Audiovisual
Carlos Cerimedo. Un cinéfilo en San Juan
Cerimedo es un referente del cine en la provincia. Sus incursiones en el séptimo arte comenzaron en Buenos Aires. Sin embargo, atraído por una sanjuanina, se convirtió en un gran impulsor para el desarrollo del cine en San Juan. Santiago Carlos Cerimedo nació en Buenos Aires, en 1946. Vivía junto a sus padres en la casa de su abuela materna, en el Barrio de Floresta.
Carlos comenzó a maravillarse por la pantalla gigante cuando era sólo un niño. “Me apasionaba el cine, ese mundo fantástico donde todos los sueños se podían convertir en realidad. A los seis años tuve mi primer proyector. Era un “Hollywood” importado de 16 mm, que me trajeron los reyes. Lo manejaba mi papá y entre las películas que venían con el equipo, estaban “El gato con botas”, un documental de un partido de pato, una de El Gordo y El Flaco y una de Carlitos Chaplin.”
Una de las paredes del fondo, de su casa de Floresta, se convirtió en pantalla para esas tradicionales cintas. El encargado de armar las proyecciones era su padre. El público de esas presentaciones eran él y sus amigos, que se mantenían inmóviles frente a la gran imagen. En esa época no había televisión. Sólo conocían las historias de Tarzán, Poncho Negro y Sandokán, contadas por la radio.
Además de disfrutar las funciones en su casa, Carlos no se perdía las películas del cine parroquial. A veces iba a misa sólo para ganarse un vale que le permitía pagar la mitad del precio de la entrada.
Junto a su padre, los domingos en la mañana, visitaba los cines Canadian y José Flores para ver películas infantiles gratis. En todos esos lugares Cerimedo quedaba admirado al ver como se montaban los equipos de cine. Le atraía la idea de imitar a los organizadores, así que empezó a hacer funciones en su propia casa.
Durante su juventud, Carlos estudió en una escuela militar. Allí tuvo la oportunidad de mantenerse en contacto con su afición. Se encargaba de la parte audiovisual y pasaba películas a los soldados, en el comedor, después de la cena.
Fue en esa época, precisamente en 1966, cuando conoció San Juan y a su futura mujer, Mirta de la Torre. Había viajado sólo para pasar las vacaciones. Seis años más tarde se casó con Mirta y tuvieron cuatro hijos. Su esposa es sobrina del reconocido escritor sanjuanino Antonio de la Torre y, también, hija del poeta Juan de la Torre.
En la década de 1970, ya alejado de las Fuerzas Armadas, comenzó a trabajar para el viejo Canal 7. Comenzó como asistente de producción y llegó a ser productor de varios programas. Además, en el medio, trabajó con grandes figuras del espectáculo, como: Olmedo, Porcel, Santiago Bal, Mabel Manzotti y Juan C. Dual, entre otros. Al mismo tiempo, en las tardes, estudiaba cine en la Escuela del Instituto Nacional de Cinematografía.
En marzo de 1976 los cambios políticos golpearon fuerte en el trabajo del canal. El medio fue intervenido por el Vicecomodoro Ejalde. “En el canal conocí la censura, en la mesa de los operadores habían listas de artistas que no se podían nombrar y menos emitir algún tema musical”, recuerda Cerimedo.
Como productor de Canal 7, en 1978, viajó a Europa y Medio Oriente junto al grupo salteño “Los pucareños”, con quienes grabó el documental “El Evangelio Criollo”. A Carlos le tocó dirigir varias de las secuencias del video.
Finalmente, en 1979, decidió radicarse en San Juan junto a su familia. La Capital se había convertido en un peligro. Una vez en la provincia, comenzó a trabajar en Canal 8 como coordinador de producción. Además, se encargó de recuperar, junto a la Dirección de Cultura de la Provincia, la sala de cine de Caucete.
A fines de los ochenta Cerimedo dejó el canal y abrió una casa de alquiler de películas y venta de proyectores. En esa época, inició un ciclo de cine en el Teatro Sarmiento y organizó festivales de cine con un grupo de aficionados, amantes de la pantalla grande. Entre otros, estaban Pepe de la Colina, Mario Bertazzo, Virginia Castro, Carlos Romera, Pascual Potenzoni, Mirta Cabral y Vicente Lobos.
Al poco tiempo, grabó, junto a de la Colina, la reconocida película “Chiche”. Además, durante la gestión de José Gambina como Director de Turismo, se encargó de grabar los carnavales sanjuaninos.
Aparte, participó del proyecto Cine Itinerante Cultural, del Ministerio de Desarrollo Humano. La propuesta del organismo fue llevar el cine infantil a los lugares más alejados de la provincia. Para las proyecciones utilizaban las viejas máquinas de cine, con rollos de cinta.
En 1998, se ocupó de realizar un ciclo de cine argentino de la mano de la Universidad Nacional de San Juan. Comenzó en el Teatro Sarmiento y siguió en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía. A su vez, volvió a la televisión y se sumó al equipo de Canal 5.
En la Fiesta Nacional del Sol, del año 2012, Carlos Cerimedo se encargó de proyectar varios videos del archivo fílmico de San Juan, con imágenes, incluso, anteriores al terremoto. Le queda pendiente, como un gran sueño, inaugurar un museo de cine en la provincia.
“Espero que se concrete, es para que las generaciones futuras conozcan esta historia maravillosa del séptimo arte, y fundamentalmente la realización de una película con la historia de San Juan con imágenes de archivo que los mismos sanjuaninos me hacen llegar”, afirma Carlos.
Fuente: Carlos Cerimedo
