Recabarren (Jorge Darío Bence). Cuyanos de pura cepa

Con sus raíces en Albardón, una familia que vive y transmite la pasión por el folclore cuyano. Jorge Pascual Recabarren Gordillo, popularmente conocido como Jorge Darío Bence, es uno de los iniciadores de esta tradición familiar, que hoy continúan algunos de sus hijos y nietos

Jorge Pascual Recabarren Gordillo, más conocido como Jorge Darío Bence, ha sido un gran defensor y promotor de la cultura cuyana. En mayo de 2015 obtuvo uno de sus mayores reconocimientos al ser declarado “Prócer de la cultura federal”. Y justo en este mismo año, en octubre, Bence celebra medio siglo de su programa radial “Alero Huarpe”, donde le da valor al folclore cuyano, una pasión que comparten varios de sus hijos y nietos.  

 

Desde Las Lomitas

Todo comenzó en Albardón, en la localidad de Las Lomitas. Allí, en 1930, nació Jorge Pascual, hijo de Pascual Eleodoro Recabarren y de María Hipólita Gordillo. Era el quinto hijo de Pascual y el primero de Hipólita. Antes que él estaban: Alejandro Armando, Eleodoro “Lolo”, que fue actor de radioteatro en Mendoza, Malvina y Raquel. Después nacieron Teodolinda y Gregorio Delfino.

 

Desde pequeño, Jorge Pascual recorría Albardón, sobre todo entre las Lomitas y La Cañada, sobre su propio caballo, atendiendo las diligencias de sus padres y tíos y visitando a su abuela materna, Estanislada Gordillo. Su padre era albañil y su abuelo, Pascual, se dedicaba a la agricultura y tenía carros para transporte. Entre sus tíos maternos estaba Apolidor Gordillo, que era comerciante y tenía su negocio en la conocida “esquina Gordillo”.

 

Jorge fue a la escuela un año en Albardón y luego se fue al centro para seguir estudiando. Durante la semana se quedaba junto a la familia Tello, en Concepción y los fines de semana volvía a su casa. Así fue su recorrido hasta que los Recabarren se mudaron a Chimbas, a la Villa El Salvador, donde Don Pascual construyó la casa de la familia.

 

Los años de radioteatro

 Nadie en la familia Recabarren se dedicaba al folclore, pero todos, sin saberlo, hacían y vivían el folclore cuyano en su trabajo y con las costumbres de cada día. Jorge Pascual comenzó a distinguir esos pequeños detalles cotidianos para llevarlos al escenario. Era un adolescente cuando empezó a descubrir su encanto y talento por el teatro, motivado en gran parte por dos maestros: Elsa Boero y Douglas Picón. También la profesora de arte escénico Elba Contreras tuvo un lugar fundamental en sus comienzos. Ella destacaba que Jorge era uno de sus mejores alumnos y confiaba en que el albardonero tenía un gran futuro como artista. Por eso, le pidió que cuando escogiera un seudónimo, algo que se utilizaba sobre todo para la radio, eligiera el nombre Darío en memoria de un hijo fallecido.

 

Jorge tomó el nombre Darío y el Bence de la actriz Amelia Bence y con ese seudónimo incursionó en el radioteatro, en 1947, en Radio Los Andes. Llegó a escribir unas 26 obras teatrales y con la compañía en la que trabajaba, aparte de actuar en el estudio de la radio, hacían la misma versión para los teatros. En esa época el radioteatro local era muy respetado e incluso sus figuras tenían numerosos admiradores.

 

A principios de los cincuenta, mientras se consolidaba su carrera en el radioteatro, Darío Bence se casó con Marta Esther Castro, con quien tuvo seis hijos. La mayor es Susana Esther, que es madre de Martín, Federico, Darío, fallecido, y Carla Vega. Le sigue Marta Mabel, fallecida, que fue madre de Laura, Mónica, Jorge Daniel, Luis y Mabel Maestre. Le siguen Graciela Teresa, madre de Fernando y Diego Adaro; Analía Jorgelina, Norma Beatriz, que tuvo a Gustavo, Johana, Yamila, Nadia, Marta y Enzo Fonzalida y Jorge Pascual, que es padre de Sol, Camila y Jorge.

 

Medio siglo al aire

La carrera de Darío Bence siguió con el programa de radio Alero Huarpe, uno de los ciclos que lleva más tiempo al aire en todo el país. Su primera emisión fue por Radio Sarmiento, el 16 de octubre de 1965. El aparcero recuerda que el espacio nació por la necesidad de defender el patrimonio cultural de la región de Cuyo, en todas sus expresiones: pintura, literatura, escultura, artesanías, música. Y el Alero no se limitó al estudio de radio, salió a la calle y a través de él se realizó el “Primer festival del Folclore Cuyano Auténtico” en el Estadio Abierto. 

 

Los herederos

 En los setenta Darío Bence conoció a Mónica Paroli, con quien convive desde 1978 y tuvo cuatro hijos. El mayor es Jorge Darío, que es padre de Martina, Alma, Marcos y Eluney. El segundo Juan José, tiene dos hijos: Mía y Brisa; le sigue Javier Jesús, padre de Santino y Tiziano, y María Lidia “Mili”, madre de Alejandro. Entre los diez hijos, han sido sobre todo los varones los que siguieron la vocación del aparcero.  El mayor, Jorge Pascual, fue el primero en incursionar en la radio. Era apenas un adolescente cuando dio sus primeros pasos en el medio y fue por sugerencia de su padre que le puso a su programa “PUMA”, Por Un Mañana Argentino. Ese era el nombre de una institución que nació en torno al Alero Huarpe pero que no duró mucho porque varios de sus integrantes fallecieron. Después de más de dos décadas, Pascual sigue al frente del ciclo en Radio Colón, además de animar varios espectáculos folclóricos y desde hace varios años es uno de los conductores de la Fiesta Nacional del Sol.

 

Por otra parte, Jorge Darío, se ha desenvuelto en la pintura y, sobre todo, como cantante, formando parte de conjuntos y cantando como solista. Juan José es, como su padre y su hermano Pascual, animador de espectáculos, al igual que el menor de los varones, Javier Jesus, que aparte acompaña a su padre en el Alero Huarpe como operador. Entre los nietos del aparcero, es Jorge Daniel Maestre Recabarren quien ya trabaja en animación y conduce su programa de radio “Herencia cuyana”.

La siguiente es una nota realizada al aparcero Jorge Dario Bence y publicada en El Nuevo Diario, el Viernes 29 de abril de 2005

El aparcero Jorge Dario Bence y los 40 años de Alero Huarpe

A sus 74 años el aparcero mayor de San Juan, es uno de los personajes más queridos por la gente. Jorge Dario Bence fue galán de radioteatro, escribió sus propias obras, impuso un nuevo estilo en la presentación de espectáculos y en octubre cumple 40 años ininterrumpidos conduciendo Alero Huarpe. 

 Concurría a la primaria cuando se paró frente al público para ser el anfitrión de un espectáculo. A los 14 formó su compañía de teatro y a los 17 entró en Radio Los Andes, hoy Sarmiento, para primero actuar  y después escribir obras de radioteatro.

Hoy Jorge Dario Bence, de 74 años,   disfruta de la vida trabajando en el mismo programa que estrenó hace 40 años  cuando la televisión acabó con el radioteatro: Alero Huarpe.

El aparcero mayor de San Juan nos recibió en su casa del Barrio Güemes, donde su impecable coupé Chevy está estacionada en la puerta, y sin prisa, como si estuviera interpretando uno de sus recitados habló de su carrera profesional, su vida y su retiro.

—¿Es cierto que su primer amor fue la presentación y no la radio?
—Ocurre que yo comencé a presentar artistas antes de aprender a leer y escribir. Fue una vocación que venía conmigo y que mis padres y una tía alentaron. Eso hizo que en los primeros grados de la escuela primaria Esteban Echeverría, fuera el maestro de ceremonias de las fiestas.

—Después vino el teatro...
—Así es. Tenía 13 o 14 años cuando comenzó mi carrera como aficionado al teatro. A esa edad formé mi primera compañía con chicos vecinos. Eramos de Villa El Salvador en Chimbas y teníamos una institución social y deportiva que se llamaba Club Ciclón. Hacíamos de todo, porque además de teatro practicábamos fútbol, box y hasta esgrima.

—¿A esa altura ya soñaba con ser autor de radioteatros o locutor de radio?
—No. La verdad es que no tenía grandes ambiciones. Era consciente de todo lo que me quedaba por aprender. A tal punto que dirigí correspondencia a actores que tenía la Academia de Arte Escénico de Buenos Aires. De allí vino una profesora que nos dio nuestras primeras clases y es en ese momento cuando nace Jorge Dario Bence.

—¿A que se debió?
—Jorge es mi nombre de pila, Bence debido a la admiración que sentía por la actriz Amelia Bence a quien se la denominaba los ojos más bellos del cine argentino. Y Dario porque me lo pidió la profesora en honor a su hijo. Ella me  decía que yo era su mejor alumno y que le hacía recordar a su hijo.

—¿El radioteatro era algo que tenía en la cabeza?
—Si pero en ese momento eran muy limitadas las posibilidades que habían porque solo existían dos radios, Colón y Los Andes. Yo empecé en esa última a los 17 años junto con Alejandro Hidalgo, un actor chileno, que fue el creador de la Pandilla del tío Melchor que después le pasó a Alberto Vallejos. La primera obra se llamó La conocí en Moscú y hacía del segundo galancito de la obra. Después pasé a ser el protagonista del radioteatro y de mi propia compañía que llevaba mi nombre.

—Y también se animó a incursionar en otras provincias...
—Sí. Primero salimos de gira por el interior de la provincia y estuvimos en Córdoba, La Rioja y toda la geografía de Mendoza.

—¿Cuándo nace el autor?
—Cuando no podíamos conseguir las obras que se hacían en Buenos Aires. Entonces no me quedó otra que comenzar a escribir. Llegué a estrenar 26 radioteatros y hubieron cabezas de compañía que se interesaban por mis obras, entre ellos Oscar Uriarco Falcón, César Córdoba y Federico Fábrega.

—Su hermano Lolo también trabajó con usted ¿verdad?
—Si, estrenamos varias obras, como La Vuelta de la Martina Chapanay u otra dedicada al montonero Santos Guayama por nombrarle algunas. Recientemente Lolo fue distinguido por el Senado de la Nación por su aporte cultural y también con el premio Pablo Podestá asignado por la Asociación Argentina de Actores al mejor actor del interior del país. 

—No sea humilde, usted también recibió varias distinciones...
—Sí, el Consejo Federal de Radiodifusión, dependiente de presidencia me entregaron el premio Unidad Nacional. Sólo se entregaron cinco en todo el país. Y después tuve unos cuantos más

—¿Qué recuerdos le quedan del radioteatro?
—La pasión que era enceguecedora. Teníamos la mira puesta en el éxito de la obra, que duraba 22 capítulos, para ver si después podíamos exhibirla en el teatro. El público era el que daba pautas que indicaban si la obra iba a funcionar arriba de las tablas. Si no había manifestación popular ni pensábamos en sacarla al teatro. Pero si se enganchaban la adaptábamos y salíamos de gira por distintas salas de la provincia. En esa época, estoy hablando de 1948, 1950, las obras de mayor éxito eran de Héctor Bates, primo de Luis Jorge Bates y Juan Carlos Quiape que fue el autor que más éxito tuvo en el orden nacional.

—¿Y su mayor éxito cual fue?
—Sin dudas “Felisa Tolosa, que mujer tan mentirosa”. En San Juan estuvo cuatro veces en cartel y en Mendoza tres. También tuvo mucho éxito en Córdoba, Santa Fe y Tucumán.

—Cuénteme alguna anécdota de esa época
—César Córdoba, que era un actor sanjuanino que había conseguido fama nacional, leyó los primeros capítulos de una obra para salir a buscar a los actores que los iban a interpretar. Una vez y por apresurado, decidió cambiar el rol de una enfermera por un enfermero porque no tenía actriz. El problema es que al cabo de varios capítulos y unas cuantas emisiones el libro decía que el enfermero tenía un hijo, se imaginan el lio que se armó.

—Hablemos de su mayor éxito, el programa radial Alero Huarpe...
—Cuando apareció la televisión se acabó el radioteatro. Pero me di cuenta que habían cosas que no se podían hacer en ella como los espectáculos en anfiteatros. Allí surge la idea de hacer Alero Huarpe, que nació el 16 de octubre de 1965, y Las Alegres Fiestas Gauchas Sanjuaninas. Los escenarios eran La Laja, Los Berros o la Difunta Correa, algo con lo que la televisión de aquella época no podía soñar.

—¿Cuál es su secreto para mantener la audiencia y el cariño de la gente después de 40 años?
—No tengo secretos, creo que todavía puedo seguir porque la gente decidió que así fuera. Por eso nunca hablo en primera persona respecto al Alero Huapre sino que siempre digo nosotros. Mire, mi programa está dedicado exclusivamente a exaltar las virtudes de nuestras tradiciones. Eso a la gente le gusta. La cultura está reflejada en el mate, el asado a la interrelación. De ahí la importancia de las dedicatorias de mi programa.

—¿Pero algo más debe haber?
—Ocurre que se fue transmitiendo de generación en generación. El padre que se despierta con mi programa se lo está imponiendo al hijo sin darse cuenta. Y la voz tiene una magia especial que es que se hace familiar.

—Lo mismo pasó a sus hijos, que muchos siguieron sus caminos...
—Así es se hicieron eco de mi labor como difusor del folklore.

—Hablando del folklore, para imponer la música cuyana tuvo que pelear mucho...
—Ni me lo recuerde. Nunca supe cuál era la verdadera razón de rechazo de Julio Maharbiz hacia el folklore cuyano. Supongo que era porque cuando venía a Cuyo los artistas cantaban de todo menos lo nuestro. Sentían temor y eso a él le molestaba, consideraba que negaban su identidad. Por eso creo que siempre rechazó la participación de los cuyanos en Cosquín. Y cuando él dejó, abrió una ventana para que Cuyo mostrara su música.

—¿Qué les dijo a sus hijos cuando fueron ingresando a la vida cultural de diferentes formas? ¿Los ayudó o les pidió que se dedicaran a otra cosa?
—Para decir la verdad, soñaba con que fueran universitarios. Pero ellos eligieron otro camino. Creo que no lo están haciendo mal y en definitiva son felices con lo que eligieron.

—¿Por qué a los 74 años, continúa trabajando?
—Porque las veces que quise retirarme no me dejaron. Algunas veces fue mi familia la que me convenció para que siguiera y otras la gente que me sigue.

 

 

Ficha:

Don Jorge Pascual Recabarren Gordillo nació el 2 de noviembre de 1930 en la localidad Las Lomitas, Departamento Albardón, Provincia de San Juan, República Argentina.

Sus padres fueron Pascual Eleodoro Recabarren y María Hipólita Gordillo y sus hermanos Teodolinda y Gregorio Delfino y por parte de padre: Alejandro, Malvina, Raquel, Eleodoro “Lolo” Recabarren.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela Nacional N° 32 (actualmente Parque Patricio) de Las Lomitas; Escuela José María Paz de La Cañada y Esteban Echeverría de Concepción. Sus estudios secundarios en la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento.

Tiene diez hijos, veintisiete nietos y doce bisnietos.

De su primer matrimonio con Marta Castro: Susana, Mabel, Graciela, Analía, Norma y Jorge Pascual Racabarren.

De su segundo matrimonio con Mónica Paroli: Jorge Darío, Juan José, Javier Jesús y María Lidia Recabarren.

Sus hijos Jorge Pascual, Juan José, Javier y su nieto Jorge Daniel Maestre han abrazado su misma profesión. Jorge Dario se destaca en el canto habiendo integrando el conjunto “Sentir Cuyano” y actualmente está preparando su primer CD como solista.




GALERIA MULTIMEDIA
Jorge Darío Bence, aparcero mayor de Cuyo.
De festejo, Darío Bence celebrando su cumpleaños de 2014 junto a sus hijos. De izquierda a derecha Javier Recabarren, Jorge Pascual Recabarren, Mónica Paroli, Darío Recabarren, Mili Recabarren, Jorge Darío Bence, Analía Recabarren, Juan José Recabarren, y Mariela Peña.
El hombre de bigotes que aparece en esta foto es Pascual Recabarren, el padre de Jorge Darío Bence. La imagen fue tomada en su casa, en Albardón, junto a él está uno de sus hijos, una nuera y consuegra. En ese lugar hoy está el Barrio Recabarren.
Jorge Darío Bence junto a otras figuras del folclore sanjuanino, en un cumpleaños de Pepe Lloveras. Sentados están: Jorge Darío, Pepe Lloveras, César Ruíz Bustelo, Ernesto Guardia y Marcelo Lloveras. Parados, Ricardo Gregoire, Pepe Sarasúa, Juan Carlos Bataller, Panchito Velásquez, Saúl Quiroga, Orlando “Pato” Palacio, Ernesto Kerman, Negro Díaz y Mario Bebe Flores.
Jorge Darío Bence, aparcero mayor de Cuyo.
De festejo, Darío Bence celebrando su cumpleaños de 2014 junto a sus hijos. De izquierda a derecha Javier Recabarren, Jorge Pascual Recabarren, Mónica Paroli, Darío Recabarren, Mili Recabarren, Jorge Darío Bence, Analía Recabarren, Juan José Recabarren, y Mariela Peña.
El hombre de bigotes que aparece en esta foto es Pascual Recabarren, el padre de Jorge Darío Bence. La imagen fue tomada en su casa, en Albardón, junto a él está uno de sus hijos, una nuera y consuegra. En ese lugar hoy está el Barrio Recabarren.
Jorge Darío Bence junto a otras figuras del folclore sanjuanino, en un cumpleaños de Pepe Lloveras. Sentados están: Jorge Darío, Pepe Lloveras, César Ruíz Bustelo, Ernesto Guardia y Marcelo Lloveras. Parados, Ricardo Gregoire, Pepe Sarasúa, Juan Carlos Bataller, Panchito Velásquez, Saúl Quiroga, Orlando “Pato” Palacio, Ernesto Kerman, Negro Díaz y Mario Bebe Flores.
Jorge Darío Bence, aparcero mayor de Cuyo.
Jorge Darío Bence, aparcero mayor de Cuyo.
Jorge Darío Bence, aparcero mayor de Cuyo.
El hombre de bigotes que aparece en esta foto es Pascual Recabarren, el padre de Jorge Darío Bence. La imagen fue tomada en su casa, en Albardón, junto a él está uno de sus hijos, una nuera y consuegra. En ese lugar hoy está el Barrio Recabarren.
1933 – Jorge Darío Bence a los tres años. Esta foto muestra a Don Jorge Pascual Recabarren Gordillo (Jorge Darío Bence) a los tres años de edad. La misma fue tomada en la Plaza 25 de Mayo. El aparcero nació el 2 de noviembre de 1930 en la localidad Las Lomitas, Departamento Albardón, Provincia de San Juan, República Argentina. Sus padres fueron Pascual Eleodoro Recabarren y María Hipólita Gordillo y sus hermanos Teodolinda y Gregorio Delfino y por parte de padre: Alejandro, Malvina, Raquel, Eleodoro “Lolo” Recabarren.
1965 - Jorge Cafrune en San Juan / Esta foto fue tomada a fines de 1965, durante la visita del cantante folklórico Jorge Cafrune a nuestra provincia. Aparecen junto al desaparecido artista, Jorge Darío Bence y la señora Montilla de Capurso, poetisa sanjuanina. Cafrune llegó a la provincia a caballo después de recorrer el norte argentino y la recepción fue organizada por Jorge Darío Bence, quien en esa época ya había comenzado a emitir su programa ¨Alero Huarpe¨ y simultáneamente hacía radioteatro en Radio Sarmiento. Esta emisora emplazó un escenario en la vereda para la actuación del folklorista, que fue acompañado por artistas locales. Cafrune se interesó en el cancionero popular de nuestra provincia, por ello se entrevistó con poetas y compositores sanjuaninos, especialmente con José Luis Aguado Castro y Jorge Leonidas Escudero. Incluyó luego en su repertorio el tema “Ruego de vallecito”, en honor a la difunta Correa. (Foto y datos proporcionados por Jorge Darío Bence)
1979 - Homenaje a Julia Vega / La foto fue tomada en el Salón Mogna y el motivo del encuentro fue la inauguración de la estatua representativa de la recordada cantante regional Julia Vega. El verdadero apellido de Julia era Gimbernat, pero en ocasión de viajar a Buenos Aires, invitada por Atahualpa Yupanqui para actuar en Radio Belgrano junto a La Tropilla de Huachi Pampa, la bautizaron artísticamente Vega en honor al conocido payador Santos Vega. En 1979, el empresario Héctor Abelino Lara costeó personalmente la escultura de Julia, que se encuentra ubicada en Avenida Rawson entre Córdoba y General Paz. Posan junto a Julia, su amigo Jorge Darío Bence y la esposa de éste, Mónica Porolli. (Foto proporcionada por Jorge Darío Bence).