Luciano es un referente de la música jazz y de la ejecución del saxo dentro de San Juan. Fue alumno de Herman Moral Iglesias, miembro del legendario conjunto Jazz Ensamble.
Luciano Gutiérrez nació el 24 de abril de 1976, hijo de Manuel Arturo Gutiérrez y Nora Petrignani. Manuel y Nora tuvieron cuatro hijos más: Leticia, Carolina, Mariela y Arturo.
La vocación por la música acompaña a Luciano desde que tenía sólo seis años. A esa edad tuvo su primera profesora de piano. Además, heredó la afición de su padre, a quien le gustaba el tango, el folclore, el jazz, los boleros y sabía tocar el piano y la guitarra.
Manuel Arturo, su papá, admiraba a los músicos sanjuaninos. Asistía a los conciertos y aprovechaba para relacionarse con ellos en persona. Cada vez que terminaba un espectáculo se acercaba a los artistas para saludarlos o invitarlos a comer a su casa. A su lado estaba Luciano. En su adolescencia, el joven acompañó a su padre a esos conciertos y tuvo la oportunidad de conocer a varias personalidades de la música sanjuanina, entre ellos al saxofonista Herman Moral.
Manuel había entablado una relación muy cercana con el músico de Jazz Ensamble. Según el mismo Luciano, fue Herman quien le contagió el gusto por el jazz y el saxo. Junto a él comenzó a estudiar el instrumento. Incluso, compartió con Herman la cátedra de saxo en la Escuela de Música.
Cuando tenía 17 Luciano tocó por primera vez en público, en el viejo pub “San Isidro”. Esa presentación inauguró una serie de actuaciones en los bares sanjuaninos de esa época. Solía tocar junto a otros músicos jóvenes, los hermanos José Daniel y Lucio Flores.
En 1998, con sólo veintidós años, Luciano ganó una beca para viajar a Moscú. El subsidio era del rectorado de la Universidad Nacional de San Juan y estaba destinado a que el joven se perfeccionara en la música rusa. En Rusia tuvo su primer concierto como solista.
Un año más tarde continuó su aprendizaje en Estados Unidos. Viajó en dos oportunidades, en 1999 y en el 2001, para perfeccionarse en la ejecución del saxo y la improvisación de jazz. Luego, volvió a la provincia y en el 2010 vivió un año en Buenos Aires, donde tuvo la oportunidad de acompañar a artistas como Agustín Almeida y Rubén Goldin.
Además del saxo y el piano, Luciano toca la guitarra, el chelo y algunos instrumentos de percusión.
Fuentes:
Fundación Bataller
Testimonio de Luciano Gutiérrez