Las autoridades de San Juan en el siglo XVIII, mostraron interés en procurar la salud de la población, afectada como hoy, por los innumerables perros callejeros.
En el año de 1774 don Jacobo Baderán y Bustillo, teniente de Capitán General, Corregidor y Justicia Mayor y Subdelegado de la Real de Correos de esta provincia de Cuyo por su Majestad:
Por cuanto se ha experimentado que el abuso de mantener los vecinos crecido número de perros en sus casas ranchos y heredades es sumamente perjudicial y nocivo no solo a las personas como acreditan varias averías sucedidas... por tanto ordeno y mando que ninguna persona de cualquier edad o condición que sea puede mantener un perro por vecino con condición que a este lo hayan atado en todo el discurso del día y solo soltarlo dentro de la casa de noche, dentro de los cuatro días de publicado este bando contraviniere lo mandado se le impondrá la multa de diez pesos, matándoles al mismo tiempo los perros.
Fdo. Jacobo Banderán
Ante mí José Sebastián Castro,
Escribano público y del Cabildo
Los años 1791-92, fueron de peste en toda la provincia, la epidemia se llamaba cravalongo o chabalongo, para algunos era la “gripe pestosa”, para otros “el tifus”.
Al 31 de diciembre del 1792, los muertos alcanzaron el número de 434, excluidos los muertos en el hospital y los excluidos “los botados” (es decir los abandonados a su suerte).
El estrago mayor se produjo entre la gente compuesta por castas, compuesta por indios mestizos, mulatos y negros. Los llamados nobles eran los blancos, españoles.
El número de víctimas entre ellos, era más reducido.
En el siglo XIX, el 5 de noviembre de 1823, el Cabildo nuevamente muestra preocupación por la salud de la población, hizo conocer un reglamento, donde en el artículo 36 hablaba de la tenencia de perros, siendo empleados del Cabildo, los encargados de la vigilancia y exterminio de los animales vagabundos, en el plazo de tres días.
Cuatro años más tarde don Manuel Gregorio Quiroga Tte. Coronel gobernador y Cap. Gral. de la Provincia de San Juan advertido de las quejas de vecinos mordidos por perros que se sueltan en las calles, ocasionando un grave perjuicio como han informado los médicos:
Ordena y manda lo siguiente:
1) Que todo individuo que tenga perros en sus casas, los ate y los cuide de que no anden sueltos y salgan a la calle, como los de afuera, bajo las multas y penas designadas en el bando anterior; que se exigirá en caso de contravensión...
Dado en San Juan a ocho días de junio de mil ochocientos veintisiete.
Fdo. Quiroga
José Antonio Oro Ministro-Secretario
Ante mí Juan Ventura Morón Escribano
Público y de Gobierno.
Hidrofobia
Cada día toma más cuerpo esta terrible enfermedad en la raza canina.Y lo peor es que ya empieza a desarrollarse en los gatos, cerdos y caballos.
Es necesario adoptar medidas por el intendente y que sean eficaces.
Son muchas las denuncias de gentes mordidas por animales rabiosos.
Esta es una información aparecida en el diario La Unión el 6 de marzo de 1879. Muy a menudo el Consejo de Higiene mandaba enfermos para ser tratados en el Instituto Antirrábico de Buenos Aires, costeándoles el pasaje.
* del libro: Dos Hospitales Históricos de la Ciudad de San Juan