El departamento Valle Fértil se ubica en el sector este de la provincia de San Juan. Tiene una superficie de 6.977 km2 y, según el Censo 2010, posee una población de 7.222 habitantes. Su crecimiento poblacional ha sido del 5,2 por ciento respecto de 2001, cuando tenía 6.864 pobladores.
Limita al norte con Jáchal, al sur con Caucete, al oeste con ambos departamentos y al este con la provincia de La Rioja.
Su cabecera es Villa San Agustín de Valle Fértil. Esta localidad se emplaza al pie de las sierras pampeanas, a una altura de 830 metros sobre el nivel del mar.
Para llegar a dicha villa, desde San Juan se debe ir por Ruta 141 hacia el este hasta empalmar la Ruta provincial 510, la que pasa por Marayes, Chucuma, Las Tumanas, Astica entre otras localidades antes de llegar a la plaza departamental.
Distancias:
Desde San Juan a Chucuma: 196 kms
San Juan al cruce RN 141 y RP 510 para ir a Valle Fértil: 129 kms
San Juan a Astica (Ruta Provincial 510): 201 kms
San Juan a San Agustín de Valle Fértil (Ruta Provincial 510): 250 kms
San Juan a Los Baldecitos (Ruta Provincial 510): 298 kms
San Juan a Valle de la Luna – Ischigualasto (Ruta Provincial 510): 315 kms
A 250 kilómetros de la ciudad de San Juan, se ubica la Villa San Agustín de Valle Fértil. La cabecera del departamento constituye uno de los destinos turísticos más importantes de San Juan. La belleza natural del lugar, el agradable clima y la cercanía con el Valle de la Luna son algunas de sus principales cualidades. La ciudad cuenta con una completa infraestructura para recibir al viajero. Cabañas, pensiones, campings y el hotel erigido en la cima de la colina son las opciones que la villa ofrece al visitante.
El pueblo se encuentra rodeado de verdes sierras y árboles frutales. Algarrobos, quebrachos y retamos son algunas de las especies de la flora del lugar.
La ciudad también posee una importante riqueza cultural. Uno de los sitios más visitados del circuito urbano es la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, ubicada frente a la plaza principal de la villa. Por otro lado, el Centro Cultural Pachamalui de María Luisa Costa de Luis exhibe elementos y representaciones artísticas de las culturas aborígenes de Valle Fértil.
Uno de los mayores atractivos de la villa es el Dique San Agustín. Allí, la pesca de pejerreyes en el lago y los paseos en lancha son algunos de los deportes acuáticos preferidos. El circuito incluye senderos para trekking, cabalgatas o recorridos en bicicleta.
Los platos típicos de la zona llevarán al turista a conocer los restaurantes de la villa. Locro de choclo, chivito asado, pasteles, machacado y chanfaina son algunas de las especialidades que ofrecen los comedores del lugar. San Agustín es también conocida por sus dulces y conservas caseras, que podrán adquirirse en la Escuela Agrotécnica de Valle Fértil o en las casas de los propios productores.
La villa agasaja a turistas y lugareños con entretenidos festivales. La Fiesta Departamental del Dinosaurio, la Semana de la Juventud, la Fiesta de la Primavera, la Fiesta de la Tradición y la Fiesta de la Minería son algunas de las múltiples celebraciones que posee esta comunidad. Entre ellas se destaca la “Fiesta Departamental de Valle Fértil”. El aniversario de la fundación del distrito motiva la concentración de una gran cantidad de turistas en el mes de abril. El festival cuenta con la participación de reconocidos artistas provinciales y nacionales. La presentación de danzas criollas por parte de las academias de baile, los ranchos de comidas típicas y la elección de la reina departamental complacen cada año a los espectadores que provienen de distintos puntos de San Juan.
son las principales actividades económicas de Valle Fértil. El distrito tiene una superficie cultivada de más de 583 hectáreas, la menor cantidad en relación a los demás departamentos de San Juan. De ese total, el 62% corresponde a plantaciones de olivo y, en menor proporción, le siguen las pasturas, los frutales, las explotaciones forestales y la vid.
La cría de ganado vacuno y caprino ocupa un importante lugar en la economía departamental. La mayor producción agrícola-ganadera se efectúa en la zona central de Valle Fértil, área conformada por los oasis de Usno, San Agustín, Agua Cercada, Las Tumanas, Chucuma y Astica.
En el plano minero, el departamento se destaca como productor de mica, feldespato, cuarzo, plomo, zinc y vermiculita. Los minerales obtenidos en la zona no sólo satisfacen la demanda local sino también la del centro y norte del país.
Además de las actividades agrarias, el departamento encuentra una importante fuente de desarrollo en el aprovechamiento turístico de su territorio. El paisaje y el clima de las sierras convocan a cientos de turistas que viajan en busca de la tranquilidad del valle.
Pero el atractivo más importante de la zona es el Valle de La Luna. Con valiosos restos fósiles del período triásico y asombrosas formaciones geológicas, el Parque Provincial Ischigualasto constituye uno de los puntos turísticos más importantes de la provincia y del país. La necesidad de preservar el lugar como centro de investigación científica condujo a obtener el reconocimiento y la protección de la UNESCO. En el año 2000, el Parque fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad.
Ubicado 7 kilómetros al oeste de la cabecera del departamento, se encuentra el pueblo de La Majadita. Es uno de los lugares más buscados para la práctica del turismo rural. Artesanías en cuero, telar y madera, interesantes museos arqueológicos y la posibilidad de realizar cabalgatas y distintos deportes náuticos son los principales atractivos del lugar. La localidad brinda diferentes modalidades de hospedaje: complejos de cabañas, lugares para acampar y un hotel de campo que organiza cabalgatas, ascenso a cerros y excursiones a los morteros indios o a las higueras centenarias.
En la Majadita se realiza el Festival Departamental del Chivito. La celebración atrae a cientos de turistas que se acercan para disfrutar de prestigiosas presentaciones folclóricas. Otro importante acontecimiento se desarrolla durante el mes de diciembre, época en que los lugareños veneran a la Virgen de Andacollo.
Artesanías, comidas típicas y carreras cuadreras son algunos de los ingredientes de esta festividad religiosa.
Sierras, cascadas y vertientes naturales caracterizan el paisaje de Las Tumanas. Con una población de 40 habitantes, esta localidad llama la atención por su abundante vegetación. Los quebrachos colorados de la zona -de aproximadamente 15 metros de altura- remiten a la flora del monte chaqueño.
Por sus condiciones naturales, las tierras de Las Tumanas fueron escogidas como lugar de residencia de los pueblos aborígenes de la región. Más tarde, las órdenes jesuitas se asentarían en el poblado para introducir diversas modificaciones sociales, culturales y territoriales. Hoy el pueblo se encuentra habitado por productores rurales que, a través de sus establecimientos hortícolas y ganaderos, contribuyen al crecimiento de la región. Pero el legado de los antiguos habitantes permanece a través de distintos elementos que atestiguan el paso de aquellas civilizaciones por la región.
Los morteros
Al oeste de la ruta provincial Nº 510 y a unos 500 metros del curso del río Las Tumanas, se encuentran los enormes morteros fijos, que pertenecieron a los indígenas que habitaron la zona. Para visitar el lugar, se recomienda contactar al señor Ygradiel San Martín, quien además de guiar a los turistas hasta el sitio, podrá enseñar su colección de utensilios indígenas.
Las Ruinas Jesuíticas
A 30 Kilómetros de San Agustín, se ubica la Estancia Las Tumanas. El lugar es conocido por conservar importantes vestigios de la época en que los jesuitas poblaron esta zona de San Juan. A unos 20 metros de la ruta, se encuentran las valiosas ruinas, semiocultas bajo la foresta de algarrobos. Las paredes de piedra y barro, los restos de obras hidráulicas y los de un viejo molino son los principales elementos de interés.El conjunto arquitectónico nos habla de la importante producción cerealera que promoviera aquella orden religiosa. Los restos de las edificaciones del siglo XVIII remiten a una época de evangelización, trabajo y convivencia pacífica de las culturas.
El Cristo de la Hermandad
El Cristo de la Hermandad se puede visualizar desde lejos en el departamento Valle Fértil. Está ubicado en uno de los cerros que circundan el Polideportivo Municipal ''Viviana Chávez''. Está ubicada ahí desde marzo de 2018.
La nueva imagen se talló en eucalipto, la cruz es de hierro y estará totalmente iluminada. La base tiene más de 3 metros de profundidad, allí se montó la cruz que tiene aproximadamente 15 metros de altura. La escultura la realizó el artista chileno Luis Sissara.
Un poco de historia
Anteriormente, el mismo escultor había tallado la figura de Jesús en madera con una altura de más de 14 metros la que duró diez años, ya que en noviembre de 2017 un fuerte viento la volcó y tuvo mucho deterioro. Según vecinos el mismo se produjo por la humedad que hizo que se pudriera la madera y al quedar debilitada quedó tendida en el suelo.
Al igual que Usno, La Mesada y Las Tumanas, las tierras de esta localidad sirvieron de base a un antiguo asentamiento indígena. El aprecio por la herencia cultural y el apego a la tradición caracterizan al hospitalario pueblo de Astica. Sus habitantes se dedican a la producción agrícola. En el lugar se destacan los cultivos de naranjas, pomelos, mandarinas, cidras y toronjas, con las que los campesinos elaboran dulces artesanales. La zona también es conocida por su oferta de ponchos, mantas y alforjas, entre otras artesanías de calidad.
- Aventura en las sierras
La gran quebrada de Astica es el lugar indicado para iniciar el ascenso a las Sierras de Elizondo. La excursión por la orilla del río Astica permitirá recorrer los arroyos, rocas y laderas y apreciar la belleza del entorno. Lagunas, quebrachos colorados, añosos algarrobos y la presencia estival de las golondrinas caracterizan este escenario vallisto. Un lugar especial para la práctica del trekking, el montañismo, las cabalgatas y las distintas modalidades del turismo aventura.
Ubicada 10 kilómetros al norte de San Agustín, se encuentra la pintoresca localidad de Usno. El pueblo cuenta con aproximadamente 600 habitantes. La población se dedica a la actividad minera, la ganadería caprina y la explotación de diferimientos de olivos y hierbas aromáticas. El lugar es también conocido por su producción de quesos criollos y quesillos de cabras. La localidad fue antiguamente habitada por poblaciones incas. El nombre Usno derivaría del vocablo quechua “ushnu”, que significa lugar sagrado. En la actualidad, petroglifos, morteros y plataformas ceremoniales permanecen como testimonios del paso de aquellas tribus por la región.
Piedras del mundoUno de los mayores atractivos de Usno es el Museo Piedras del Mundo. Ubicado sobre la Ruta Provincial Nº 510 y a 9 kilómetros de San Agustín, el sitio ofrece una colección de cristales, rocas, metalíferos y piedras ornamentales, provenientes de distintos lugares del mundo. Además de exhibir su arte en piedras, el museo cuenta con una importante reserva arqueológica y faunística.
El desafío de la QuebradaEn Usno, los aficionados al turismo podrán realizar la cabalgata hacia Puerto Alegre, una antigua posta de la vieja ruta que conducía a San Juan. La travesía dura tres días y, para aprovechar el recorrido, el turista deberá contratar a algún baqueano de la zona.
El río Usno, el colorido de la fauna autóctona y la belleza de lugares de naturaleza virgen convierten a la quebrada de Usno en uno de los circuitos favoritos del turismo vallisto.
A 56 kilómetros de San Agustín y al pie de la Sierra de la Huerta, se halla la localidad de Chucuma. El poblado está compuesto por 200 habitantes que residen en pintorescas casas de adobe. El caserío se enmarca en un oasis que se alimenta de las aguas del río Chucuma. Con la ganadería como actividad económica principal, el pueblo se destaca también por la calidad en la producción de dulces y artesanías en telar y cuero. En la villa se puede visitar a la Virgen del Silencio y también conocer los petroglifos grabados al pie del cerro.
Signos de otros tiempos
En el ámbito histórico-antropológico, se destaca la expedición al área del Viejo Trapiche. Cruzando el río Chucuma y a 250 metros de la represa, se hallan las ruinas del antiguo pueblo minero que habitara la región. Molinos, terraplenes y obras hidráulicas fueron utilizados en la producción de minerales como el oro. Confundidos entre la flora agreste del lugar, se ubican estos valiosos elementos, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XIX.
A pocos kilómetros de Chucuma se encuentra el paraje de La Mesada, cuyo nombre está relacionado a la forma de mesa que caracteriza a una de sus sierras. Arroyos, ríos y una gran variedad de especies arbóreas son los signos que identifican a la localidad. Nogales, higueras y durazneros se unen a viejos algarrobos, molles y mistoles para cubrir las laderas de este oasis. El camping de la villa permitirá pernoctar en el pueblo y servirá de base para distintas excursiones.
Olivos Históricos
A 5 kilómetros de la intersección de la Ruta Provincial Nº 510 con el arroyo La Mesada, se encuentra el sitio más interesante de La Mesada. Se trata de dos grandes olivos, cuya edad los convierte en los árboles domésticos más antiguos de la provincia. Su valor histórico fue descubierto en 1990. Estudios científicos realizados ese año estimaron que los especímenes fueron plantados en la primera mitad del siglo XVII, por lo que se calcula que tienen alrededor de 350 años.
Los árboles lograron escapar a la erradicación de los olivares de todo Cuyo, ordenada por la corona española. Los intereses olivícolas del país europeo (detener la competencia de la producción aceitera americana) llevarona la monarquía ibérica a arrasar con las especies locales. Pero los árboles de La Mesada se salvaron del exterminio, posiblemente debido a la lejanía del sitio en que se encuentran. Hoy, sus troncos miden 5,70 y 5,80 metros de circunferencia, respectivamente.
La necesidad de preservar la riqueza natural de las sierras vallistas llevó al gobierno sanjuanino a declarar, en 1971, una parte de este departamento como Reserva de Uso Múltiple Valle Fértil. Su principal objetivo es el de favorecer la convivencia armónica entre los recursos silvestres del área, de gran riqueza, y la actividad productiva del hombre. El Parque posee una superficie de 800.000 hectáreas y genera un gran interés para el turismo y la recreación. Su atractivo no sólo radica en la posibilidad de apreciar las especies naturales, sino también en la de conocer la cultura de los pueblos del lugar: Sierras de Elizondo, Rivero y Chávez.
Hace algunos años, las Sierras de Valle Fértil ofrecen el escenario para la realización de una de las competencias más atractivas de San Juan. El Safari Tras Las Sierras es un importante torneo automovilístico que convoca a una enorme cantidad de turistas durante el mes de febrero. El Rally congrega a participantes de distintas provincias del país, que llegan con sus autos y motos para recorrer las quebradas vallistas. En un circuito de 50 Kilómetros, los competidores deben sortear abruptas subidas, barrancas y arenales y atravesar numerosos cursos de agua, en un entorno de abundante vegetación. El rugido de las máquinas, la belleza del lugar y el sabor de las comidas típicas serranas se combinan para atraer a un creciente número de corredores, acompañantes y curiosos.
Las tierras vallistas fueron antiguamente pobladas por comunidades indígenas como los huarpes y los capayanes. Los yacampis también vivieron en la región y, según diversos indicios arqueológicos y lingüísticos, tuvieron vinculación con los diaguitas.
Los diferentes pueblos recibieron el influjo de los incas que ocuparon y habitaron la zona hasta el siglo XVI. La herencia incaica perdura hasta el día de hoy.
El nombre del departamento tiene su origen en un vocablo quechua: Valle Fértil proviene de la voz chaj-paj-naj, que se traduce como “país verde de los muchos ríos” o “tierra fértil”. Los primeros colonizadores llegaron a la región en 1596. Los dominicos fueron los encargados de introducir la cultura española en las poblaciones vallistas. Con ese fin erigieron la parroquia de Valle Fértil. A partir de 1611, los misioneros jesuitas se asentaron en la zona para evangelizar a los nativos.
La fundación de la Villa de San Agustín se produjo el 4 de abril de 1788. La misión fue encomendada a Don Pedro Pablo de Quiroga, por el marqués de Sobremonte, gobernador intendente de Córdoba. Finalmente, en 1935 se reconoce a Valle Fértil como departamento independiente y se establecen los límites que conserva hasta la actualidad.
La Municipalidad de Valle Fértil funciona en: General Acha 52 - San Agustín de Valle Fértil – CP. 5449
Teléfonos: 02646-420192 - 02646-420104
LUGARES PARA ALOJARSE EN VALLE FERTIL
Fuentes:
Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 - Datos provisorios – INDEC
Municipalidad de Valle Fértil
Relevamiento Agrícola en la Provincia de San Juan. Ciclo 2006-2007. Departamento de Hidráulica. Gobierno de San Juan.
San Juan – Nuestra Tierra. Ediciones Argentina.
Subsecretaría de Turismo, Cultura y Medio Ambiente. Gobierno de San Juan.
Página web: www.munivallefertil.gov.ar/