Pizza y cerveza: los insólitos gustos que vende una heladería

Los sirven con galletas y los venden en food trucks. Son un éxito y tienen más de 10 camiones. Qué otros raros sabores ofrecen.

Desde esos primitivos sabores que, relataban los viajeros, elaboraban en la antigua China con hielo y jugo, los helados vivieron siglos de historia y de evolución. Y, ahora, parecen haber entrado en una nueva era: la de los gustos (aparentemente) imposibles.

Los helados salados empezaron a incorporarse en las cartas de los restaurantes de vanguardia hace un tiempo, pero una cadena de heladerías en Estados Unidos los mete ahora directamente en el vasito y es un éxito. Por ejemplo, en vez de comer una pizza y tomarse una cerveza, ahora se puede degustar todo junto, en dos bochitas.

Coolhaus fue fundada en 2008 por dos mujeres, Natasha Case y Freyra Estreller. Cocinaban galletas y hacían helados, y los combinaban en una especie de sandwich que sigue siendo una marca de la firma.

Estos sándwiches de helado los vendían en un food truck por las calles de Los Angeles. El debut oficial fue en el festival de Coachella 2009. Desde entonces, no pararon de crecer y hoy tienen una flota de camiones de helado: 5 en California, 5 en Dallas y 2 en Nueva York. Los venden en eventos, en fiestas privadas y también pueden comprarse en otros mercados y cadenas, y en los camiones fijos que tienen en Culver City y Pasadena.

“Lo que hace únicos nuestros helados es la combinación de sabores en la que el dulce se une con el salado, que no podes encontrar en ningún otro lugar”, aseguran en su página web.

Al ver la lista de casi 50 gustos que tienen actualmente en la carta, se entiende que tienen razón. El helado de pizza, cuentan, es el más popular, el que todos quieren probar: lleva mascarpone, tomates secos, aceite de oliva, sal y albahaca. El de cerveza trae una base de Stout y viene salpicado de pretzels salados. Otra variedad rara es el de palta, con galletitas hechas con romero y aceite de oliva. ¿Más locura? Helado de pollo frito y waffles, helado de habano (con notas de caramelo, sal, café y humo),  de pastrami (con trocitos del fiambre caramelizado) y el helado “Netflix”, con pop corn y nachos (una síntesis de la compañía ideal del binge watching).

Las creadoras hablan de una “arquitectura del helado” y por eso sugieren comerlo en sandwich, con galletitas variadas que se combinan con los gustos de la crema. Las hay dulces, como la que se inspira en la clásica torta Red Velvet, y otras más jugadas como la cookie snack food, que trae pedacitos de cereal y papas fritas. Y tienen variedades, como el macaron de caramelo y sal, aptas para celíacos.

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Coolhaus y sus helados de exóticos sabores.