La madre del exvicepresidente del Colegio Médico celebró junto a 280 personas, en un almuerzo con shows, baile y karaoke. La historia de una mujer luchadora, que llegó desde España para trabajar en la agricultura y formó una familia de emprendedores y profesionales destacados.
No todos los días se cumplen 100 años y una ocasión como esta no podía pasar desapercibida para Margarita Moráguez Barceló de Sánchez. La madre de Cristóbal Sánchez Moráguez, médico cirujano y exvicepresidente del Colegio Médico, celebró esta importante fecha junto a su numerosa familia y los amigos más allegados. En un almuerzo que incluyó shows musicales, karaoke y baile, no faltó la emoción en las distintas generaciones que participaron del alegre encuentro.
El festejo se realizó en el salón del Centro de Jubilados “Años divinos”, ubicado en Rawson, en donde estuvieron presentes alrededor de 280 personas, que incluyeron a familiares de Córdoba, Mendoza y Río Negro. Marisa Gil y su grupo Aire Flamenco le pusieron ritmo a la tarde con la interpretación de clásicos de este género musical. El clima creado por el conjunto hizo que hasta la propia cumpleañera bailara una sevillana y más tarde se animara a un pasodoble con su hijo Cristóbal.
La alegría continuó con el karaoke, en el que se lucieron especialmente los nietos y bisnietos. Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación de la canción “La familia”, de Pimpinela, que hizo derramar lágrimas a más de uno.
La llegada de la torta, con cien velas con forma de flores, fue otro momento para el recuerdo.
Una mujer todo terreno
“Si algo caracteriza a mi madre es que siempre le puso muchas pilas a la vida”, dice Cristóbal Sánchez Moráguez, quien transmitió la felicidad de haber compartido “una tarde hermosa, alegre y muy emocionante”, junto a toda la familia.
Las “pilas” de las que habla el médico estuvieron presentes desde que Margarita era una niña y llegó de España junto a su familia, en la búsqueda de un destino mejor. Los Moráguez, que habían llegado primero a Brasil, se dividieron entre los que decidieron quedarse en ese país y los que siguieron rumbo a Buenos Aires. Los que se radicaron en San Juan se dedicaron a la agricultura, trabajo del que participó Margarita desde la infancia, como se acostumbraba en aquellos tiempos.
El matrimonio con Cristóbal Ventura Sánchez significó el inicio de una nueva familia, que apostó inicialmente a la agricultura y se diversificó hacia nuevos y variados rubros en el marco comercial y empresarial. Cristóbal Ventura Sánchez fue socio fundador de la Empresa de Ómnibus Mayo e incluso el lugar donde guardaban los colectivos era la casa de esta familia, en Trinidad. Con un rol protagónico en los emprendimientos familiares, Margarita acompañó a su esposo en la creación de la cooperativa vitivinícola “Médano de Oro”, como también en la fábrica de soda que pusieron en marcha.
“Mi mamá no solo cuidaba a la familia sino que siempre fue una mujer de acción, que trabajaba a la par de mi papá” contó el médico.
Otra de las facetas que más destaca Cristóbal de su madre es la generosidad y entrega con la que asumió importantes decisiones como criar a cinco niños que vivían en la Escuela-Hogar. “En distintos períodos, mi madre trajo a vivir a mi casa a distintos niños, mediante un acuerdo con el juez, como se hacían las adopciones en aquella época. Crecieron en mi casa como hermanos, hasta el día de hoy tenemos contacto e incluso participaron del festejo por los 100 años”, contó.
Según contó la familia, Margarita sigue siendo hasta la actualidad una mujer autosuficiente, que no pierde la actitud positiva para encarar el día a día y para transmitir a los nietos y bisnietos que la visitan con frecuencia.
Publicado en la ediciòn de El Nuevo Diario 1735 del 26 de agosto de 2016