Sergio Sinay: "Habría que traer internet a la vida, no dejar la vida en internet"

¿Por qué Facebook cautiva a tantos?, ¿por qué la mayoría suele mostrar una vida perfecta en las redes sociales?, ¿por qué su uso trae infelicidad para muchos?, ¿cómo repercute esto en la familia, en la relación de padres e hijos? son algunas de las preguntas que responde el escritor Sergio Sinay, que estuvo en la provincia.

 "Las redes sociales e internet están haciendo uso de nosotros. Estamos al servicio de ellas, entregándoles parte de nuestra vida", afirma Sergio Sinay, periodista y escritor, formado en sociología y piscología. Sin embargo, dice que la gente todavía está como adormecida, sin darse cuenta de que está siendo, al mismo tiempo, víctima y victimaria de estas herramientas. Además, explica que el abuso de las redes tiene que ver con una necesidad desesperada de que otros confirmen la propia existencia.   

 

El trabajo, la relación padres e hijos, el amor, el sentido de la vida, la comunicación, la sociedad virtual, todo lo que involucre al ser humano en su relación con los demás es lo que cautiva y mueve a estudiar a este profesional. Esta semana, Sinay estuvo en San Juan para brindar una conferencia en la Fundación de OSDE. Dialogó con El Nuevo Diario sobre su libro “Conectados al vacío”, el uso y abuso de las redes sociales, especialmente de Facebook y las graves consecuencias que esto genera en la vida de las personas, en el ámbito familiar y en la sociedad en general.

 

-Su libro "Conectados al vacío" habla de soledad colectiva en la sociedad virtual., ¿A qué se refiere con el primer término?

-La llamo así porque, en el mundo de la conectividad, la gente confunde conexión con comunicación, entonces suma contactos en Facebook. Las personas están convencidas de que se han comunicado y se van enterrando en una relación con la pantalla, que trae representaciones de otra persona, pero no a otra persona. También van perdiendo, se ve sobre todo en los más jóvenes, habilidades esenciales de la convivencia humana. Una herramienta, que en principio es útil para ciertas tareas, ha ido reemplazando a la presencia real del otro y creando una enorme soledad.

 

-¿Cuánto debería preocupar el uso que se hace de internet y las redes sociales?

-No estamos haciendo un uso, las redes sociales e internet están haciendo uso de nosotros. Debería preocuparnos mucho. En la vida cada uno tiene que tratar de vivir con un sentido, a través de las tareas y los vínculos. Si nos ausentamos de nuestra vida para sumergirla en las pantallas, no estamos viviendo sino surfeando la vida. Somos, al mismo tiempo, víctimas y victimarios. Nosotros nos hemos hecho víctimas, porque hemos cedido la responsabilidad de nuestra vida.

 

 

 “HAY UNA OBSESION POR MOSTRAR LO QUE HACEMOS"
 

-¿Por qué las redes sociales encontraron tanta recepción?

-Porque vivimos en la era de la superficialidad, de la pérdida de la noción de esfuerzo y las redes ofrecen esta ilusión de amistades servidas. Esta tecnología no atiende necesidades, está puesta al servicio de deseos, de pasarla bien, de sufrir poco. Esto no es contra la tecnología, el tema es si es una herramienta mía o si soy herramienta de la herramienta.

 

-¿Por qué en esos espacios virtuales se suele mostrar solo lo bueno?

-Primero porque creen que si muestran fracasos no los van a querer. Se muestran las cosas felices porque creemos que así somos más populares. Por otro lado, hay una especie de obsesión sin límite por mostrar todo el tiempo lo que uno está haciendo y la selfie es una cosa muy interesante, es la foto que me saco sin necesidad de otro. Ponemos selfies haciendo las actividades más absurdas y con una falta total de pudor.

 

-¿Por qué buscamos mostrar?

-Creo que tiene que ver con una necesidad desesperada de creer que si yo me exhibo existo. Cuando las vidas se vacían de sentido, porque estamos ausentes, llega un momento donde inconscientemente no sabemos si estamos vivos y necesitamos saberlo.

 

-Paradójicamente hay estudios que indican que muchos se sienten más infelices después de utilizar Facebook.

-Hace dos o tres años hubo un apagón en el servidor central y Facebook se cortó en el mundo por 16 horas. Las ventas de psicofármacos subieron de una manera tremenda y los llamados de urgencia a los consultorios de psicoterapeutas también. Esto ya se está estudiando como adicción. Te va apartando de las relaciones con los otros, va quitando la noción de tiempo, se saltean comidas, empieza a haber problemas económicos. Habría que traer internet a la vida y no dejar la vida en internet. 

 

 

 "LOS FOROS DE LOS DIARIOS ESTAN INFESTADOS DE COBARDES"
 

-¿Hay algún punto en el que las redes si ayuden a los vínculos?

-Gracias a las redes mucha gente se ha encontrado después de mucho tiempo y ha reconstruido vínculos. También están los movimientos sociales, a los que las redes han contribuido pero no los han construido. En muchos aspectos son importantes.

 

-Con las redes también cambia la idea que hay sobre privacidad.

-Se publican fotos de cosas insólitas, que probablemente solo le importen al que las publica. Deja de haber privacidad y donde no hay privacidad no hay intimidad, no hay espacios de encuentro privilegiados, con uno mismo y con el ser querido. Las cosas muy queridas se cuidan por la significación que tienen por lo vivido. Cuando eso se pierde, no hay valorización, todo es igual.

 

-Otra cosa que se da en Facebook es que todos opinan y es muy fácil destruir la reputación de alguien.

-En poco tiempo y con mucha cobardía. Los foros de los diarios están infestados de cobardes que entran con seudónimos, destruyen una reputación pero no se atreverían a decirlo cara a cara. En este sentido las redes han sido como una radiografía de la sociedad. Han ayudado a saber cuánta cobardía hay, cuántas vidas oscuras e inútiles de gente que está como cucaracha, comiendo de lo que otros hacen.

 

-¿Qué consejos daría para utilizar mejor estas tecnologías?

-Cada uno debe, antes de usarlas, pensar si está respondiendo a una necesidad, deseo o curiosidad. Hay que preguntarse ¿qué es lo que voy a hacer?, ¿durante cuánto tiempo?, ¿para qué? Si es simplemente porque estoy aburrido, el mundo está lleno de hermosos libros. Hay que dialogar un poco con uno mismo antes de sumergirse en ese mundo virtual, donde pocas cosas son reales.

 

 

 "LA ESTIMULACION TEMPRANA DEBERIA SER AL DIALOGO, NO AL CELULAR"

 

-El uso y abuso de las redes sociales debe afectar sobre todo a las familias, a la relación de padres e hijos.

-El 40 por ciento de los adolescentes, entre 14 y 16 años, están conectados las 24 horas. ¿De dónde saca el tiempo de la conexión?, de las actividades y de la socialización en el mundo real. ¿Dónde puede ocurrir esto? en un hogar donde los padres también están conectados o donde tienen miedo a decir “en esta casa la computadora se usa hasta tal hora”.

 

-¿Ese exceso de tiempo en internet, qué consecuencias tiene?

-Está comprobado que los chicos tienen menos capacidad de comunicarse realmente con otras personas, solamente se comunican con aquel que está en red, un día se encuentran con otro real y no saben crear un vínculo. Muchas veces, volvemos a un estado tribal, terminan en pelea. Por otro lado, tienen una incapacidad creciente para leer textos, no entienden y no pueden leer párrafos que tengan más de 140 caracteres. Eso también les está pasando a muchos adultos con Twitter y a políticos, que no pueden hablar en más de 140 caracteres.

 

-¿Y en la familia?

-Internet tiene 25 años. La mayoría de los padres ha crecido en una época previa. No pueden naturalizar la presencia de la computadora hasta el punto de no discutirla. Lo que no está pasado de moda es la comunicación humana. Nunca fue fácil la comunicación entre padres y adolescentes. No es fácil pero el que tiene que hacer el trabajo hasta lograrla debe ser el padre. No pueden echarle la culpa a nadie o esperar tener una relación de pares.

 

-Son los padres los que deben poner límites pero muchas veces son ellos los que están gran parte del día conectados.

-De algún lado sacan el tiempo, porque el día dura 24 horas. Las horas las está sacando de otro, o no como, no duermo, o no me reúno con personas reales. Educar no quiere decir hacerlo bien sino dar ejemplo para vivir. Después hay que ver qué tipo de ejemplo da cada uno. Si los padres dialogan, los chicos van a tomar iniciativas de diálogo. La estimulación temprana debería ser al diálogo, no al celular.

 

 

PADRES E HIJOS EN TIEMPOS DIFICILES
Esta fue la temática de la disertación que hizo el pasado miércoles Sergio Sinay en San Juan, invitado por la Fundación OSDE. El profesional, que tiene 68 años, es oriundo de Santiago del Estero, aunque ya en su adolescencia se radicó en Buenos Aires. Estudió sociología y se formó en psicología gestáltica, en psicología transpersonal y en autoasistencia psicológica. A su vez, por su pasión por la escritura, ha escrito para diarios y revistas y tiene más de una decena de publicaciones, entre otras “En busca de la libertad”, “El apagón moral”, “El riesgo de vivir”, “¿Quién educa a nuestros hijos?”.



NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 5 DE JUNIO DE 2015

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Sergio Sinay
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