Francisco culminó su gira en África con eje en la lucha contra la desigualdad

En un viaje en el que condensó muchos de los lineamientos que ha esbozado en los últimos meses, y que lo han convertido en un líder global, el Papa Francisco culminó este lunes su primer viaje apostólico a África durante el que reivindicó su lucha contra la desigualdad y el cambio climático.

Durante su paso por el continente más postergado del planeta, volvió a mostrarse a favor de la construcción de puentes como principal política por la paz y del ecumenismo como pilar de su misión.

Con su elección de ir a Uganda, Kenia y República Centroafricana, Francisco retomó uno de los conceptos que ha guiado su pontificado desde el primer día: dar relevancia a las periferias por sobre el centro.

Esta vez tuvo además un sentido particular: no fue sólo la visita, sino que además dio inicio anticipado al Año Santo abriendo la puerta de la catedral de Bangui, en República Centroafricana.

Se trató, como recordó el vaticanista Andrea Tornielli, de la primera vez que un Pontífice da inicio a un Jubileo fuera del Vaticano, en un acto en el que al mediodía argentino del domingo 29 el Papa aventuró que "el Año Santo llega temprano” a “una tierra que sufre de años de guerra, violencia y falta de paz”.

"En una tierra que sufre la guerra, el odio, la incomprensión, la falta de paz; en esta tierra sufriente, también están todos los países del mundo que están pasando por la cruz de la guerra. Bangui se convierte en la capital espiritual de la oración por la misericordia del Padre. Todos nosotros pidamos paz, misericordia, reconciliación, perdón. Para Bangui, para toda la República Centroafricana y para todo el mundo, los países que sufren la guerra pidamos la paz", graficó el papa Bergoglio.

"Este patrimonio africano y de toda la humanidad sufre un constante riesgo de destrucción, causado por egoísmos humanos de todo tipo y por el abuso de situaciones de pobreza y exclusión", criticó.

“Quisiera hacer un llamamiento a todas las parroquias y comunidades de Uganda, y del resto de África, para que no se olviden de los pobres. Aquí, en África del Este, Uganda ha mostrado una preocupación excepcional por acoger a los refugiados, para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona el ganarse el sustento mediante un trabajo honrado", aseguró en ese país sobre uno de los grandes ejes que atraviesa la política europea y mundial en 2015.

Por último, dijo que “Vengo a esta tierra por primera vez como peregrino de la paz y apóstol de la esperanza”, dijo el papa después de que su avión aterrizara en el aeropuerto de Bangui, donde aseguró que "el diálogo ecuménico e interreligioso no es un lujo. No es algo añadido o fundamental; algo que nuestro mundo, herido por conflictos y divisiones, necesita cada vez más".

"Juntos digamos ''no'' al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios.

Dios es paz, salam (paz en árabe)", afirmó el pontífice tras mantener un encuentro con la comunidad musulmana en la mezquita.

GALERIA MULTIMEDIA
Francisco culminó su gira en África con eje en la lucha contra la desigualdad