Ángeles, además de Pedro, tuvieron a José y Emilia. Aparte de ser un apasionado por los libros, fue juez de paz de su ciudad entre 1932 y 1934 y fue en esa época cuando comenzó a tener problemas, ya que expropió terrenos en defensa de familias humildes. Esto, sumado a su cercanía al Partido Socialista, trajo problemas a la familia durante el régimen franquista.
La persecución del franquismo
El 24 de julio de 1936 las tropas de Francisco Franco llegaron a Morón. Para protegerlo, María le pidió a Pedro que dejara el pueblo y él se refugió en la finca “La cuerva”, que era de un amigo. En la huida de las tropas franquistas, junto a un grupo de personas, pasó por varias ciudades, entre ellas Cartagena, Málaga, Valencia y Alicante.
Poco después de la llegada de los soldados franquistas, María, en un nuevo intento por proteger a su familia, le pidió a su hermano José Candón que se llevara con él, a Argentina, a su hijo mayor, Pedro, que tenía alrededor de dieciséis años. José ya estaba radicado en Sudamérica pero solía viajar asiduamente a Europa. Acá, Pedro hijo trabajó en Córdoba y Mendoza, realizando varias tareas pero una que lo marcó fue la elaboración artesanal de remedios. Hacía un trabajo similar al del boticario y finalmente se radicó en San Juan.
Los primeros años acá fueron duros para Pedro, no era sencillo encontrar trabajo y prosperar; más difícil aún era vivir esas dificultades lejos de su familia. Un día, cansado de esa situación, decidió comprar un pasaje y volver a España. Se dirigía a comprarlo cuando pasó por una librería y le llamó la atención un libro en la vidriera “Siempre adelante”. Compró el escrito, decidió quedarse en la provincia y años más tarde, poco antes de fallecer, le contó esta historia a una de sus hijas y le regaló ese texto, que fue lo que lo sostuvo en ese momento.
De boticario a empresario
Con gran esfuerzo, Pedro pudo hacerse de un capital para abrir su propia empresa, la Droguería Central, que estaba ubicada en Catamarca, entre Córdoba y Santa Fe. Además, en 1942 se casó con Julia Argentina Lima, que era hija del escribano Segundo Lima Bustos y de Rogelia Flores Quiroga. Julia era hermana del escribano Ignacio Lima, que tuvo dos hijos: Marcelo, intendente de la Capital, y Walter Rogelio, secretario General de Gobierno.
La droguería de Pedro llegó a ser una de las más importantes de la provincia, la mantuvo hasta principios de los noventa y falleció en 1993. Además de dedicarse a ese rubro, tenía una importante vida social. Era asiduo de Casa España, institución que presidió y disfrutaba del deporte, en especial del tenis, fue presidente y socio vitalicio del Lawn Tennis.
La llegada de otros Riquelme
En España, entre 1947 y 1948, Pedro Riquelme Barrera falleció, aunque su familia nunca supo precisamente cuándo y tampoco saben dónde están sus restos. Es que Pedro padre es uno de los tres mil desaparecidos que hubo en Sevilla durante la dictadura de Franco. Después de su fallecimiento, su hijo, que estaba en Argentina, trajo a su madre y a sus dos hermanos. José vino junto a su esposa, María Márquez, y sus dos hijos: Pedro, ginecólogo y Francisca “Paqui”, maestra. Emilia se casó con Diego Reina y tuvo dos hijos: Susana, profesora de matemática y Carlos, comerciante.
Pedro hijo y su esposa Julia, tuvieron cinco hijos. El mayor fue Juan Carlos, que fue contador y con él continúa esta historia. La segunda fue Ángeles Beatriz, maestra, se casó con el enólogo Juan Segundo Olivares y tuvieron a María Beatriz, maestra de nivel inicial, y Juan Arturo, ingeniero agrónomo. El tercero es Jorge, que ha sido médico radiólogo, está casado con María Rosa Maldonado, maestra y son padres de: Daniela, médica ginecóloga; Paula, nutricionista; Julieta, administradora de empresas y Mariana, estudiante universitaria. La cuarta es Alicia, profesora de inglés, se casó con Oscar Suárez, comerciante, se radicaron en Mendoza y son padres de Gabriela, diseñadora y Carolina, oftalmóloga y vive en Buenos Aires. La menor es Cristina, maestra de nivel inicial, casada con Pablo Casas, comerciante. Ellos son padres de: Pablo, contador; Natalia, administradora de empresas; Josefina, profesora de educación física y Jimena, estudiante de psicología.
La familia Riquelme Galvarini
La historia continúa con el hijo mayor de Pedro, Juan Carlos Riquelme, que fue contador, trabajó en el Ministerio de Gobierno, en Dirección de Rentas, fue profesor de la Escuela de Comercio y de la carrera de contador en la Universidad Católica de Cuyo. Él se casó con Etelvina Galvarini, hija de Luis Benito Galvarini Basualdo y de María Aráoz de Moya. El matrimonio tuvo cuatro hijos y nueve nietos:
» María de los Ángeles, maestra de nivel inicial, casada con Carlos Azeglio, arquitecto, son padres de Milagros y Juan Cruz.
» Juan Pablo, abogado, casado con Susana Adárvez, profesora de danzas clásicas, son padres de Valentina y Luján.
» Sebastián Pedro, contador y presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Está casado con Silvana Fernández, maestra, son padres de Federico, Nicolás y Gonzalo.
» María Etelvina es contadora, está casada con Patricio Escudier y son padres de Ignacio y Guadalupe.
