Apellidos de la letra P
Pennisi. Los sicilianos que dieron origen a una gran familia en San Juan
Los Pennisi son una numerosa familia que se ha extendido por todo el país, sobre todo en nuestra provincia. Aunque a algunos los inscribieron como Pennisi, a otros como Penice, o Penise, Penisi y Pennice, todos son parientes entre sí y son descendientes de Natale Pennisi, el primero que llegó desde Italia.
Desde Fiumefreddo a Angaco Sur
La historia de estos italianos comienza en Sicilia, en la localidad de Fiumefreddo. Allí vivía Natale Pennisi Catanzaro, nacido en 1870 y su mujer, Leonarda Patané. Descendían de una familia con títulos nobiliarios y tenían parentesco con Agostino Pennisi, que fue barón en Acireale, otra comuna siciliana, donde los Pennisi fueron dueños de un castillo, que luego se transformó en museo, un gran chalet y un colegio que funciona hasta la actualidad.
En Italia, Natale y Leonarda tuvieron dos hijos: Giuseppe y Felipe. Cuando ambos eran pequeños, el matrimonio decidió dejar su tierra para radicarse en San Juan, Argentina. Fue en los primeros años del siglo XX, entre 1902 y 1908. A bordo del buque Orione zarparon desde el puerto de Messina, Génova, y en Argentina el padre de la familia pasó a ser Natalio. Años más tarde llegaría a Mar del Plata un hermano de él, que fue quién creó la línea de conservas que hoy lleva como nombre el apellido de la familia. También hay Pennisi en Catamarca, Mendoza, Corrientes, Neuquén, Córdoba, Buenos Aires y siguen manteniendo contacto con los familiares que quedaron en Europa.
Al llegar a San Juan la familia se instaló en Angaco Sur, actual departamento San Martín. Como venían con cierto capital, compraron algunas propiedades donde cultivaron la vid y tuvieron una pequeña bodega. Al poco tiempo, Natalio y Leonarda tuvieron a Ángela, Sebastián, Ángel, Rosario, Juan, Carmelo y Sara. Las variaciones en el apellido se deben a que sus padres no los inscribieron apenas nacieron, sobre todo a los hombres, tenían miedo de que los llamaran a pelear por Italia en la Primera Guerra Mundial. Así que fueron anotados a destiempo y con diferentes apellidos.
La tragedia y un nuevo comienzo
Los nietos de Natalio recuerdan que él era un hombre tranquilo, muy cariñoso y cercano a su familia. Lamentablemente, a la dificultad por el desarraigo de su tierra de origen se sumó una gran pérdida. Su mujer falleció siendo muy joven, cuando sus hijos eran todavía pequeños. Uno de los relatos familiares cuenta que antes de morir Leonarda le pidió a una mujer muy cercana a ella, Filomena Bajinay, que cuidara de sus hijos y su esposo.
Así que después de que la italiana falleciera, Natalio se casó con Filomena y fruto de esa unión nacieron otros cinco hijos: Salvador, Ramón, Alejandro, María y Teresa. Filomena fue como una madre también para los hijos más grandes, a quienes cuidó con cariño y fue la abuela para los nietos que llegaron años después.
Mientras, Natalio continuó ocupándose de sus propiedades en el actual departamento San Martín, a las que también se sumaron otras en Jáchal, y en el trabajo de a poco fueron incorporándose los hijos mayores. Con el terremoto de 1944, la casa de la familia se derrumbó y los Pennisi dejaron Angaco Sur para radicarse en la ciudad. El matrimonio vivió en las calles Salta y Falucho, hasta que él falleció, en 1956.
Sus nietos lo siguen recordando con cariño hasta la actualidad, con frecuencia se organizan para reunir a los familiares que están en distintos puntos del país y la descendencia hoy llega hasta los tataranietos de Natalio.
Los descendientes
El hijo mayor de Natalio y Leonarda, Giuseppe “José” fue uno de los que más descendencia tuvo. Él se dedicó a la agricultura, luego tuvo negocio con verdulería y carnicería y fue distribuidor de estos productos en Desamparados y Rivadavia. Se casó en primeras nupcias con Tomasa Agüero, y fueron padres de Blanca Nelly. Su mujer falleció y luego contrajo matrimonio con Olivia del Carmen Poblete. Ellos tuvieron a María Angélica, fallecida; José, vive en Mendoza; Marcelo, fallecido; Luis Natalio, vive en Capital Federal; Roxana, vive en Mendoza; Lilian Olivia, fallecida; Juan Ruperto, fallecido; Martha y Ángela “Susana”, mandataria y diseñadora.
El segundo de los hermanos, Felipe, se casó con Rosa Vila. Se dedicó a la vitivinicultura y también tuvo negocio con carnicería y verdulería y la mayor de las mujeres, Ángela, contrajo matrimonio con Vicente Archerito, comerciante. Ángel se casó con Catalina Fernández y fue dueño de una pensión y comedor frente a la Estación Belgrano. Ellos fueron padres de Marcelo, que fue gerente del supermercado Tempo; María Angelia y Perla, que ayudaban a su padre en el negocio y Ángel Luis, que murió siendo chico.
Rosario, a quien apodaban “Saro”, fue agricultor y bodeguero, se casó con María Páez, con quien vivió un tiempo en Jáchal y luego se radicaron en Catamarca. Juan se dedicó al comercio y se casó con Ana Fernández, con quien tuvo a Juan Natalio, que falleció en 2013 en la explosión de un edificio en Rosario; José Luis, Jorge Alberto, fallecido; María Angélica, Carlos, que es distribuidor oficial de Energize en San Juan y Alicia. Carmelo se casó con Ana García, con quien se radicó en Mendoza, tuvieron un negocio de chacinados y luego regresaron a San Juan junto a sus dos hijos: Oscar y Carmelo, ambos contadores y la menor del primer matrimonio de Natalio, Sara, se casó con Domingo Díaz.
se casó con Victorina Lalia, él fue militar y con su familia se radicó en Buenos Aires, aunque el único hijo que tuvieron, Hugo, es doctor en Ingeniería Mécanica y reside en San Juan. María contrajo matrimonio con Francisco Gutiérrez; Salvador, que tuvo una empresa constructora, se casó con Nelly Conedini y tuvieron a Fabiana, Mariela, Alejandra, Carina y Favio, él y la tercera están radicados en Ushuaia. Alejandro se casó con Silvia Jofré y tuvo carnicería y verdulería y la menor de los trece, Teresa, que es soltera, es la única de los hermanos que vive.
