Un grupo de personas que se organizaron para fomentar y difundir la producción artística de San Juan y todo el país. Refugio nació de la mano de Abenhamar Rodrigo y Juan Simón Flores. Ambos eran escritores jóvenes, Rodrigo era sanjuanino y Flores, riojano. Los entusiastas querían congregar a personas con aspiraciones artísticas, dejando a un lado tópicos polémicos y divisorios, como la religión y la política.“Refugio nace como una necesidad del medio, y podemos decir que no fue una institución o entidad con la organización formal como tal, sino un movimiento cultural en el que no estaban ausentes los fundamentos revolucionarios de la juventud, revolucionarios en el sentido de revolucionar, acicatear, transformar a una sociedad dormida con escasos, o tal vez ningún horizonte cultural, y que tampoco ofrecía panorama de superación y formación a la juventud y que se hallaba inmersa en la chatura de la ciudad de barro. Había que sacudir a una sociedad dormida que no ofrecía caminos ni salidas culturales a la juventud, crear una tribuna en la que pudiera expresarse esa juventud, hacerse escuchar, porque esa juventud tenía un mensaje que decir y se sentía asfixiada, quería decirle a la sociedad de San Juan.” Abenamar Rodrigo.
Refugio comenzó a formarse en la casa de Abenhamar Rodrigo, que estaba casado con Marina Moreno. Allí, en la calle Rawson al 727, actual Entre Ríos, comenzaron a esbozarse los primeros pasos de la entidad. Desde 1937, y durante dos años, trabajaron sin darse a conocer.
Finalmente, el seis de mayo de 1939, un grupo de personas redactaron y firmaron el acta de fundación de Refugio. El acto fue en la Biblioteca del Magisterio, ubicada en la actual Escuela Antonio Torres. La casa de la familia Rodrigo había quedado chica, así que Hilda Sarmiento consiguió que les prestaran esa Biblioteca, que se convirtió en la nueva sede de la entidad.
Entre los fundadores se encontraban: los ya mencionados Rodrigo y Flores, Marina M. de Rodrigo, Jorge Aliaga Cuello, Alfredo Boscosque, Víctor H. Zeballos, Horacio Nicanor Porres, Chafic Kurbán, Manuel Gilberto Varas, Rolando Victoria, Independiente Ovin, Esperanza Gerzenstein, Herminia y Encarnación Ramos. Los iniciadores eran maestros, músicos, escritores y pintores.
La primera presidenta fue Marina de Rodrigo. Desde ese seis de mayo, todos los sábados fueron el día de reunión de Refugio. Así rezaba el acta: “Fijaron, seguidamente, el día sábado de cada semana (…) para que tengan lugar las reuniones; como también establecieron el carácter accidental de la presidencia”.
Al principio se auto denominaron “Hombres de Arte, Ciencias y Letras”. Sin embargo, y a pedido de las mujeres fundadoras, cambiaron a “Gente de Arte, Ciencias y Letras”.Cada encuentro era la oportunidad para que los miembros del grupo dieran a conocer su producción, sus escritos, poemas, piezas musicales, cuentos o pinturas. A su vez, Refugio se encargaba de difundir todo lo hecho. La primera obra que presentó la institución fue el libro “El Balde del Milagro”, de Juan Simón Flores. La obra fue impresa en Buenos Aires por la editorial Tore, que asumió todo los costos de la impresión.
Poco tiempo después de la fundación de Refugio, una catástrofe sacudiría a San Juan. En 1944 gran parte de la provincia quedó sepultada bajo los escombros que dejó el terremoto. Sin embargo, la actividad de Refugio no cesó. Un joven entusiasta, Juan Agustín García, se ocupó de reagrupar a los miembros para volver a trabajar.
Después de la tragedia Refugio cambió de sede y comenzó a reunirse en el Hotel Plaza. Allí comenzaron acciones transcendentales como la creación de las academias de Bellas Artes, la Indígena, la de Danzas y la de Teatro. Así, comenzó la época de oro, en la que la entidad alcanzó a tener 600 socios.
Conferencias, presentaciones de libro, exposiciones de pinturas, visita de personalidades, eran algunas de las actividades que Refugio organizaba. La Casa España y el Club Social fueron sedes usuales de esas reuniones.
En la década de 1960, Jovita Menéndez de Uribe ofreció su casa como lugar de reunión. Así, desde esa época, y por más de veinte años, el domicilio de Jovita fue sede de la entidad. Después siguió la vivienda del médico pediatra Juan De Dios Videla. La casa del doctor se encontraba en Catamarca, entre 9 de Julio y General Paz.
El último lugar de reunión que ha tenido refugio es la casa de Marina Rodrigo. Desde allí los descendientes de los fundadores trabajan para conservar y dar a conocer el trabajo de sus padres y abuelos. Además, se ocupan de entregar reconocimientos y distinciones a quienes trabajan por el arte, las ciencias y letras.
Algunas personalidades sanjuaninas que pasaron por Refugio, a lo largo de más de setenta años de existencia, fueron: Federico Blanco, César H. Guerrero, Juan de la Torre, Carlos Becerra, Chafic Kurbán, Vicente Genovese, Santiago Paredes, Jane Volpiasky, Eduardo Lenzano, Mirta Hebe Chena y Vicenta Sastre, entre otros.
Fuente: Marina Moreno de Rodrigo