Justo Ernesto Bustos. Vivir 100 años

 La siguiente es una nota al doctor Justo Ernesto Bustos con motivo de cumplir 100 años. La misma fue publicada el Viernes 11 de febrero de 2005, en la Edición 1187 de El Nuevo Diario. El siguiente es el texto completo.

   

El 24 de enero pasado, cumplió 100 años de vida Justo Ernesto Bustos nació el verano de 1905. Es hijo de Justo Bustos, que fuera Juez de Paz y en su tiempo libre, se dedicó al negocio inmobiliario, y de Palmira Bustos, ama de casa. Es el mayor de 12 hijos varones y dos mujeres.

El doctor Bustos nos recibió en su casa, en compañía de su hijo, el doctor Rolando Bustos, quien nos ayudó gentilmente a comunicarnos con este médico fuera de serie, a quien los años sólo han menguado su audición. Debemos decir que a pesar de los 100 años transitados, se ve entero, dinámico, con una memoria prodigiosa, para datos, fechas y sucesos de su vida personal y comunitaria.

En esta nota nos cuenta su historia y la de su familia.

 

—¿Sus padres, son nacidos  en la Argentina?

— Sí, mis padres pertenecían a viejas familias sanjuaninas y  vivían en Trinidad, allí nacieron todos su hijos. Yo soy el mayor de catorce hermanos, que sólo sobrevivieron 10.

 

— ¿Dónde cursó sus estudio primarios?

— En la escuela Normal de Varones, que se ubicaba en calle Alem y Rivadavia.

 

— ¿Recuerda a quienes tenía de compañeros?

— Algunos recuerdo, entre otros a Horacio Videla, Justo Castro, Juan Del Bono, un hermano de Eusebio Dojorti,

 

— ¿Y la secundaria ...?

— En la escuela Normal Sarmiento,  me recibí de maestro nacional en el año 1923, siendo abanderado de la promoción.

 

—¿Y luego?

— Siempre tuve la idea de poder tener una carrera universitaria, a instancia de mi padre. Pero en aquello años, el título de maestro no servía para ingresar en la facultad.

 

—¿Entonces?

— En el año 1927, rendí unas equivalencias libre en el Colegio Nacional, me recibí de bachiller y así pude iniciar medicina.

 

—¿Se recibió en la Facultad de Córdoba?

— Fue una carrera bastante agitada,  sólo el primer año fui regular el resto libre. En 1928, hubo una huelga estudiantil y me vine a San Juan, y trabajé de maestro en la escuela Rivadavia. En 1929 volví a Córdoba y rendí otras materias. En el 30 con la caída de Yrigoyen y en el 32 sufrimos otra huelga estudiantil y me dediqué a ejercer como maestro primero en la escuela Santa María de Oro y luego en Córdoba en Calamuchita

 

— ¿Cuándo finalizo su carrera?

— Después de muchas idas y vueltas en el 33 retomé la carrera siempre libre y me recibí en marzo de 1938.

 

—¿Mientras trabajaba acá en su provincia?

— Gracias a Ifigenía Andino, que era vocal en la Dirección General de Escuela, me nombraron como profesor en la Escuela Normal de Maestros Rurales General San Martín, ahí estuve hasta el año 1960.

 

— Una vez, recibido en 1938 ¿en qué se especializó?

— En pediatría, siempre me gustaron los niños. Me nombraron en la Administración Sanitaria y Asistencia Pública, como se llamaba en esa época la Secretaria de Salud pública. Y luego del terremoto, me designaron en el departamento de pediatría, donde era director el doctor Roberto Bilella, que fue quien puso el primer ladrillo del edificio del Hospital de Niños. Después seguí como médico hasta el año 1960 cuando me jubilé.

 

— Doctor ha ocupado varios cargos en la provincia

— Varios, pero el que me dio mayores satisfacciones, fue el de la creación del Lactario en San Juan. Ocupando la gobernación don Ruperto Godoy, buscaron dos médicos pediatras para que fuéramos a  Buenos Aires a estudiar el sistema lactario. Junto con el doctor Juan de Dios Videla, trajimos todo lo necesario a fin de poder instalarlo en nuestra provincia.

 

—¿Me podría contar en qué consistía?

— En aquella época no existía la leche maternizada, por ello con un aparato se extraía leche de las madres que tenían en abundancia y se les pagaba por ello. Esa leche, se entregaba a madres carenciadas de leche y a niños desnutridos. Todos sabemos las virtudes de dar de mamar, inmuniza y cubre de muchas enfermedades.

 

— Fue una obra importante

— Acá se instalaron cuatro, en el Hospital Rawson, en el Barrio 4 de Junio, en Caucete y Jáchal. Cumplía dos funciones, brindaba ayuda económica a madres sin recursos y prevenía la desnutrición.     

 

 SU TRAYECTORIA

Paralelamente a su actividad profesional, el doctor Justo Ernesto Bustos, ocupó cargos de importancia a nivel provincial. Siendo presidente el doctor Arturo Frondizi y gobernador el doctor Américo García, le fue ofrecido por éste último acompañar como vice presidente a su padre don Aristóbulo García quien era presidente del Consejo General de Educación (Dirección General de Escuelas), varias veces Director General de Escuela interinamente, presidente de la Sociedad de Pediatría de San Juan, primer médico de la Unión Vecinal de Trinidad, Secretario del Club de Leones, presidente de Amigos Sanjuaninos.

En el año 1988, el Municipio de la Capital, lo nombra “Vecino Ilustre”  y en el 98 la Cámara de Diputados  lo declaró “Ciudadano Ilustre”

 

 

 

67 AÑOS DE MEDICO DE LOS DE ANTES...

Con una mirada retrospectiva, filosófica y hasta sentenciosa, el doctor Justo Ernesto Bustos, nos cuenta de los grandes cambios de la medicina en estos 67 años, desde que se iniciara en su profesión. 

Instaló el consultorio en su casa, “única manera de poder compartir algún momento con la familia”, cuenta.

En aquella época se cumplía cabalmente el juramento hipocrático, se era médico las 24 horas del día, mañana, tarde y noche. Con el teléfono al lado de la cama y de la mesa. La familia comprendía las prioridades de un médico y la dedicación tiempo completo.

“Se tenían principios indeclinables e irrenunciables”, dice y aclara que jamás propuso un aborto y trato siempre de que las madres defendieran ante todo la vida.

Al momento de atender no había distinción, ni social ni económica, por igual se ponía el conocimiento al servicio de pobres y ricos. Sostiene  con firmeza que jamás hizo cuestión al momento de su retribución, si el paciente  tenía pagaba o con dinero o con lo que tenía y si no tenía no pagaba. La salud era lo primero.

En aquella época, no habían obras sociales y la salud no se comercializaba, “Pagaba el que podía”, dice.

El Estado tenía implementado un servicio de auxilio permanente a domicilio, regulado por la Administración Sanitaria y Asistencia Pública, se entregaban planillas a los médicos y tenían que visitar a los enfermos a domicilio las 24 horas, con medicación incluida, todo a cargo del Estado. 

“La medicina y la cirugía  han hecho grandes progresos en estos 67 años, desde los antibióticos hasta los trasplantes. Antes el objetivo era prevenir con las vacunas que se tenían hoy se tratan con efectividad hasta las patologías más graves”, cuenta.

Médico de raza, al momento de jubilarse, Bustos donó íntegramente su consultorio, a la escuela Pascual Chesna de 25 de Mayo, donde actualmente se atiende gratuitamente a los lugareños.

 

 

 

LA FAMILIA

El doctor Bustos, contrajo enlace con Irma Fagale, el 9 de enero de 1943, en la Capilla Privada de Monseñor Marcos Zapata, oficiando de padrinos Palmira Bustos de Bustos y Gonzalo Aubone.  Ernesto e Irma compartieron 45 años de amor, compañerismo y respeto mutuo. A pesar de hacer 17 años que Irma falleció, Ernesto sigue extrañando su dulce presencia.

Su presente está acompañado por sus hijos, Graciela, profesora de matemáticas y física, Rolando, abogado y José Ernesto, técnico electromecánico, sus siete nietos y dos bisnietos.

 

Debemos destacar que como reza el dicho “100 años no es nada”, este médico con alma de docente, ocupa su tiempo en lo que le da más placer, leer, dibujar y cuidar sus rosales, claveles y jazmines que el mismo cultiva.

         

GALERIA MULTIMEDIA
9 de enero de 1943. Se celebraba la boda de Justo Ernesto Bustos con Irma Fagale, en la capilla privada de Monseñor Marcos Zapata. Fueron sus padrinos Palmira Bustos de Bustos y Gonzalo Aubone.
La foto es del año 2005 y muestra al doctor Justo Ernesto Bustos, a los 100 años edad.
Año 1965. El doctor Justo Ernesto Bustos disertando en las Jornadas Cuyanas de Pediatría, realizadas en la provincia de Mendoza.
Descubriendo una placa en la Escuela San Martín, en ejercicio de la Vicepresidencia del Consejo General de Educación. A su lado se encuentra una destacada de las letras sanjuaninas, Margarita Mugnos de Escudero.
Diciembre de 1942. Despedida de soltero a Justo Ernesto Bustos, en las terrazas del Gran Hotel (hoy Sanatorio Mayo).Entre los presentes se encuentran Salomón Fagale, Juan Torcivia, Agustín Rodrigo, Carlos Biachi, Alfredo Avelín, Cesar Gioja (P), Soria Vega, José Mattar, y Nicolás Marún.
Año 1913. El doctor Justo Ernesto Bustos, cursaba el segundo año de la Normal de Varones. Entre sus compañeros se encuentran: Horacio Videla, Juan Del Bono, Justo Castro, Ricardo Dojorti, Carlos Lloveras, Carlos Laspiur, Domingo Mini, Enrique Tascheret, Humberto Mattar, Gustavo Pullman, Miguel Angel Esbry.
Año 1922. Tercer año de la promoción de la Escuela Normal Sarmiento. Entre otros: Emilia Suárez, Raquel Boero, Josefina Soria, Emilia Güell, Rosa Valenzuela, Hortencia Orellano, E. Nielsen, Omar Gómez, Emma Correa, Jorge Castro y Justo Ernesto Bustos.
Año 1948. El doctor Justo Ernesto Bustos junto a sus dos primeros hijos, Graciela y Rolando, luego vendría José Ernesto.
Año 1996. Al doctor Justo Ernesto Bustos, se lo declara ciudadano ilustre de la provincia, a instancia de un proyecto del diputado Ochoa. Presidía la Cámara de Diputados Rogelio Cerdera.
Noviembre de 2004. Se cumplían 50 años de la fundación del Colegio Médico de San Juan. El doctor Justo Ernesto Bustos recibe de manos del doctor Héctor Kalejman, una distinción por ser socio fundador de la institución
La foto es del año 2005 y muestra al doctor Justo Ernesto Bustos, a los 100 años edad.